P1040873_editJairo Ortega (Los Realejos, 1977) es de esos músicos que ha tenido que emigrar de su realidad canaria para llegar a excelentes cotas en lugares como Cataluña publicando trabajos como el que presenta en esta charla cibernética, ‘Querido Frederic’. Una genial simbiosis entre el mundo clásico, el jazz y el hacer de Chopín. Un total de seis canciones que van desde diferentes preludios (en do y en mi menor) a ‘Vals en la menor’.

A Ortega le acompaña a la batería el músico del Puerto de la Cruz, Ancor Miranda, al contrabajo Brady Lynch, así como el clarinete de Lluis Boronat, que da un acabado clásico a cada una de las piezas que componen este trabajo soberbio y plenamente recomendable. Abrimos la comunicación transoceánica pues nos atiende en Barcelona, que ustedes lo disfruten.

– Para empezar, Jairo Ortega ¿Por qué no pone a nuestros lectores al día de su trayectoria? ¿Cómo le llegó la música?

– Jairo Ortega: La verdad es que la música me viene de familia, mi abuela es pianista y mi tío es cantante así que se puede considerar que la música formaba parte de mi vida y desde mi más tierna infancia.

– Su último disco, que creemos es el primero lleva por título ‘Querido Frederic’ ¿Cómo se acercó al hacer de Chopín? ¿Cómo formó al cuarteto que le acompaña?

– J.O.: Chopin es uno de mis compositores preferidos desde que inicié mis estudios de piano con David Goldsmith, en muchas ocasiones me sorprendía tarareando su música sin darme cuenta. Creí que merecía un homenaje por lo profundo que caló en mí. El cuarteto es el producto de una gran lucha por el proyecto, pues pasé mas de dos años ensayando la idea con otros músicos. El tiempo fue poniendo las piezas y a las personas necesarias para que esto funcionara .Los ensayos con estos músicos definitivos duraron solo dos meses, y ya empezamos a hacer conciertos y a grabar.

– Precisamente, hablando de sus estudios ¿Nos puede contar dónde se formó? ¿Sigue en ese plan de formación? Suponemos que el piano como disciplina no se acaba nunca…

– J.O: Comencé los estudios de teclado con la familia Ortí y el método Yamaha para órgano. Al acabarlos me pasé al piano de la mano del Maestro David Goldsmith que impartía clases de La Trinity School of Music de Londres en el Puerto de la Cruz. Allí realicé hasta 7º de esa escuela. Pocos años después de fallecer el maestro me trasladé a Barcelona donde curse Piano moderno en el Taller de musics.

– De la mano de los Ortí a Barcelona ¿Se notó mucho el cambio? ¿Fue duro?

– J.O.: Bueno más bien de la mano de Goldsmith, que era mi profesor de clásico. Sí, el cambio fue duro indudablemente, había que adaptarse a un nuevo estilo (el jazz), un nuevo idioma (el catalán) y una nueva ciudad. Teniendo en cuenta todos estos acontecimientos tenía mucha ilusión y ganas de completar mi formación, entonces eso me ayudó en los momentos mas críticos.

– Una formación clásica pero con tendencia jazzera, adquirida ya en Barcelona ¿Qué hay más en su piano partituras clásicas o de la improvisación propia del jazz?

-J.O.: Creo que lo podemos cifrar en un 50% de cada una. Me encanta la música clásica y la riqueza de las armonías que contiene, ello me ayuda a comprender mejor la música moderna y a improvisar. Son una verdadera enciclopedia por sí misma. El tiempo que paso estudiando suelo dividirlo en dos, empiezo con clásico y luego con moderno. Una progresión cronológica.

– ¿No son dos mundos demasiado grandes para abarcarlos ambos, el clásico y el de improvisación, moderno o jazz?

– J.O.: Sí que lo son, pero mi idea no es abarcarlos. Yo intento ponerle a los preludios y nocturnos de Frederic un maquillaje mas actual y desenfadado. Quizás quitarle un poco de solemnidad y acercarlos al oyente con un estilo más actual. Pero seguirán siendo sus preludios y nocturnos, le respeto cada nota con sumo cuidado.

– En su cd el cuarteto suena bastante bien acoplado y nos llama la atención la incorporación de un clarinete en vez del tradicional saxo ¿Cómo surgió esa idea?

– J.O.: El clarinete me da una sonoridad más clásica y del estilo romántico que un saxo, no tiene una presencia tan contundente. Así puede dejarle un poco más de protagonismo al piano. También he intentado salir un poco de los cánones tradicionales del sonido jazz. Busco más un cuarteto de cámara clásico con batería.

– Empecemos a nombrar algunas de las composiciones que ha usado, ‘Preludio en do menor’, Preludio en mi menor’, ‘Tristeza’… ¿Cómo ha escogido en la obra del autor polaco estos temas? Observamos con felicidad que ha rehusado la archiconocida ‘Vals del minuto’ ¿Hubiera sido el camino fácil?

– J.O.: Bueno principalmente porque son las más que me gustan y las mejores que nos sonaban. También estamos tocando Raindrops, por ejemplo. Pero la función del disco era mostrar una parte del trabajo y del concepto que estamos experimentando. En nuestros conciertos podréis encontrar más canciones de Chopin. El ‘Vals del minuto’ habría desarrollarlo un poco para que dure tres minutos por lo menos, (risas) pero también me gusta.

– Hay algunas voces canarias que reclaman la ampliación del Conservatorio en relación a los estudios de Música Moderna ¿Cuál es su reflexión al respecto?

– J.O.: Pues estoy con ellas. Hay muchos músicos buenos en Canarias que quieren pasarse al moderno y se ven limitados, con lo que tienen que viajar a otro sitio a desarrollarse. En Canarias hay profesores buenísimos de moderno en todos los instrumentos y alumnos con un potencial increíble. Lo deberían de poner, así de claro.

– Volviendo a su trabajo, le acompaña el puertense, Ancor G. Miranda ¿Ha sido casual? ¿Cómo funciona la vinculación entre músicos canarios y foráneos?

-J.O.: Bueno con Ancor me vine a Barcelona hace diez años a estudiar, nos animamos mutuamente. Luego el volvió a Canarias por una temporada y ahora está de nuevo aquí estudiando en el Liceu. Me cansé del batería que yo tenía antes y lo llame a él a ver si podía, y por suerte podía plenamente como siempre que lo he llamado. Fue un pistón importante para que todo se desarrollase con velocidad. Es un gran amigo. La vinculación entre canarios y foráneos funciona perfectamente, nos enriquecemos mutuamente con nuestras historias.

– Nos hemos enterado que la formación Baifo del norte de Tenerife han estado últimamente por Catalunya y que ha tenido usted algo que ver con ello ¿Qué tal la acogida de ese proyecto por parte del público catalán?

– J.O.: Sí, de hecho yo soy un Baifo también (risas), soy el teclista de esa banda. Montamos una serie de conciertos por aquí y el público catalán quedo encantado, aparte de reunir a gran parte de la comunidad canaria que vive aquí. Una gran acogida en los tres conciertos que hicimos por lo cual tendremos que repetir el año que viene

– Para finalizar la entrevista, quiere mandar un saludo a los lectores de Creativacanaria.com pero antes, ¿Tiene planes para presentar este ‘Querido Frederic’ en las islas?

– J.O.: Tenemos una fecha ya concertada que es el 28 de diciembre en el Casino de Los Realejos a las 21:00, espero sacar más fechas para Navidades. Un saludo a todos.