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Desde el catálogo de la vigésima segunda edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, la programadora y coordinadora técnica del Festival Gloria Benito recuerda que «Déjà vu» es uno de los apartados paralelos más longevos y cinéfilos de la cita cinematográfica. Y es que la sección que recupera títulos imprescindibles, bien para su revisión o bien para su descubrimiento, observa la incidencia de estos títulos del pasado en el presente porque, según señala, “preservar el legado cinematográfico es también cuidar la memoria histórica, es recordar que los eventos del pasado han cambiado el rumbo de muchas vidas y tienen mucho que ver en quiénes somos ahora”.

En 2023, la selección contempla seis trabajos magistrales, en función de las consideraciones de la crítica especializada recogidas en el texto que firma la programadora. Así, «Déjà vu» mostrará desde “la primera gran obra del cine iraní”: Brick and Mirror de Ebrahim Golestan (Irán, 1964, 131 min.); a “una de las grandes obras perdidas del cine independiente americano”: Spring Night, Summer Night de Joseph L. Anderson (Estados Unidos, 1967, 84 min.); así como “el irreverente film-ensayo” Fraude, de Orson Welles (Francia, Irán, Alemania, 1973, 89 min.): “probablemente su obra más personal”; la trascendental Sambizanga de Sarah Maldororo (Angola, Francia, 1972, 102 min.), “obra cinematográfica de inmensa importancia histórica y cultural”; El síndrome Asténico de Kira Muratova (Unión Soviética, 1989, 153 min.), “una de las películas más innovadoras y extravagantes de la época”; o la elegante We Were Young de Binka Zhelyazkova (Bulgaria, 1961, 110 min.) brillante ejemplo del “uso de recursos del mejor cine noir”.

La sección «Déjà vu», atendiendo al texto del catálogo, “viene cargada de dramas nocturnos, secretos, mentiras y locos delirios que, sin duda, valen la pena recordar o descubrir”. En definitiva, según el texto, rescata seis títulos “que dan buen testimonio de muchos de los conflictos y cambios de la segunda mitad del siglo XX y del estado de ánimo de los pueblos implicados”.

El síndrome del asténico (1989) refleja los grandes cambios que sufre la sociedad soviética en la última década del siglo pasado y muestra “una sociedad desesperada que sufre una narcosis colectiva”, explica la programadora. We Were Young, sobre dos insurgentes búlgaros que han de lidiar con los nazis en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, subraya la importancia de las luces y las sombras: “La autora juega continuamente con estos elementos con destreza y elegancia”, afirma Gloria Benito. Lo mismo que sucede en Spring Night, Summer Night (1967), complejo romance prohibido en el seno de una familia de granjeros del sur de los Apalaches, una película en la que cobra especial importancia el juego con “noches oscuras y jóvenes que se enfrentan a cambios y tiempos difíciles”, suscribe la autora del texto.

También las luces y sombras de Teherán se dan cita en «Déjà vu» con Brick and Mirror (1964), “una mezcla de sueño y realidad que responde al clima cambiante de la sociedad del país y que refleja el auge de la corrupción en todos los ámbitos de la vida”, cuenta la programadora sobre esta película que arranca con un sensible hallazgo: el de un niño abandonado en un taxi. El conflicto sobre cómo actuar que se produce entre el taxista y la pareja marcan el hilo conductor del filme.

Desde otro continente, África, llega Sambizanga (1972), “testimonio de la importancia de la resistencia colonial en África”, señala el catálogo. De nuevo las sombras están presentes en la trama. En este caso, las que se ciernen sobre el arresto de un líder revolucionario angoleño y las pesquisas de su mujer a la hora de averiguar lo que ha sucedido.

Por último, «Déjà vu» recupera Fraude, una exploración sobre la mentira en la que Orson Welles procura retratar al falsificador Elmyr de Hory, fiel imitador de obras pictóricas contemporáneas. Un trabajo muy personal en el que “con una narración caótica y un montaje muy ágil, el propio Welles va descubriendo la personalidad de ciertos sujetos que se han hecho famosos por protagonizar grandes fraudes”, concluye Benito.

En todos los casos, las obras se proyectarán en gran pantalla con copias restauradas gracias al trabajo de importantes instituciones y en el caso de We Were Young, además, se trata de la primera vez que la película se muestre en España.

Selección

A byahme mladi / We Were Young, de Binka Zhelyazkova (Bulgaria, 1961, 110 min.)

Astenicheskiy sindrom / The Asthenic Syndrome / El síndrome Asténico, de Kira Muratova (Unión Soviética, 1989, 153 min.)

F for Fake / Fraude, de Orson Welles (Francia, Irán, Alemania, 1973, 90 min.)

Khesht va Ayeneh / Brick and Mirror, de Ebrahim Golestan (Irán, 1964, 131 min.)

Sambizanga, de Sarah Maldoror (Angola, Francia, 1972, 102 min.)

Spring Night, Summer Night, de Joseph L. Anderson (EE.UU., 1967, 83 min.)

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