CabMySpaceCruzar la Plaza de la Constitución de La Orotava y sentarse en uno de los tradicionales bancos o en algunos de los bares que tienen sus mesas de plástico en frente de la Casa de la Cultura de San Agustín es un verdadero placer. Para ello hay que sortear convenientemente un hervidero de niños que juegan con sus pistolas de plástico con denodado afán, con la seriedad propia de la tarea. Con esa misma ilusión encontramos a Nacho Martínez, guitarra solista de Nicotine Swing uno de los pocos grupos canarios que hacen Gypsy Jazz, Jazz Manouche.

Acaban de publicar y distribuir su nuevo disco que no posee título pero que ha sido bastante bien acogido por crítica y por público. También queremos que nos explique cómo les fue en el festival en el que actuaron en Barcelona. Un par de cafés y empezamos dándole las buenas tardes.

-¿Qué tal Nacho, cómo estamos?

-Nacho Martínez: Hola, muy bien.

-¿Quiénes han participado en este primer cd homónimo del grupo?

-N.M.: Nicotine Swing lo componemos cinco personas. Daniel Morales a la guitarra rítmica, Juan Carlos Baeza al contrabajo, Pablo“Pol” Hernández al acordeón, Tata García en la voz y yo, Nacho Martínez , a la guitarra solista. El motivo de lanzar el disco sin nombre es porque es un disco de presentación lo primero que grabamos, era una muestra de los 3 años que llevamos y hacerlo lo más rápido posible. Por eso se hicieron 7 temas. En ese sentido, parecía fácil y se consiguió. Comenzamos en mayo y en octubre ya lo teníamos en la mano.

-Este proyecto había girado mucho antes de estar en la mano como lo tenemos ahora… ¿De ahí la premura en sacarlo?

-N.M.: Evidentemente, después de algunos años cada grupo tiene una meta nueva. Primero había que hacerlo bien antes de grabar. Cuando decidimos que teníamos el nivel dimos el paso para grabar. Antes cumplíamos lo justito con un estilo muy particular como es este. Después tuvimos la necesidad de hacerlo. Desde el año pasado habíamos conseguido la intención y la realidad de tocar en Festivales como el FMAC en Las Palmas, también en el Realejazz e incluso en el Festival de la Guitarra. A partir de ahí, y con la relación con Takeo se habló de la posibilidad de grabar algo. Paralelamente aparece Mon Cabrera de los estudios Balcón del Valle. Desde que nos vio tocar – en nuestro primer concierto- siempre se nos brindó y nos ofreció la posibilidad de grabar con unas condiciones muy buenas. Dedicimos tocar con Takeo y con el Balcón del Valle.

-Entonces Balcón del Valle tuvo mucho que ver en la publicación ¿no?

-N.M.: Sí, desde luego. Primero que nada por la localización del estudio. Estaba a dos pasos de todos, aquí en el Valle de la Orotava, en La Perdoma, a cinco minutos en coche. Y después, Mon nos dio una flexibilidad de horarios y para disponer del equipo que hizo la cosa muy cómodo. Es un equipo profesional. Para grabar, todo eso. La mezcla y la masterización la hizo Jonás Superstereo. Estuvimos con él dos o tres semanas y se notó su trabajo ya que es un tío muy exigente y no da un paso sin preguntarte. Es muy positivo para el resultado. A nivel de sonido lo comparas con gente del estilo y suena muy bien.

-Sobre el Jazz Manouche/Gypsy Jazz, este estilo que popularizaron Django Reinhardt y Stephane Grappelli ¿Cómo llegaron a esta etiqueta? ¿Cómo decidieron que fuera el lugar musical en el que transitaría el grupo?

-N.M.: Yo he sido siempre guitarrista y si te interesa de manera mínima este instrumento necesitas escuchar a Django. Aunque no toques jazz alguna vez te has quedado a cuadros de ver como un tío que hace setenta o ochenta años podía tocar así, con dos dedos con un accidente que tuvo con 18 años. El tío ese era un genio. Era capaz de escuchar una canción de Louis Armstrong en un vinilo, como probablemente aprendió y hacer su versión con la música de los gitanos, con muchas florituras, con un ataque muy marcado. Ahí uno descubre el modelo pero no se le plantea tocarlo ya que no es su palo y se pregunta ¿Dónde voy yo con esto? Después en mi caso de todos los que somos del grupo, fui el primero que lo descubrí. Yo no tenía compromisos con otros grupos y por mi cuenta me puse a aprenderlo, a estudiarlo sin pretensiones. Me tenía que encontrar a otro flipado para hacerlo. Y yo conocía a otro flipado pero no sabía que lo fuese como es el caso de Daniel Morales. Yo era su técnico de sonido y resulta que un buen día me dice que le encantaría tocarlo que lo había descubierto. Somos dos, después llegó el contrabajo que estudiaba con Dani en el Conservatorio y teníamos el Set básico, se apunta Pablo, y Tata y todo perfecto. Como músico tenemos la intención y cada uno teníamos cada curiosidad. El reto estaba ahí, y cuando encima suena y la gente tiene expectación y le gusta, le anima a continuar.

-En Tenerife son los únicos que rinden homenaje al Gypsy Jazz, quizá en Canarias hay otro grupo ¿Se consideran pioneros?

-N.M.: Hay otro grupo que nos consta, Le caravan guitars. Hemos contactado con ellos por Myspace y tienen un proyecto similar al nuestro ¿Pioneros? Si dentro de dos años hay dos grupos o tres más, sí. La diferencia entre un bicho raro y un pionero es que el primero se queda solo y el pionero es el que marca una escuela. Estamos hablando con otros músicos. Lo que hace ilusión, más allá de si eres el primero es dar a conocer este acontecer particular de la música. Que la gente lo disfrute y lo conozca. Ello sin tenerse que ir a Francia, a Madrid o a Barcelona en dónde hay un poquito más de escena, pero no te creas que mucho más.

-¿Cuáles van a ser algunas de esas colaboraciones?

-N.M.: Todavía no las hemos concretado. Tenemos a gente que se acercó después de la última actuación del Café Siete, en La Laguna. Esperemos que esté todo atado para el concierto que tenemos en enero en el Café Quilombo de aquí de La Orotava. Queremos invitar a dos personas para que estén en un par de temas. Te puedo decir que es un violín y un clarinete. Esa es la idea.

-El conjunto de presentaciones de este disco, ¿Cómo se encontraron por Tenerife y qué tal la experiencia en Barcelona?

-N.M.: En Barcelona lo que nos encontramos fue una gente que son músicos que están en la misma situación que nosotros y que, a la par, son organizadores de un festival de este estilo musical. Sí hay una pequeña escena, tienen en el Pipa Club una jam session semanal. Imagínate el panorama, un Festival primerizo, con toda la ilusión, hecho por músicos del estilo, tratar con gente que está haciendo el mismo rollo que nosotros, eso ya era buenísimo y después en un sitio como Barcelona, donde tocaba el mismo día Chick Corea. Tiene una escena impresionante. Tuvimos espectadores, además espectadores que van a ver eso específicamente. Los organizadores se subieron con nosotros en un par de temas. Fue de lo mejor que le ha pasado al grupo. Salimos de allí diciendo que si el grupo se disolvía el día siguiente no pasaba nada, habíamos cumplido nuestro objetivo. Contamos para los billetes con la inestimable ayuda de Canarias Crea, imagínate. El festival ya no tenía presupuesto cuando nos contrató. Nos quedamos en casa de amigos y no cobramos pero valía la pena, ya que era el primer Festival de Jazz Manouche que se hacía en el Estado.

-¿Podría haber una experiencia como ese Festival aquí en Canarias?

-N.M.: A mí me recuerda algo, algo que vi en vuestra web creativacanaria.com. Fue una entrevista a Antonio Hernández, una banda de Dixieland, sabía que existían pero no los había visto en una web con su entrevista. En este fenómeno de revisión más allá del rock pop anglosajón hay un resurgir de estas músicas. No sería tan raro que hubiese un resurgir de estas músicas y de aquí a un par de años que haya otros estilos además del jazz, jazz fusión, rock, pop. Seguirá siendo minoritario, pero si hay un par de grupos más el festival podría hacerse trayendo a alguien quizá de Francia.

-El disco son siete canciones, dos del grupo y algunos clásicos… ¿Cómo fue la selección de los temas?

-N.M.: Sabíamos que iban a ser siete canciones. Sabíamos que íbamos a incluir nuestros dos temas originales ‘La mitad’ y ‘El final del mundo’. Se intentó abarcar lo que hacía el grupo, por ejemplo ‘Hungaria’, que es de Django y Grappelli. Y en el caso de ‘Tu vuo fa l’americano’ dio la casualidad que en verano se puso de moda la versión pachanguera, nosotros llevamos tocándola dos años y medio. Había gente que descubría por nosotros este tema o por una popular película que salió hace unos años. Todo fue una muestra de lo que hacemos desde el estilo Jazz Manouche. La canción de Carosone es otra cosa, era medio swing/jazzera con big band. Nosotros conservamos lo fundamental, pero la llevamos a nuestro estilo.

-Esta música es especialmente bienvenida en un país como Francia en dónde ha habido últimamente una legislación bastante restrictiva con respecto a la etnia gitana… ¿Qué lectura hace un grupo como el de ustedes de esta normativa?

-N.M.: Hombre, hay que hacer una matización, entre ellos mismos los gitanos se autodenominan Manouche, como los gitanos franceses, los españoles, los caló, y los rumanos. Es una matización nada más. Es una barbaridad el tema de la deportación, porque lo es, de los gitanos sin distinguir de quien es delincuente o del que no. No es nada nuevo. No es por motivos de cultura, si tienes un par de principios morales te parece espantoso.

-Salude a los visitantes de Creativacanaria.com

-N.M.: Un saludo a toda la gente que hace y lee creativacanaria.com que es una iniciativa muy buena. Con muy buena calidad, y necesario para los que estamos interesados en la cultura en Canarias.