180308 Teatro Smoking Room1

El quinto teniente de alcalde y concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz, José Carlos Acha, y el actor Pepe Ocio presentaron en la mañana de ayer jueves las representaciones que la obra ‘Smoking room’ tendrá, hoy viernes y este sábado, en el Teatro Guimerá a las 20:30 horas.

El edil recordó que 15 años después de su estreno en cine, Roger Gual dirige la versión teatral de esta obra “que narra los intentos por sacar adelante una iniciativa y los diferentes intereses que se plantean, con lo que al final el teatro es un reflejo de la vida misma”.

Ocio, por su parte, calificó ‘Smoking room’ como “una comedia agridulce en la que se plantea la dificultad de desarrollar un proyecto en común y los miedos que se generan en el campo laboral por temor a perder el puesto de trabajo”.

Esta adaptación teatral se desarrolla en una oficina, un microcosmos en el que están presentes todas las grandezas y miserias humanas: poder, envidias, celos, halagos, afectos, así como el miedo, la camaradería y las mezquindades. Los espectadores se identificarán tanto con los personajes como con muchas de las situaciones que se plantean, que no dejan de ser las tensiones e inquietudes generales de nuestra sociedad.

Las entradas, al precio de 20, 23 y 25 euros, se pueden adquirir en la taquilla del Teatro Guimerá hoy viernes de 11:00 a 13:00 y de 18:00 a 20:00 horas. También se pueden comprar por teléfono llamando al 922609 450 o a través de la web www.teatroguimera.es. Las personas que tengan el carné del Teatro Guimerá pueden beneficiarse de un descuento del 20 por ciento en el precio de la entrada.

Los personajes que aparecen en ‘Smoking Room’ representan los distintos perfiles que podemos encontrar cada día en el trabajo y los conflictos con los que nos enfrentamos día a día. La obra está interpretada por Secun de la Rosa, Miki Esparbé, Manuel Morón, Pepe Ocio, Manolo Solo y Edu Soto, con adaptación y dirección de Roger Gual.

Argumento

La trama comienza cuando la sucursal española de una empresa americana es obligada a poner en vigencia la prohibición de fumar dentro de sus oficinas. A partir de ahora, quienes quieran fumar en horario laboral deberán hacerlo en la calle. Ramírez, uno de los empleados de esta pequeña oficina compuesta principalmente por hombres, decide empezar a juntar firmas contra lo que considera injusto y fuera de lugar. Lo que pretende Ramírez es que se utilice una sala desocupada en la oficina como sala de fumar, o ‘smoking room’, como dicen los americanos.

En apariencia, todos están de acuerdo y le van a apoyar. Sin embargo, en el ‘cara a cara’ con cada uno de los empleados, Ramírez se encuentra con una serie de excusas para evitar formar parte de esa lista. Lo cierto es que, la mayoría de excusas para no firmar en la lista del ‘smoking room’ esconden otras. A partir de esta situación, vemos que casi todos tienen algo que ocultar. La obra de teatro muestra, en diferentes planos, la batalla de cada uno con sus propios problemas. Este mundo de pequeñas intrigas acabará explotando y produciendo sus víctimas.

Julio Wallovitz y Roger Gual han hecho una adaptación del texto que es bastante fiel y respetuosa con la película pero que, a su vez, tiene su propia personalidad y mantiene el espíritu que la convirtió en una de las cintas de culto del cine español de los últimos años. La obra persigue trasladar lo complejo que resulta llevar a cabo un proyecto en común para la mayoría de los humanos.

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