prensa1009_1643El GTC, por Gran Telescopio CANARIAS (GTC), es un telescopio óptico-infrarrojo de 10,4 metros de diámetro situado en la isla de La Palma (Islas Canarias). Se trata de un telescopio de uso general: a diferencia de otros no fue diseñado para cubrir únicamente un campo de conocimiento.

Consecuentemente, la ciencia que produce es igualmente diversa. «Ciencia con el GTC» no es un congreso de especialistas de un dominio determinado, sino una puesta en común de la ciencia en la que se puede avanzar con este telescopio y de los principales resultados científicos logrados. Hablemos de algunos de ellos.

Guo Chen (Instituto de Astrofísica de Canarias, IAC) fue el primero astrofísico en hacer su presentación. Explicó que cuando un planeta pasa por delante de una estrella su radio aparente puede cambiar según la longitud de onda observada, lo que permite trazar la composición de su atmósfera. Para ello, se emplea una técnica llamada de transmisión espectroscópica, con la que los científicos supervisaron varios tipos de exoplanetas. La gran superficie colectora del GTC les permitió conseguir una alta precisión fotométrica (imprescindible para medir señales tan débiles), y encontraron que las atmósferas de los exoplanetas son diversas. Pueden ser parcialmente «claras», mostrando absorción en el sodio; o borrosas, con la dispersión de Rayleigh; e incluso muy nubosas, sin características espectrales particulares.

¿Alguien sabe cómo cae una estrella hacia un agujero negro? Son objetos en torno a los cuales la estrella orbita en períodos cortos, de unas pocas horas. Por esto es posible observar uno o dos ciclos orbitales, varias revoluciones de la estrella, en una noche de observación con el GTC. Jonay González-Hernández (IAC) estudió este sorprendente fenómeno con este telescopio, además de con los telescopios Keck y el VLT (Very Large Telescope) y encontró que los astros se «precipitan» hacia el agujero negro más rápido de lo que vaticinaban las predicciones teóricas. Desde que se publicaron sus resultados, los físicos teóricos tienen un problema más que resolver…

Nicolas Lodieu (IAC) presentó » the coolest brown dwarfs known today», esto es, las enanas marrones más frías conocidas hoy en día. Aunque también podría entenderse como el tipo de enana más «enrollada». Las enanas marrones son objetos muy fríos, a menos de 500 grados kelvin, y muy débiles (para la misma distancia, en cuanto más frío más débil). Se observaron con espectroscopía y fotometría (imagen) con el instrumento OSIRIS, instalado en el GTC. El tamaño de este telescopio es importante para estudiar estos objetos: gracias a su gran abertura, las observaciones son de mayor calidad (mayor señal/ruido) que en otros telescopios más pequeños. El Telescopio Hubble, en el infrarrojo, y el satélite WISE, en el infrarrojo medio, permitieron descubrir estos objetos, ya que es en esos rangos donde son más brillantes. El GTC complementa en otra longitud de onda, el óptico, con OSIRIS, la observación desde el espacio. Lodieu fue el autor principal del primer artículo científico con datos de este telescopio, que se publicó en 2010.

Un objeto encontrado en una galaxia lejana podría ser una supernova. O no. Esto contó Christina Thöne (IAA, Instituto de Astrofísica de Andalucía), que precisó que en el segundo caso se trataría de una enorme erupción de una estrella masiva. Al principio, era lo bastante brillante para observarla en el rango óptico con un telescopio pequeño, y esto es lo que hicieron. Pero para la espectroscopía requirieron el GTC, el instrumento OSIRIS en particular. Cuando, meses después de la erupción, el objeto se volvió más débil, el GTC fue necesario incluso en el óptico. Este telescopio resulta ser también de gran utilidad para estudiar el entorno de esa galaxia, donde se hallan tres supernovas, ¡estás con seguridad!

En la galaxia de Andrómeda, una red global de telescopios robóticos halló un objeto transitorio extremadamente extraño, parecido a V838 Monocerotis, en enero pasado. Después se observó con telescopios de dos metros para obtener espectros y fotometría. No era una nova clásica. Con el fin de verificar su naturaleza, se pidió tiempo de GTC: se trataba de hacer espectroscopía de alta resolución con el instrumento OSIRIS. Peter Pessev (IAC), astrónomo de soporte de GRANTECAN, precisó que sólo se han encontrado ocho objetos de este tipo, que normalmente se explican como resultado de dos estrellas fusionándose. En comparación, se conocen miles de supernovas y novas. El tempo de su descubrimiento, veinticinco años después de otro parecido, coincide con las predicciones de los modelos teóricos para una galaxia similar a Andrómeda.

Estos son algunos de los trabajos que se han debatido en esta primera jornada sobre Astrofísica. El día empezó con unas palabras de Alberto Carramiñana, director general del INAOE (Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica); Ygnacio Martínez, vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado de la Benemérita Universidad de Puebla; y Elena Terlevich, astrofísica del INAOE y organizadora del congreso. Terlevich comentó que los investigadores están «muy contentos con los resultados que el GTC está produciendo» Y destacó que hay «más de 200 artículos científicos con resultados de este telescopio». Por lo cual, concluyó, el programa del congreso es «muy denso». Mañana, más.

El V Congreso Internacional «Ciencia con el GTC» está organizado por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México (INAOE) y el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (IA-UNAM). Participan el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de Florida (UF).

El GTC es el resultado de una colaboración internacional en la que están presentes España (IAC); México (IA-UNAM e INAOE) y Estados Unidos (UF).