Miguel_Angel_RamirezLas banderas verdes vuelven a sobrevolar los cielos de las islas. Ya es una realidad la veintitrés edición del Festival Internacional Canarias Jazz y Más, una de las citas más importantes en las islas con respecto al jazz y a otras músicas. Compartimos unos minutos con Miguel Ramírez, organizador del Festival y alma mater de Colorado Producciones. Son muchas las propuestas que se presentan cada año y muy reducidas las que acaban teniendo el honor de formar parte del cartel. A pesar de la crisis, a pesar de las apreturas el Festival cumple con su cita veraniega gracias a los patrocinios de distintas instituciones públicas y privadas. En 2014 se retoma también la idea de las fechas «previas» al festival, fiestas del jazz en clubes para calentar el ambiente.

Artísticamente, el Festival tiene una especialidad este año con los cantantes. Todo comenzará el próximo 11 de julio, viernes, con la participación en la plaza San Rafael de Vecindario del nuevo proyecto de Esther Ovejero, Ricca, Oy, desde África y el norteamericano José James. Así irán siendo protagonistas músicos de trayectoria más que comprobada como el multipremiado Al Jarraeu. Freddy Cole, The Bad Plus, Gabacho Maroconnection, Antonio Lizana Group, Lucky Peterson Band, Ester Rada, Big Band de Canarias, Big Band de Gran Canaria, Maraca & Ramón del Valle Quartet, Cavendish y el saxofonista Joshua Redman. Ramírez incide en la necesidad de fusionar el jazz con otras músicas e, incluso, abrir el Festival a los nuevos fenómenos de la música para que éste siga enarbolando la bandera la calidad. Con ustedes, el Festival. Sí, con mayúscula. Para más información, compra de entradas y fechas www.canariasjazz.com

Miguel, ¿Cuáles son sus sensaciones con respecto a esta nueva edición del Festival Internacional Canarias Jazz y Más en su 23 edición?

– Miguel Ramírez: La verdad es que da un «gustirrinín» (risas). Se trata de un gusto y de un placer pero a la vez es un compromiso tremendo. Ahora mismo, una vez presentado el mismo lo que siento es una felicidad muy grande. Decimos un año más, aquí estamos y vamos a disfrutarlo.

– ¿Qué ha sido lo más difícil de este año y qué se destaca? ¿Qué tiene mayor calado?

– M.R.: (Suspiro) Eso es una pregunta muy complicada de responder ¿Difícil? Hay artistas que lo son porque son gente muy demandada. Hay que ponerse a la cola y estar mucho tiempo encima de ellos para que salga, para que vengan. Por ejemplo, fue el caso de José James. No viene a Tenerife pero si a Gran Canaria y Fuerteventura. Llevaba 3 años intentándolo. The Bad Plus también ha sido un intento de bastantes ediciones precedentes. Al Jarreau, que estuvo aquí hace unos años, es un ‘lujazo’. Difícil es todo. Nada es fácil.

– ¿Qué recomienda especialmente?

– A mí, personalmente, como aficionado y como músico, incluso como curioso, lo que recomiendo especialmente a los aficionados del jazz es que vean la noche de The Bad Plus que coincide con Freddy Cole y que no se pierdan a Joshua Redman. A los aficionados de «lo vinculado al jazz» de la «gran buena música», Al Jarreau, pero es que no tiene desperdicio Lucky Peterson Band, por ejemplo. No tiene nada de desperdicio Ester Rada que va a ser muy curioso o Antonio Lizana. Se trata de una propuesta muy original, gaditano pero que viene del norte de España, se formó en San Sebastián y canta como Dios, como se suele decir. Va a ser muy curiosa la fusión de Gabacho Maroconnection. No tiene desperdicio tampoco la propuesta de nuestros músicos canarios. Las dos big band (de Canarias y Gran Canaria), Cavendish y Ricca, con Esther Ovejero. De todo se va a poder disfrutar, es cuestión de gustos y lo que intentamos es que nadie pueda decir que esto es malo o que no tiene el nivel. Tenemos un nivel, de ahí para abajo, «ni de coña», como se dice vulgarmente.

– En los años precedentes había una noche africana, ¿Se ha perdido esta oportunidad en esta edición?

– M.R.: Es verdad que antes teníamos una noche africana. Yo soy claro y directo, teníamos un patrocinio de Casa África, que seguimos teniendo pero menos decidido. Los recortes son los recortes. He ido a África y hemos logrado traer la propuesta de Oy que nos parece un proyecto espectacular. Los descubrimos en Zanzíbar, fue ganadora del premio «Vis a Vis» de la misma Casa África. Hay varias razones para no poder reeditar «La noche África». Una es el patrocinio pero claro, la noche que ella puede venir después no coincide con la noche que nosotros normalmente haríamos la «Noche África» y con la agenda de otros artistas africanos. Hay otra artista africana como Ester Rada ¿Falta la Noche África? Quizás la retomamos en otro año. África está presente, es lo importante.

– ¿Se le quedó alguien en el tintero? ¿Algún proyecto que haya naufragado en esta edición?

– M.R.: (risas) Eso nos pasa todos los años. Todos luchamos por traer a no sé quien pero a veces eso se queda en el camino. Yo estoy sin embargo, muy satisfecho con el cartel que tenemos. Hay años que gusta más a unos y otros que gusta más a otros. Creo que podemos estar contentos. Esa es una de las bazas que juegan a favor del festival.

– ¿Algún deseo para las próximas ediciones?

– M.R.: Sí creo que los años próximos tenemos que ser más ambiciosos con los diferentes estilos. No hablo del jazz que por supuesto eso es algo que tenemos que cuidar todos los años, eso no se puede quedar descubierto. Tenemos que irnos abriendo a otras músicas un poco más. La gente joven está mirando a otras músicas y puja con mucha fuerza. Hay que mirar a esas cosas y por supuesto buscando el máximo de calidad. Buscando la excelencia en esas propuestas. Podremos creer un espacio en el Festival ya que lo que queremos todos es que esto perdure. Tenemos unas propuestas de jazz y otras cosas más.

– El festival, en este año 2014, parece más heterogéneo que nunca, propuestas latin, blues, groove, fusión, smooth… ¿Este paso fue adrede?

– M.R.: Si miramos las propuestas de los diferentes años del Festival siempre hemos sido bastante eclécticos, abiertos a otras músicas. Siempre ha habido jazz, que es lo principal. Por supuesto que es adrede, pero no nos podemos convertir en un festival de jazz puro y duro ya que de esta manera desapareceríamos. Esto, aunque duela decirlo, es así. Estamos intentando con distintas iniciativas, asociarnos. Nos abrimos a otras músicas asociadas al jazz y la gente acaba llegando al jazz. El mismo estilo y los músicos dedicados al mismo están haciendo eso. Intentan renovarse y buscar nuevos caminos ¿A conciencia? Sí. Lo que no quiero es que desaparezca. Que se mantenga, por supuesto. Siempre se ha de garantizar la presencia de jazz, haciendo otras cosas incluso.

– Una de esas músicas que hacen camino y que hace que la gente se incorpore al jazz es sin duda el blues, tenemos a Lucky Peterson Band ¿Es uno de los caballos de batalla del Festival para ser más atractivos para el público más generalista?

– M.R.: El jazz sin el blues no existiría. El blues siempre ha estado presente en el jazz. Pero lo que pasa es que hay blues y blues eléctrico (risas). Tiene perfecta cabida. Es más «fácil» de entender, entre comillas, para cierto público este tipo de blues del que estamos hablando. Por supuesto, tiene toda la legitimidad ya que en la raíz del jazz está el blues. Cuando me refería a abrir caminos, igual te vas a llevar una sorpresa, pero me refería a algo más electrónico que es lo que está pasando ahora. Buscar esos caminos ya que hay buenos músicos que con esa tecnología buscan muy buenas formas y músicas ¡Tenemos que estar atentos!

– Como dice hay muchos músicos que han pasado por el festival con proyectos electrónicos de alto nivel como el que están protagonizado Brad Mehldau y Mark Guiliana, de alto nivel drum and bass…

– M.R.: No se trata de cambiar al festival y desnaturalizarlo y convertirlo en una completa fiesta … creo que nos entendemos. Lo que no quiere decir que no pueda haber una fiesta. Tendrá que ver con el prestigio y con el criterio que nos ha mantenido. El equilibrio hay que mantenerlo.

– Nos llama la atención que este año si hay una programación «paralela», o más bien previa y de calentamiento, en clubes de los núcleos de población más importantes, con jam sessions y algunos conciertos de clubs ¿Está contento con este paso?

– M.R.: Vamos a ver los resultados. Estamos dando más juego a más gente. Es una forma de calentar el ambiente. Me encantaría que los músicos de aquí tocasen en los bares y clubes. Recuperaríamos el tema de las masterclass. Se están haciendo por iniciativa de las asociaciones de músicos como Promusic. Ahora se hace a través de ellos en Tenerife y otra gente en Las Palmas. Igual tenemos que sentarnos a sumarnos. Eso es genial. Cuanto más ofrezcamos, mejor para todos y más atractivo.

– Les felicitamos por el cartel de este año, ¿Quiere añadir algo más?

– M.R.: A ti Héctor personalmente, y a ustedes como Canción a quemarropa y Creativacanaria.com, agradecerles el esfuerzo, cariño y dedicación que hacen con toda la pasión del mundo. A los lectores, invitarles a que disfruten un año más del Festival en esta veintitrés edición. Muchísimas gracias a todos.