151207_Expo_Informatica2_copia (1)La Biblioteca Municipal Central-TEA, coincidiendo con el Día Mundial de la Informática abrirá hoy miércoles, a las 19:30 horas, la exposición ‘Del rollo de papel al disco holográfico. Historia del almacenamiento de datos en la informática’. El quinto teniente de alcalde y responsable del área municipal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Acha, informó que la muestra «recoge la evolución de los soportes magnéticos de todas las etapas de la informática, desde las tarjetas perforadas hasta las unidades de cinta, cassetes, cartuchos y tarjetas de memoria, los disquetes de varios tipos o las unidades de discos duros».

El edil resaltó que la mayoría de estos elementos «ya han desaparecido por completo, por lo que muchas personas sólo los conocen por fotografías o referencias de internet y ahora tendrán la posibilidad de ver los soportes de una manera física». También se expondrán fotografías, paneles explicativos y unidades lectoras y grabadoras desmontadas que permitirán a los visitantes apreciar los dispositivos en el interior del medio que los manipula.

La exposición se complementa con varios juegos de sistemas operativos en disquete, desde los primeros MS-DOS o el primer Windows. Asimismo, se mostrarán algunos libros de informática ya descatalogados e incluso no conocidos. El comisario de la exposición es Rafael Cedrés Jorge. La muestra permanecerá abierta hasta el 31 de enero durante las 24 horas del día.

Desde el registro sobre piedras, papiros, tablas de madera o arcilla hasta los medios utilizados hoy en día han pasado varios siglos y muchos cambios en los soportes, evolucionando a la par que lo hacía la tecnología. A priori, puede parecer que un telar no tiene relación alguna con la informática, pero en el siglo XVIII estas máquinas, inventadas por Bouchon (1725), Falcon (1728) y Vaucanson (1740), dedicadas a la fabricación de tejidos, utilizaron por primera vez rollos de papel perforado (que almacenaban los datos en forma de agujeros distribuidos por el papel) para procesar los datos del movimiento mecánico del telar. El sistema fue perfeccionado por Joseph Marie Jacquard en 1801, al introducir los rollos de tarjetas perforadas.

El origen de los ordenadores se remonta a 1835, cuando Babbage diseña la máquina analítica que lleva su nombre. La primera evolución se produjo en 1890 con la implantación de la tarjeta perforada como medio de almacenamiento de datos para su posterior proceso, gracias al diseño de la primera máquina tabuladora por el ingeniero Herman Hollerith. Esta máquina se utilizó por primera vez para la confección del censo de los Estados Unidos. La segunda evolución llegó en el año 1949, cuando el Edvac (Electronic Discrete Variable Automatic Computer) incorpora el primer lector-grabador de cinta magnética, aunque su origen se remonta a 1878 cuando Oberlin Smith ideo la grabación de un mensaje de voz sobre un soporte.

Con la aparición de los discos flexibles se inicia la tercera evolución de los medios de almacenamiento. Se trata de medios flexibles que fueron evolucionando en capacidad y tamaño, llegando a existir 10 modelos diferentes. A partir de 1956 se iniciaría la cuarta evolución, cuando IBM fabrica el primer disco duro (conocido como HD), con una capacidad de 5 megabytes y una tonelada de peso. En la actualidad los HD alcanzan capacidades de varios terabytes. Desde la aparición del primer HD hasta hoy han ido apareciendo soportes de almacenamiento que, además de ganar en capacidad y seguridad, han aprovechado las posibilidades de la evolución tecnológica.

El primer disco óptico surgió en 1958, aunque no fue hasta 1983 cuando se comercializó el primer compact disk (CD) y, ya en 1995, el DVD. Entre tanto, en 1978 surgieron los Láser Disk (LD). La etapa moderna se puede considerar que se inicia en 1990 con la comercialización de las tarjetas de memoria que utilizan la tecnología chip para almacenar la información. La evolución de este medio nos ha llevado a la aparición de los discos duros de estado sólido SSD (Solid-State drive), que se comercializan desde 2009. El futuro parece que apunta al almacenamiento en 3D sobre soportes ópticos holográficos. Esta tecnología se basa en el almacenamiento de bits individuales a través de cambios ópticos en la superficie de todo el soporte. La grabación holográfica permite almacenar datos en una misma zona usando luz y ángulos diferentes.