IMG_20150816_151314La contundente presente entrega de Canción a quemarropa consta de 4 músicos con diferentes procedencias, tendencias y gustos. Nuestros invitados de hoy son José Alberto Medina, Tobias Backhaus, Theo Croker y Naomi Higuchi. En primer lugar, vamos a hablar con José Alberto Medina(pianista) sobre su labor a través de Fábrica La Isleta, el lugar en donde están coincidiendo gran parte de los esfuerzos culturales y creativos de Las Palmas de Gran Canaria. El espacio, sito en la calle Princesa Guayarmina 54 de la capital, provee no sólo conciertos y clases musicales sino participaciones en otras artes como la pintura o la danza. De manera paralela a su habitual terreno de composiciones, conciertos y ediciones musicales, José Alberto cruza la frontera y se pone también a coordinar el sueño de muchos artistas que acuden a esas rojas puertas de asociacionismo cultural.

También vamos a «viajar» a Alemania, sin salir de la habitación, hablaremos con Tobias Backhaus, batería, que nos contará sobre sus últimas ediciones y su participación en el Bimbache OpenArt en Frontera (El Hierro) en su edición décimo primera ¿Cuál fue la génesis de este espacio intensivo de arte musical de vanguardia mezclado con folk? ¿Qué aporta Canarias en ese contexto? Lo sabremos. De Alemania a Estados Unidos, Theo Croker, trompetista, también nos hará partícipes de sus planes. Una continuación de su trabajo ya testado en ‘Afro Physicist’ y que hemos disfrutado en directo en el pasado Festival Internacional Canarias Jazz & Más. Y como última participante, última pero no menos importante, hablamos con Naomi Higuchi, cantante natural de Las Palmas que ha estado finalizando sus estudios en la Escuela Superior de Música del País Vasco, Musikene, y que también comentará pormenores sobre sus proyectos pasados, presentes y futuros. Canción a quemarropa viaja a través de protagonistas por parajes remotos sin salir de La Isleta, en Gran Canaria.

– ¿Cómo empezó este centro cultural que se llama la Fábrica La Isleta en Las Palmas de Gran Canaria? ¿Cómo lo define?

– José Alberto Medina: Es un centro donde la gente y el arte se encuentra. Aquí suceden cosas increíbles. El arte se sitúa no sólo en la música, sino en la danza, en el teatro y en otras formas que a veces, cuando eres músico, sólo ves ritmo, tiempo o música. Hay una sociedad y otras maneras de ver la vida, de compartir y disfrutar ese momento en cada segundo, y con nuestros pocos recursos, en La Isleta somos casi una casualidad. Estamos en pleno centro de un barrio que estaba mal visto. Somos punto de encuentro de toda la gente que viene a fabricar en el momento arte. Vamos tirando a mezclar y eso es lo bonito, cada uno viene para aportar su grano de arena y hacer una nueva realidad. Es nuestra idea.

– ¿Barrios que se revelan a su «papel» en la sociedad? En otras ciudades, conocemos a barrios que se revolucionan y que acaban siendo sitios «de moda» ¿Le puede pasar esto a La Isleta?

– J.A.M.: Yo he vivido 16 años en Barcelona y esto mismo pasó en El Raval. Y era igual, todavía hay robos, etcétera pero ha cambiado muchísimo. Sitios que parecían Harlem muchos años atrás. Ahora mismo en esa zona está Robadors, un sitio excelente para tocar y a donde van artistas de todas las características. Yo creo que en Las Palmas de Gran Canaria esto no existía. Ha sido una casualidad del destino que estemos en este barrio pero cuando las cosas las dejas fluir, pasan situaciones como éstas.

– ¿Quiénes han pasado por aquí en este fin de semana de agosto?

– J.A.M.: Amit Mishra de la India, por ejemplo, Torsten de Winkel o quienes nos acompañan hoy también, Tobias Backhaus, ambos de Alemania, Theo Croker de USA, Naomi Higuchi de Las Palmas de Gran Canaria. Se acercan de manera casual y van creando entre todos la realidad del espacio.

– ¿Es usted más de llevar Fábrica La Isleta con puño de acero o de dejar crecer?

– J.A.M.: Comparto la idea de la autogestión. Me gustaría todavía poder desprenderme más de tanta responsabilidad.

– ¿La perla o las perlas del año?

– J.A.M.: Todas las personas son igual de importantes, pero sí hay algunos más significativos. Me marcó mucho el músico Chico Pinheiro, el guitarrista brasileño. Estuvo compartiendo con mucha gente. Cada uno tiene una visión sobre el arte y sobre la vida. No destaco a nadie porque todos tienen la misma importancia, desde la primera persona que se acerca con 16 ó 17 años a alguien que quiere bailar. Desde el público o cualquier informador, eso representa la Fábrica.

– Vamos a hablar con Tobias Backhaus, preséntese

– Tobias Backhaus : Soy músico de jazz. Tengo 31 años, vivo en Berlin hace 10 años y nací en una ciudad pequeña cerca de Frankfurt Am Main. Soy batería y toco con mucha gente diferente.

– Cite a algunos…

– T.B.: Por ejemplo, el gran trompetista Till Brönner, uno de los más reconocidos. También Tony Lakatos y Torsten de Winkel, por nombrar sólo a algunos. También canarios como Kike Perdomo. Referirnos a todos es casi imposible.

– ¿Qué ha grabado últimamente?

– T.B.: Salió hace relativamente poco, quizás un año que se llama Lotus Eaters, que se llama ‘For very sad and very tired Lotus Eaters’ con un saxofonista muy reconocido que se llama Wanja Slavin. Un homenaje a temas preferidos de este artista, pero con sus composiciones en los estilos que quería tributar. Estoy bastante orgulloso de haber estado participando en este labor. También he trabajado con Bastian Stein, un trompetista de Viena, con el sello discográfico Piruet de Münich. Muchos, muchos (risas).

– Sospechamos que está aquí en Canarias por el festival que se hace en El Hierro, Bimbache Openart. Viene aquí cada verano…

– T.B.: Torsten conoció a Sabine hace tiempo. Ella es de Hamburgo pero vive en la Isla del meridiano. Estaba con él en Fuerteventura hace ya bastantes años y de ella surgió la idea de realizar un festival en esta isla. Al principio lo vimos de manera de extraña pero comenzamos a tocar con gente como una cantante peluquera y resultó que era familiar de Valentina la de Sabinosa. A nosotros nos gustó un montón, no dejamos de repetirlo. Las cosas se fueron repitiendo y ya sin casi darnos cuenta estamos en el año 11 de este proyecto.

– En un valle extraordinario, como en Frontera, cada agosto se mezclan músicos canarios y de otras latitudes ¿Qué tiene de especial un lugar como El Hierro? Música vanguardista y folklore…

– T.B.: Para mí, lo más especial es su gente y la naturaleza (risas). Hay mucha gente que vienen para compartir y no es sólo que uno vaya a tocar su propia música sino que también comparte su arte y aprende a hacer varios estilos de música. Después de cada sesión y de cada año uno se queda con la cabeza «rota» de tantos conceptos. Contamos con artistas como la gran María Mérida. Tiene 80 y largos años y vino al Festival y mostró una apertura total a músicas folklóricas y a artistas de jazz. Nunca estuvo cerrada a añadir nuevos conceptos y arreglos a su propia música. Todo eso con una edad importante, eso me impresiona mucho. Es un ejemplo perfecto para lo que intentamos crear en la isla.

– Glorias de la canción canaria pero también nuevos valores, Beselch Rodríguez de Tenerife y también Claudia Álamo de la Isla del Meridiano ¿Cree que esta integración generacional es beneficiosa para el evento?

– T.B.: No hay duda de ello, absolutamente.

«Cuando estoy detrás de Dee Dee (Bridgewater), siento que su energía es muy potente. Te puede influir en muchos sentidos, a veces en las cosas más sencillas, aprendes en cada movimiento sencillamente repitiéndolo y te lleva a sitios que tu ni si quiera sospechabas. Tiene una gran energía y es sencillamente una leyenda. Cuando tocas con ella adquieres muchas cosas de las que sabe».

Nos mudamos de continente y conectamos con Theo Croker ¿De dónde viene Theo Croker?

– Theo Croker.: Comencé a tocar música en la escuela. Cuando tenía 10 años de edad en mi lugar de origen Leesburg (Florida).

– Su último disco tiene algo así como un año, ‘Afro Physicist’ (Okeh Records) ¿Qué nos puede contar de él?

– T.C.: Es una especie de colección de canciones durante el tiempo que he vivido en New York. Algunas de las canciones que he tocado con mi banda y otros temas que he escrito para algunas vocalistas con las que he tenido la fortuna de colaborar y hacer arreglos como por ejemplo Dee Dee Bridgewater.

– ¿Qué diferencia hay entre tocar con gente como Dee Dee Bridgewater y su propia música?

– T.C.: Cuando estoy detrás de Dee Dee, siento que su energía es muy potente. Te puede influir en muchos sentidos, a veces en las cosas más sencillas, aprendes en cada movimiento sencillamente repitiéndolo y te lleva a sitios que tu ni si quiera sospechabas. Tiene una gran energía y es sencillamente una leyenda. Cuando tocas con ella adquieres muchas cosas de las que ella sabe.

– Aprende mucho con ella…

– T.C.: (Risas) Sí, desde luego. Muchísimo y todo el tiempo.

– Lleva usted viviendo como un mes en las Islas Canarias, después de finalizar su participación en el Festival de jazz de las islas ¿Cómo se siente?

– T.C.: (Con cambio de acento) Estoy descubriendo los sabores canarios (muchas risas).

– Uno de esos sabores fue precisamente el Festival Internacional Canarias Jazz & Más ¿Cómo fue su concurso en el mismo?

– T.C.: La gente parecía muy contenta en el concierto ante la posibilidad de ver música en directo. Es bastante bueno. El tiempo es sencillamente fantástico, tanto el sol como el agua es maravillosa, puedo decir que me encanta. Puedo hacer cualquier cosa ahora por Canarias.

– Queremos una palabra por canción. Sólo una…

– Alapa (For Doc): Abuelo Realize: Levántate. It’s not you, it’s me (but you didn’t help): Honestidad. Light Skinned Beauty: Sabor. Waiting your love: Romántico. Save your love for me: clásica. Visions: Stevie. The Fundamentals: básica. Roy Allan: Roy Hargrove. Moody’s Mood For Love: estándar. I can’t help: Michael. Bo Masakela: Hugh.

¡Nunca había hecho esto nunca! (Muchas risas).

– Le vimos tocar algún estándar en Fábrica La Isleta, por ejemplo Oleo (Sonny Rollins) ¿Qué prefiere tocar sus propias canciones o los estándares por todos conocidos?

– T.C.: Prefiero hacer canciones que no conozco. Sencillamente nueva. Me gustan los estándares y desde luego gasto mucho tiempo practicándolos. Siempre los estamos tocando y es una manera de hacerlo cada vez mejor. Creo que una manera de llamarlo estándares lo convierte en una clasificación y no me gusta del todo porque eso no sería jazz. Son como las canciones pop que algunos decidieron que fueran estándares ¡Vaya me he vuelto profundo! (más risas).

¿Conoce El Hierro y el Bimbache OpenArt?

– T.C.: Sí, he oído algo sobre ello.

– Sería bueno que estuviese usted por ejemplo el próximo año…

– T.C.: Buenísimo.

– ¿Qué podemos esperar un nuevo trabajo de Theo Croker próximamente? ¿Parece ser que hay un EP en cartera o en trabajo?

– T.C.: La verdad que más que en trabajo tanto el CD como el EP está acabado. El EP saldrá en octubre de este mismo año y para el disco habrá que esperar hasta febrero. Están ambos acabados.

– ¿Tienen nombre?

– T.C.: El nombre del EP es ‘Dark funk’ y no tenemos un nombre todavía para el disco. Algunas de las canciones del CD estarán previamente en el álbum y va a servir como una «previa» al mismo. Hemos introducido algunas canciones de Wayne Shorter y de Joe Henderson. El EP es bastante corto, constará de 5 canciones, unos 15 minutos. Será como un «set».

– ¿Hay muchas diferencias entre este disco que nos anuncia y ‘Afro Physicist’?

– T.C.: Es diferente pero si a les gusta lo que hemos hecho habitualmente, les gustará. No cambié, sólo cambió lo que me envuelve (risas). Ha participado mi banda de trabajo de siempre, muy fresco. En una de las sesiones estábamos probando un micro y el ingeniero estaba grabando, tocamos 45 minutos, sin hablarlo apenas, y algunas de ellas las hemos conservado para este proyecto nuevo. Sonaban muy bien.

– Coincidimos en que suena muy fresco, entonces…

– T.C.: Es que ha sido mi banda en los últimos años. Gente como Kassa Overall a la batería, Eric Wheeler al bajo, Irwin Hall al saxo, Anthony Ware, también al saxo y Michael King a los teclados. Ha sido la banda que ha girado con Dee Dee y conmigo y ha sido muy fácil para mí, tenemos mucho trabajo y mucho material. Hemos tocado algunas canciones como ‘Shades of Jade’ de Joe Henderson y ‘Water babies’ de Wayne Shorter y algún material mucho más libre, más «free». También una canción reggae mía que se llama ‘What if’ y otras como ‘Real episode’.

– ¿Qué significó para usted la figura de Michael Jackson? ¿Fue una de sus referencias musicales?

-T.C.: Hemos incluido en el pasado disco una canción de Jackson y de Stevie Wonder. En ella puedes escuchar los acordes de Stevie y también la melodía de Michael. Me pareció bastante único poder aunar a ambos con tanto talento en una sola canción. No la he oído nunca cantada por Stevie pero sí tocada.

– Díganos un lugar en donde le gustaría especialmente tocar en Nueva York

– Me encanta tocar en New York, ¿Algún sitio especial? ¡No sé! Bueno… ¡Carnegie Hall! ¡Aunque no he tocado nunca ahí! (risas).

– Lo hará…

– T.C.: ¡Seguro! (más risas).

– Esperamos verle otra vez por nuestras islas.

– T.C.: Espero que sea así.

– Seguimos viajando y volvemos a Las Palmas de Gran Canaria, Naomi Higuchi, ¿Quién es? ¿De dónde viene?

– Naomi Higuchi: Nací aquí en esta ciudad y he estado algunos años fuera estudiando. Ahora estoy volviendo a mi tierra.

– Ha estado estudiando en un lugar como Musikene en San Sebastián, en el País Vasco ¿Cómo han sido sus sensaciones?

– N.H.: Realmente cuando llegué no sabía lo que me esperaba. Quería estudiar música que era algo que me gustaba mucho. Allí lo que era divertimento se convirtió en trabajo. El cambio y entrar en el mundo de la música. Fue un paso grande y me costó bastante tiempo. Ahora lo estoy empezando a sentir un poco. Ha sido una experiencia que me ha cambiado mucho.

– Se puede decir que es usted muy joven, tremendo quinteto con música de los años 50 y 60 ¿Qué le lleva a usted alguien con 20 y pocos años a ese repertorio tan clásico?

– N.H.: Lo de ayer por ejemplo fueron Standards porque ha sido lo que he estudiado en Musikene. Es mi instrumento y es lo que utilizo para poderme comunicar con otros músicos. Es expresión, comprender, compartir. Fueron Standards por ello pero la música que me gusta a mí es más moderna. Como tenemos esta herramienta poderosa que consigue reunir a mucha gente de diferentes sitios, de diferentes ideas y particularidades, en un único lugar, es bonito compartir con la gente que está viendo también. Es un juego muy bonito.

– Compartió usted aquí en La Isleta con algunos interesantes músicos ¿Cómo los eligió o fueron ellos los que hicieron la elección?

– N.H.: Fue curioso. Por ejemplo, el caso de Arturo Valero ha sido compañero mío los cuatro años que llevamos en Musikene, tenía la idea de venir a Canarias y le invité. En el caso de Theo Croker lo conocí en Donosti ya que tocó en el Festival de esa ciudad. Conviví con él y lo invitamos. A José Alberto Medina lo he conocido ahora ya que he buscado un lugar como este donde se generara música. Donde se fuese a compartir, a hacer jam sessions etcétera. En el caso de Luis Merino, él me introdujo en este mundo del estudio superior. Fue coger lo nuevo, lo viejo y lo que está surgiendo así se formó el «tinglado» este. No fue premeditado y eso también tiene su magia.

– No podemos evitar preguntarle sobre sus referencias como cantante de jazz ¿Quiénes son sus referencias más directas?

– N.H.: Hay muchas cantantes típicas que he seguido como por ejemplo Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan pero quizás la que más me ha marcado ha sido Betty Carter que es más desconocida. Creo que tiene muchísimo que decir y ha sido algo olvidada como gran diva que es. Como cantantes actuales me gustan mucho Gretchen Parlato, Becca Stevens, Dee Dee Bridgewater, todas esas.

– ¿Se ve publicando en un horizonte cercano algún disco?

– N.H.: Como cantante no me queda mucha más alternativa. Como instrumento secundario podríamos hacer voces secundarias pero en ese campo no tenemos mucho donde poder dejar tu huella. Claro que me gustaría hacer mi música pero todavía no me lo he planteado. Hasta ahora ha sido la misión encontrar un momento para juntar a músicos y echarme a volar y desarrollar. Me estoy planteando publicar ahora.

– Se foguea mucho en los conciertos en directo, suponemos ¿Tiene pensado volver a la península o quedarse por nuestras islas?

– N.H.: En septiembre me vuelvo al País Vasco para entregar el trabajo final de carrera y así nos quitaríamos eso de arriba (risas). Me encantaría viajar a lugares como Marruecos o Japón que son los países de mis padres. Absorber la cultura, la perspectiva de vida y la música, así como no perder el contacto con estos artistas con los que estoy. Me gustaría idear algo con base que pase por ellos.

– Muchas gracias a todos por esta entrevista a cuatro…

– Todos: ¡Muchas gracias!

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