caqr‘Cine y Jazz’ es una de las últimas producciones del escritor Carlos Aguilar, publicada a través de ‘Cátedra. Signo e imagen’ en el recién pasado año 2013. En esta pieza se contrastan y se conectan dos de las pasiones más grandes para mucha gente, mundos de celuloide y de notas improvisadas. Películas, documentales, cineastas, compositores, instrumentistas, discos ¿Cómo se puede comprender la actualidad y el acontecer en el jazz sin la participación de otro de los mundos más importantes del ocio en el S. XX y de lo que llevamos en el XXI, el cine? El libro resulta un lujoso índice en el que se va desgranando cada uno de los aspectos fundamentales y de las personas que han tenido algo que ver en la Historia de ambos fenómenos.

Abrir al azar este auténtico diccionario supone una cita con nombres como Louis Malle, Orfeo Negro, Diana Ross haciendo de Billie Holiday en ‘El ocaso de una estrella’ o el de Gerry Mulligan en ‘Jazz on a Summer’s Day’, por poner sólo unos ejemplos. Un libro que acopla dos mundos y lo hace con una lujosa introducción, en ella el autor reflexiona sobre el nacimiento de los dos planetas a los que nos acercamos. En el concurso de la entrevista, Aguilar también nos recuerda que acaba de publicar otro libro, con el western de protagonista, ‘Un hombre, cinco balas’. Lo dicho, jazz y cine, cine y jazz, dos artes, dos estrellas fusionadas por Carlos Aguilar ¡Totalmente indicado para los amantes de ambos lugares comunes! A propósito, felices fiestas y año nuevo

– Carlos Aguilar, nos gustaría que para comenzar la entrevista se presentase ¿Cómo surgió en usted la necesidad de publicar libros? ¿En sus tarjetas pone la palabra escritor, en el lugar de trabajo?

C.A.: Surgió de forma innata, a los doce o trece años de edad. Ya en los cuadernos del colegio escribía relatos, y hacia los catorce comencé a hacer una ficha de cada película que veía, con los datos técnicos por un lado y mi comentario adolescente al dorso. En cuanto a las tarjetas, la verdad es que no pongo mi profesión. Pero, ahora que lo dices, no es mala idea para cuando tenga que hacer más.

– Ha publicado un libro con un sonoro título ‘Cine y Jazz’ ¿Cómo fue la génesis y el desarrollo de este proyecto?

– C.A.: Pensé que hacía falta un libro así, y me consideré cualificado para escribirlo. Me parecía de lo más apetecible, todo un desafío debido a la complejidad que entraña. Además, iba a representar un capítulo particular en mi trayectoria de escritor, lo cual siempre es estimulante para nosotros, nos anima mucho.

– Preséntenos el proyecto ¿Se puede considerar que es un diccionario de eventos, personajes, películas y anécdotas sobre la interacción sobre el cine y el jazz?

C.A.: En efecto. La idea era iluminar el vínculo entre cine y jazz desde diferentes ángulos; de forma poliédrica, si se quiere. De este modo, el lector obtendría una visión del fenómeno de manera ágil y complementando informaciones.

«¿La actuación de Dexter Gordon en ‘Round Midnight’ de Tavernier (1986)? Me parece positivamente asombrosa la interpretación de Gordon. Sin ser un profesional de la actuación, confiere al personaje una verosimilitud intensísima, y brinda un montón de planos en verdad sobrecogedores, de todo punto inolvidables.»

– Hablemos un poco de jazz ¿Recuerda un poco como se inició en este estilo tan particular de música? ¿Quizás recuerda el primer concierto que le sorprendió?

– C.A.: Me inicié gracias al cine. Yo casi todo lo he descubierto gracias al cine, le debo al cine tanto que tardaría mucho tiempo en desglosarlo. Y mi pasión por el jazz surgió gracias a mi cinefilia, fue desarrollándose en temprana edad a partir del aprecio y disfrute de películas que me marcaron entonces. En cuanto a conciertos, el primero que vi ya me sorprendió lo suyo, era de Lou Bennett, el mítico organista, ya fallecido.

– En el libro ‘Cine y Jazz’ no se centra sólo en las películas sino que tiene también una dedicatoria para el documental ¿Qué peso tienen éstos en el libro?

– C.A.: El peso que corresponde lógicamente a su entidad y su interés. Por lo común, los documentales acerca de aspectos generales o particulares del Jazz están muy trabajados, y hechos por gente perfectamente cualificada.

– Abrimos el libro al azar y nos encontramos con el semblante de la leyenda de la guitarra de jazz Jim Hall y si leemos un poco llegamos a un nombre como el de Chico Hamilton, de reciente fallecimiento ambos. En su opinión, ¿Es importante acumular en libros el nombre y la trayectoria laboral de estos genios para que no se olviden? ¿Cómo llegó al trabajo de Hamilton y de Hall?

– C.A.: Por supuesto que es importante, incluso imprescindible. A Hamilton lo conocí por las bandas sonoras de dos películas tan importantes como ‘Repulsión’ y ‘Chantaje en Broadway’, después ya le fui valorando como jazzman en sí mismo. Lo contrario de Hall, a quien, cine aparte, conocí por su extraordinaria versión jazzistica del ‘Concierto de Aranjuez’, con Paul Desmond al saxo alto y Chet Baker en la trompeta, principalmente.

– Sabemos que es nieto de músico pero ¿Tiene afición o toca algún instrumento musical?

– C.A.: Por desgracia, no. Gracias a mi abuelo, aprendí un poco de solfeo, de teoría. Y a aporrear el piano. Pero no lo suficiente, para su desgracia y la mía fui incapaz de aprender a tocarlo realmente.

– A la hora de hacer el acopio de las películas, documentales, actores, actrices, músicos ¿Se dejó llevar por sus gustos musicales y de cine o fue lo más neutral posible en ese sentido?

– C.A.: Pues un poco de ambas cosas. Hay entradas que eran insoslayables (Frank Sinatra, por ejemplo, que a mí no me gusta, me parece enormemente sobrevalorado) y otras más, si se quiere, forzadas (Lester Young, a quien encuentro genial, pero apenas participó en películas). En cualquier caso, y como suele decirse, «no están todos los que son, pero son todos los que están». Además, advierto en el prólogo que el libro no pretende ser exhaustivo, porque es imposible, sino representativo. Y sin duda lo es, puesto que comprende más de quinientas entradas, referidas a toda clase de épocas, fenómenos y países, incluyendo, por ejemplo, México y Japón, de los cuales nunca se habla, injustamente, a la hora de escribir sobre jazz.

– ‘Cine y Jazz’ ¿A quién se le ocurrió la brillante portada con un icono jazzero y otro del cine? ¿Son Marilyn y Fitzgerald las dos figuras más reconocibles de ambas materias?

C.A.: Fue mía. Conocía la imagen, y me fascinaba. Debido a su enorme fuerza visual y a la pluralidad de sentidos que entraña, suponía la portada ideal. Ellas quizá no sean exactamente las figuras más reconocibles de sus respectivas especialidades, pero frisan con tal categoría, y en cualquier caso son perfectamente emblemáticas.

– ¿Se atrevería a hacer un podio de películas que combinan el cine y el jazz? ¿Entre todas tiene alguna película o documental fetiche que no deje de visionar cada cierto tiempo?

– C.A.: Es tan difícil… Pero dentro del cine moderno destacaría ‘La leyenda del pianista en el océano’, ‘Alrededor de la medianoche’ y ‘Bird’, para elegir de cineastas de diferente nacionalidad. En cuanto a film-fetiche, sin duda escojo ‘Fine and Mellow’, una filmación televisiva de magia singular, en la cual Billie Holiday canta este tema flanqueada por un increíble número de divos del Jazz, en cabeza el referido Lester Young.

– Pongamos por caso que esta entrevista la está leyendo un joven que no está forzosamente instruido ni en cine ni en jazz ¿Qué film sería el adecuado para que fuera entrando en esto que puede considerarse como dos pasiones?

– C.A.: Alguno del cine clásico americano, tipo ‘Música y lágrimas’, que está muy bien hecho y tiene bastante encanto. El Swing de los años 30-40 es ideal para iniciarse en el Jazz.

– La presentación del libro se realizó, como no podía ser de otra manera, con músicos de jazz como Antonio Serrano o Jerry González. Nombres que ya tienen una importante trayectoria a nivel musical ¿En qué consistió la presentación? ¿Hubo música en directo? ¿Por qué eligió a esos dos nombres?

– C.A.: Serrano y González me parecen dos de los jazzmen principales en activo, además tengo la suerte y el honor de conocerlos en persona desde hace tiempo. Pero me explico, en realidad se han celebrado dos presentaciones. La primera, en el Café Central de Madrid, antes de un concierto, en efecto, de Jerry González, presidiendo un cuarteto completado por nada menos que Javier Colina, contrabajo, Kiki Ferrer, batería, y Javier Gutiérrez Massó, alias ‘Caramelo’, al piano. Y la segunda, con Serrano, en el Cine Doré-Filmoteca Española, antes de la proyección de ‘Alrededor de la medianoche’.

– ¿Por qué eligió Cátedra, signo e imagen, para publicar este libro? ¿Qué le proporciona especialmente a un escritor una editorial?

– C.A.: He publicado varios libros con Cátedra, de hecho más con ellos que con ninguna otra editorial; por ende, la confianza que nos une desde años atrás es idónea para colaborar. De ahí que les presentara el proyecto cuando ya estaba bastante adelantado, o sea en un momento del proceso en que podían formarse idea de aquello en que podía desembocar. Les encantó, hasta el punto de plantear la edición en unos términos que pueden tacharse de lujosos: tapa dura, papel óptimo y cientos de ilustraciones, en color y blanco y negro. Al autor, la editorial debe proporcionarle rigor y honestidad, calidad y respuesta en todas las preguntas que se derivan del hecho de situar un libro en el mercado. Y yo siempre he encontrado esto en Cátedra.

– Le dedica un extenso artículo a ‘Round midnight’ (alrededor de media noche) de Bernard Tavernier, publicada en 1986, una de nuestras películas fetiches ¿Es probablemente uno de los films que más retratan la desordenada vida de un músico?

– C.A.: Sin duda. Además lo hace identificando el propio desorden de la vida del jazzmen con una estructura cinematográfica particular, que desprecia la linealidad al uso, y prefiere las elipsis, los desvíos…

– Siguiendo con ‘Round Midnight’ de Tavernier y como experto en cine ¿Cómo valoraría la actuación como actores de músicos como el saxofonista Dexter Gordon o el pianista Herbie Hancock que salen en la película? En el caso de Gordon, como protagonista.

– C.A.: Me parece positivamente asombrosa la interpretación de Gordon. Sin ser un profesional de la actuación, confiere al personaje una verosimilitud intensísima, y brinda un montón de planos en verdad sobrecogedores, de todo punto inolvidables. Hancock desempeña un rol secundario sin especiales complicaciones, pero lo resuelve muy bien, con la naturalidad adecuada.

– Además de este libro, insistimos, sobre dos pasiones, el cine y el jazz ¿Tiene algún proyecto en cartera de próxima o de reciente publicación?

– C.A.: Hace un par de semanas ha aparecido mi quinta novela, ‘Un hombre, cinco balas’. Me hace mucha ilusión, porque gracias a ella vuelve el western al panorama editorial español con una novela recién escrita y española, no con reediciones de bolsilibros nacionales ni con traducciones de viejas novelas americanas, que es lo que se estaba haciendo hasta publicarse la mía. Encierra otra particularidad, cual es la de estar ilustrada con fotogramas de películas, en los cuales aparecen los intérpretes que me han inspirado los personajes. Esto nunca se había hecho en ninguna novela, ni en España ni en país alguno. Me encanta cómo ha quedado, la maquetación y diseño de Javier G. Romero revelan mucho talento, y la editorial, Calamar, lo ha rematado mediante un acabado exquisito. Y no faltan los ramalazos musicales, por supuesto. En cuanto a proyectos, estoy atando cabos para un par de ellos, pero todavía es pronto para anticipar nada.

– Todos sabemos que el cine, los musicales y demás fueron de vital importancia para elaborar el famoso ‘A real book’ o libro de estándares. Queremos aprovechar su estudio del tema para que valore en un porcentaje la cantidad de estándares que se hicieron famosos y a la postre canciones de jazz gracias al cine…

– C.A.: Es incalculable. Pero siento una debilidad particular por ‘My Funny Valentine’, que en cine han cantado Kim Novak, Jane Russell y Michelle Pfeiffer, y en discos de jazz aparece en infinidad de versiones, dentro de las cuales me encantan la instrumental del ‘Less Piano Quartet’ y la cantada por Eartha Kitt.

– Exceptuando a Woody Allen quien probablemente sea el caso más conocido ¿Conoce a algún cineasta que a la vez sea un excelente músico de jazz?

– C.A.: Bueno, excelente quizá no. Pero muy aceptable es el caso de Clint Eastwood con el piano, de toda la vida, o de Pupi Avati y Neil Jordan, respectivamente con el clarinete y el saxo, en su juventud.

– Para acabar esta entrevista nos gustaría que mandara un saludo a los lectores de creativacanaria.com, y que nos recordara las fórmulas para comprar el libro ¿Está en todas las librerías del país?

– C.A.: Mando con mucho gusto un ‘abrazote’ para todos los lectores, y os aseguro que el libro se encuentra muy bien distribuido en la totalidad del país. Empero, si no se encuentra con facilidad, que lo dudo, puede encargarse a librerías como la madrileña El Argonauta, especializada en música.