Cuatro obras aspiran a obtener el VII Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal como mejor novela negra de 2020, que conceden el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Festival Atlántico de Género Negro, Tenerife Noir. Se trata de pequeñas mujeres rojas, de Marta Sanz (Anagrama); La forastera, de Olga Merino (Alfaguara); El salto de la araña, de Graziella Moreno (Alrevés), y El mal de Corcira (Destino), de Lorenzo Silva.
Seleccionadas entre un total de 53 títulos ofrecidos al Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir por su equipo de informantes, las novelas de Sanz, Merino, Moreno y Silva serán evaluadas por un jurado compuesto por la periodista y escritora Mayte Martín, directora del Festival LPA Confidencial, que ejerce las funciones de presidenta del grupo; el escritor Carlos Salem, coordinador del sello editorial Real Noir; la escritora Maribel Medina, fundadora de la ONG Women’s Time y directora del festival literario Mi Pueblo Lee; el escritor Javier Hernández, consigliere de Tenerife Noir, y la librera Izaskun Legarza, directora de la Librería de Mujeres de Canarias y asesora literaria del propio festival. Actuará como secretario Alejandro Martín, director y productor de esta iniciativa cultural en torno al género negro, que celebra en 2021 su sexta edición.
El fallo del VII Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal se dará a conocer en la primera semana de septiembre, mientras que la sexta edición del festival se celebrará en octubre de este mismo año. El galardón tiene un año más de recorrido que el festival, porque nació en 2016 en las jornadas que dieron origen a Tenerife Noir al año siguiente.
“El Ayuntamiento de Santa Cruz está orgullosísimo de participar en este certamen, en este premio Ciudad de Santa Cruz de novela negra que se entrega por séptima vez este año y que lleva el nombre de la ciudad a nivel internacional”, ha destacado la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz, de Tenerife, Gladis de León.
“El premio Ciudad de Santa Cruz nace en 2015 y es de los pocos galardones a nivel nacional que tiene una dotación económica a obra publicada, con 3000 euros; es un reconocimiento a la labor creativa de los escritores y escritoras de nuestro país”, explica el director y productor ejecutivo de Tenerife Noir, Alejandro Martín, quien detalla que “las cuatro novelas finalistas de esta edición han sido seleccionadas entre 53 libros por parte de 20 informantes a nivel nacional, constituidos de forma paritaria; ha resultado una selección magnífica de libros editados en español, en España, en el año 2020, año de pandemia, pero también de mucha lectura”.
Las obras
Marta Sanz cierra la trilogía del detective Arturo Zarco con pequeñas mujeres rojas (Anagrama) una disección de los relatos sobre la memoria en la que la novela negra prolonga la posibilidad de la novela política. La escritora madrileña parte de la investigación de unas fosas comunes de la guerra civil para construir una historia ambiciosa en la que aborda el pasado reciente de nuestro país. “Se trata de una novela muy social, muy política, que no investiga un asesinato, sino todo lo que ocurrió con los muertos perdidos de la guerra civil”, apunta Legarza, que destaca que la sexta edición de Tenerife Noir está dedicada a Patricia Highsmith, “una de las mejores” en el noir, al tiempo que llama la atención sobre el hecho de que tres de las novelas seleccionadas estén escritas por mujeres.
En un relato emocionante sobre la libertad y la capacidad de resistencia del ser humano, Olga Merino ha hecho de La forastera (Alfaguara) una novela sobre el silencio y la melancolía, a través de la historia de Angie, una mujer que regresa de Londres a una aldea cualquiera de la España vacía. La muerte de un destacado terrateniente abre paso a los fantasmas del pasado, marcado por las historias familiares y el suicidio. “Es una novela claustrofóbica, se puede clasificar como western o country noir, pero sobre todo es un libro que incide en la España abandonada y despoblada y en la respuesta de una recién llegada, manifiesta Javier Hernández Velázquez, quien informa que la novela ya cuenta con el premio Pata Negra de la Universidad Salamanca
Graziella Moreno habla del amor, la amistad, la vulnerabilidad, la culpa y el perdón en El salto de la araña (Alrevés) con la sinceridad que nace de la perspectiva que da relatar lo vivido. Esta historia de gente corriente, que vuelve sobre sus pasos para reconstruir su tragedia y entenderla con el deseo de deshacer lo ya hecho llega a Tenerife Noir con el Premio de Letras del Mediterráneo de la Diputación de Castellón a la mejor novela negra de 2020. “Moreno incide en el destino y en la importancia de nuestras decisiones en una novela más intimista que plantea cuestiones morales muy profundas”, dice Legarza.
En la nueva entrega de la serie protagonizada por Bevilacqua y Chamorro, Lorenzo Silva lleva a su protagonista a lidiar con los fantasmas de su pasado, cuando participó en la lucha antiterrorista. En El mal de Corcira (Destino), el guardia civil acaba preguntándose en qué medida nos conforma aquello contra lo que luchamos, una incómoda pregunta que surge en el curso de la investigación del brutal asesinato, en una playa de Formentera. de un hombre que había sido condenado en su día por colaboración con ETA. “Lorenzo Silva lleva tres décadas con la serie de Bevilacqua y Chamorro. Esta novela profundiza en la memoria histórica, en el pasado de Bevilacqua y en los años del plomo en el País Vasco”, indica Hernández Velázquez.
Nota: Se adjunta foto con (de izquierda a derecha de la imagen): La directora de la Librería de Mujeres de Canarias, Izaskun Legarza; el director y productor de Tenerife Noir, Alejandro Martín; la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife Gladis de León, y el escritor Javier Hernández Velázquez, miembro del jurado, junto a las novelas finalistas del premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal en el Centro de Arte La Recova de la capital tinerfeña.
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