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La Sala Insular de Teatro (SIT) acoge este fin de semana una nueva edición del Festival En Conexión (FEX), certamen organizado por Ángel Clavijo que se ha consolidado como una de las grandes apuestas por los nuevos talentos y tendencias surgidos en Gran Canaria.

Como cada año, en 2022, FEX se dividirá en dos jornadas. El viernes, a partir de las 18.00 horas, tendrán lugar las charlas ‘Xperiencias’, a cargo del iluminador Jonay Díaz y del innovador turístico Manuel Cabezudo.

También en esa jornada, a partir de las 19.00, se presentará el proyecto de ilustración y animación que alumnado de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Gran Canaria ha preparado junto al grupo Belice. Con influencias del synthpop y el pop más puro, Belice, que el año pasado publicó su primer trabajo de estudio, ‘Historias de planetas’, basa sus composiciones en el indie-rock y grupos como Foals o Tame Impala.

Sábado

Al día siguiente (20.30), serán los artistas Ant Cosmos (Javier Auserón) y Mel Ömana quienes presenten un espectáculo expresamente creado para el FEX22 en el que composiciones de ambos serán reinterpretadas o compuestas para la ocasión. A solo diez euros, las entradas para esta segunda jornada se encuentran a la venta en la taquilla del Teatro Cuyás, en la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria, y en la web www.salainsulardeteatro.com. Además, antes del espectáculo, lo estarán también en la taquilla de la propia SIT, en la avenida Primero de Mayo.

Ant Cosmos muestra desde Gran Canaria un pop ecléctico elegante y seductor que fusiona indie, synthpop, reggeaton y bedroom pop. En 2022, ha lanzado su primer disco, ‘Dos gatos’, con canciones como ‘Llámame’, ‘Dos lágrimas’, ‘Dos peces’ o ‘No sé’.

Por su parte, Mel Ömana, que llega con un mensaje de amor, libertad e igualdad servido en una “macedonia fresquita” donde la papaya (la mujer) cobra protagonismo, es fruto de las circunstancias. Compositora y cantante desde 2007, en 2016 comienza a viralizarse el trabajo de esta cantautora con guitarra y ukelele. Tras un proceso personal marcado por un trastorno de ansiedad, la artista marcha en 2017 a Cuba. Allí, se deja embriagar por el folclore local y comienza su primer proyecto profesional de latin rap, ‘Eat Papaya’, que poco después se materializa durante una estancia en Lisboa.

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