«Me encuentro entusiasmado por tocar con Chano Domínguez”

El pianista Polo Ortí nos recibe en su casa. Lo encontramos cómodo, distendido y adorna nuestra conversación con un excelente efluvio de té de frutas del bosque. Su cara desprende los achaques de un resfriado que no le va a impedir dar el máximo de su piano en la esperada cita con el gaditano Chano Domínguez que va a tener lugar este próximo viernes, 5 de noviembre, en el Espacio Cultural de Cajacanarias a partir de las 20.00 horas. Se muestra como un niño con zapatos nuevos con este nuevo proyecto ¿Convencerán al publico? Tienen todos los condimentos para ello.

-Hola Polo, ¿Un poco pachucho?

-Polo Ortí: El típico catarro de todos los años… lo cogí ayer.

-No va a ser óbice para disfrutar en el Espacio Cultural de Cajacanarias, ¿Todo preparado para el duelo con Chano Domínguez?

-P.O.: Creo que va a ser una noche muy bonita. Estoy muy entusiasmado por tocar con Chano a cuatro manos y espero que la gente lo disfrute. Yo lo voy a disfrutar ¡Seguro!

-¿Ya tienen decidido parte del repertorio?

-P.O.: Ya tenemos una parte, nuestros temas originales ya los hemos decidido. Vamos a tocar una pequeña parte del concierto por separado. Hemos pensado los standards que vamos a realizar en los conciertos. Muchos duetos se sustentan en las versiones de los standards. Mañana (por hoy) nos encontraremos y lo decidiremos definitivamente. Ya tenemos visualizado más del 50 % del show a falta de algunos matices.

-¿Cómo surgió esta idea?

-P.O.: Si te digo la verdad no te la vas a creer. No fue idea de Chano ni idea mía. Fue una persona de Cajacanarias, debió de ser una persona que está elaborando los ciclos o algún colaborador suyo quien se le ocurrió la propuesta. Tenía la idea de vernos juntos tocar. Nos la planteó a los dos por separado y la verdad es que para mí fue una alegría tremenda.

-¿Cómo conoció a Chano Domínguez, de manera personal pero también musical…?

-P.O.: Lo conocí ¡buff! Hace muchísimo. Yo estaba viviendo en Nueva York y un músico Jordi Rossi me dijo que iba a venir un músico amigo suyo, un pianista español muy bueno, él no podía atenderlo porque se iba a Barcelona durante una semana y me pidió que le enseñara cosas y que estuviera con él. Esa semana estuve con Chano todo el día. Estuve enseñándole los clubs de la Gran Manzana. Ya Víctor Merlo me había enseñado algunas cosas de su trabajo antes de ir a Berklee. Fíjate que casualidad después de tantos años… ¡Vamos a tocar juntos!

-Cita a gente de la importancia de Jordi Rossi, músico durante mucho tiempo del pianista Brad Mehldau…

-P.O.: Sí, Jordi es uno de los baterías españoles más renombrados. El trío de Brad Mehldau, imagínate, ahí no toca cualquiera. Es una persona muy simpática y con muchísimo nivel musicalmente hablando.

-Tengo entendido que el acercamiento de Chano Domínguez al piano fue bastante tardío. Nunca es tarde si la dicha es buena, se suele decir… ¿Cómo fue el acercamiento al instrumento de Polo Ortí?

-P.O.: Fue diferente, desde chiquito. Esto no quiere decir nada pues en la música lo que importa es el trabajo. El que trabaja duro aunque empiece tarde, llega. Aunque empieces a los 20 años. Mi padre era músico y a los 4 años y poco ya empezaba a jugar con el piano.

-Tremenda colección de conciertos que nos ha preparado para este Otoño Cultural la Entidad Cajacanarias… hemos disfrutado a gente de la categoría y calidad de Egberto Gismonti… ¿Es una responsabilidad para Polo y Chano dejar alto el listón de las actuaciones?

-P.O.: Ya lo creo, claro. Estar a la altura de todos ellos. Si comparamos es difícil. Yo me doy cuenta que lo primero que hago es no compararme con nadie. Sentir lo que uno toca y trabajar día a día para evolucionar. Día a día, mejorar. Ya la gente tendrá la opinión sobre lo que uno hace. Para estar contento lo primero que hay que hacer es estar contento con uno mismo. Y trabajar mucho no hay ninguna otra receta.

-Las comparaciones son odiosas que diría el dicho popular. Sin embargo, los dúos pianísticos son proclive para ello…

-P.O.: Eso sucede siempre. Sí he pensado, para evitar esas comparaciones, llevar una camisa de lentejuelas brillantes y roja para llamar la atención … (risas). Es inevitable, yo me acuerdo de aquel genial dúo de Chick Corea y Herbie Hancock. Hicieron un par de discos juntos y algunas giras. Ellos en el disco lo ponían textualmente “Esto no es un duelo es un dueto”. Aunque digan eso siempre sucede. Lo oí con un amigo y ya estaba diciéndome si le gustaba más uno o otro. Yo creo que es irrefrenable porque como se suele decir sobre gustos no hay nada escrito.

-Es su primer duelo/dueto ¿tiene experiencia?

-P.O.: Sí, con alumnos que montamos recitales. A nivel de dos pianos no. En casi todos los sitios hay un solo piano que ya es. Para montar un espectáculo de estas características hace falta una entidad que tenga recursos y evidentemente tiene que estar preparado a propósito.

-¿Qué estilos de piano van a utilizar en la velada del próximo viernes?

-P.O.: Creo que son un Steinways & sons y un Yamaha. De todos modos son de los denominados gran cola y a ese nivel los Yamaha tienen una tremenda calidad. Van a ser dos grandes pianos como los del Auditorio.

-¿Sigue en el Conservatorio de Música impartiendo clases?

-P.O.: Sí.

-Por desgracia este año tampoco podemos hablar de las clases de música moderna. ¿Es tan dificil de conseguir?

-P.O.: Sí, no hay apoyo. Si no lo hay no se puede lograr.

-¿Qué le podemos decir a los responsables de las administraciones públicas? Es tan importante para músicos de todos los tipos…

-P.O.: Sí, estamos en una sociedad plural dónde se demanda por parte de toda la gente muchas cosas. La gente quiere estudiar música clásica y tiene el derecho a hacerlo. Y lo hacen, y tienen el respaldo, y es interesante que así sea. Había ciento y pico personas que estaban interesadas en obtener clases de música moderna, estaba aprobado, el plan de estudios en el Boletín Oficial del Estado, entonces todas esas personas se merecen tener una participación en el apoyo económico que se desempeña en el Conservatorio.

-¿La decepción tuvo que ser tremenda?

-P.O. Sí y no solo mía. La gente que estaba esperando por los cursos y también los profesores que querían impartirlos.

-Polo, tiene discos de todos los colores y sabores, interesantes proyectos. Recordamos aquella ‘Suite de la amistad’, últimamente nos ha llegado un proyecto plural denominado ‘Once mensajes en una botella’ que fue provisto de fondos a través del Septenio. Compartes el trabajo con pianistas de gran nómina dentro y fuera de las islas como son los casos de Samuel Labrador y David Quevedo -este sí con sus interesantes proyectos a la espalda- ¿Qué falta para que esta gente tenga su discografía? ¿Más ayuda de las autoridades?

-P.O. Hay que valorarlos. Son grandes músicos. Los proyectos discográficos suelen ser ayudados de manera oficial. No hay mucho y entre muchos, algunos sacan el proyecto pero después no cuentan con la ayuda precisa. Se me ocurre que por ejemplo el Festival Jazz Heineken tenga ayudas para los artistas canarios. Ya lo es, es decir, ya ayuda a la gente poniendo un escenario a la gente. Pero creo que puede ir más allá. Que puede haber un intercambio con esa marca de cerveza y que publiquen o que hayan conciertos en otros sitios de Europa dónde el mismo sello auspicia esos Festivales. No soy un especialista en este tipo de cosas pero son unas pequeñas ideas que a uno se le ocurre. Hay que mejorar la situación de éstos músicos que se ven sin medio.

-Esta buena madera de músicos canarios, es tea y roble… ¿desborda las previsiones de Instituciones públicas y privadas?

-P.O. Hace falta más apoyo y una mirada a otros estilos de músicos también, de pop, de rock, de música electrónica, no solo de jazz. Hay gente con calidad. Debe haber una buena gestión de los caudales públicos. Hay fondos para dos Orquestas Sinfónicas y se gasta todo. A lo mejor, también se puede dentro de la música clásicase puede diversificar y decir “vamos a traer un ciclo de músicos de cámara”. La música clásica no es solo grandes orquestas y ópera. Con esto no estoy diciendo que se le reduzca la cuantía a ellos sino que haya para todos. Que haya más ayuda para otros.

-Para centrarnos en el concierto, este estilo de encuentros es bastante novedoso en su carrera, recordamos sus éxitos en quinteto con la compañía de músicos de la tierra como su hermano Juanjo Ortí, también Luismo Valladares al bajo y cómo no la participación de un guitarrista como Juan Vidal, “Momo, ¿Cómo se encuentra más cómodo con una formación musical extensa o con tu forma de tocar en solitario aunque sea en un mano a mano?

-P.O. La verdad es que cuanta gente hay, más libertad también. Si toco solo puedes hacerte tu propio castillo. Es la libertad total. Te dices “voy a hacer esto así, de esta manera, después voy a ir por ahí”.  Pero claro cuando tocas con más gente hay más energía de otras personas. Hay una energía diferente claro. Intento sentirme cómodo de cualquiera de las maneras.

-Pero supongo que hay más margen para la improvisación, tan importante en el jazz…

-P.O. Sí, efectivamente. Imagínate cuando tocas a gente hay que tener un acuerdo, la forma del tema. Ya seguir la forma es un corsé. Esto también está muy bien porque seguir el corsé es una manera de aprender a desarrollar la improvisación. Ahora sí, si estás solo esa forma la puedes variar si quieres. No tienes que atenerte a ello y eres más libre. No es mejor ni peor, sino diferente.

-En el disco anteriormente mentado, ‘Once mensajes en una botella’ tiene una pieza que lleva por título “Andrómeda” ¿Qué nos puede decir sobre ella?

-P.O. Resulta que había que componer una pieza sobre el cielo. Estaba relacionado todo con el Septenio. Compuse esta pieza y tuve claro que tenía que utilizar el nombre de una galaxia, es algo que siempre me ha gustado. Al mismo tiempo pensé que tenía que ser una cosa que no esté tan lejos. Me enteré que Andrómeda es la galaxia más cercana a nuestro planeta y de ahí la idea.

-Aváncenos algo que vaya a interpretar seguro el viernes… ¿puede?

-P.O. Sí, tengo que tocar una o dos piezas en solitario y Chano igual. Voy a tocar seguro una que he compuesto últimamente, es una balada y se llama, precisamente, últimamente, en inglés “Lately”. Es ínedito que no he tocado nunca en público.

-Muchas gracias por su esfuerzo ya que tiene un catarro le mantiene en el “lecho del dolor”, mande un saludo a los lectores de Creativa Canaria.com

-Un saludo y felices navidades a los oyentes de la página creativacanaria.com aunque todavía quede un mes y medio (risas).

-Así es Polo Ortí, incorregiblemente genial.