210908 - EXPOSICION MUSEO CELESTINO MESA (3)

El Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife acoge desde el próximo viernes, día 10 de septiembre, una exposición de Celestino Mesa que lleva por título “The not so still life” (la vida no tan muerta). La muestra la componen una treintena de cuadros en los que el artista utilizó las técnicas de óleo sobre lienzo y acrílico sobre telas tintadas. En su gran mayoría se trata de obras de medio y gran formato, aunque también figuran otras de menores dimensiones, en las que el artista ha utilizado básicamente una gama de colores neutros con predominio una amplia gama de grises con algunas notas de color. Se trata de creaciones técnicamente depuradas, con un estilo más minimalista y académico, en las que no sobresale la marca del pincel. La exposición forma parte de la programación del Organismo Autónomo de Cultura (OAC) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que preside la tercera teniente de alcalde y concejal de Cultura Gladis de León.

Celestino Mesa realizó esta serie de cuadros expresamente para esta exposición en el Museo de Bellas Artes y en consonancia con la situación que se vivía cuándo los pintó, el confinamiento por la pandemia del COVID19. Su intención fue plasmar el concepto de soledad con los mínimos componentes, trasmitiendo las sensaciones producidas por el aislamiento y los problemas que para muchas personas suponía el hecho de sentirse solos, todo ello relacionándolo con la naturaleza muerta. La soledad es un sentimiento que nos advierte de una carencia de contacto afectivo o social, un panorama que en este caso el artista recrea con los citados colores más neutros y entornos grises, pero, como casi siempre, el problema no es la sensación que sentimos, sino lo que hacemos con ella y como la gestionamos.

Celestino Mesa prescinde de la figura humana para centrarse en objetos simples y unitarios que conforman esas naturalezas muertas, cada una en su soledad, mínimos complementos que invitan al espectador a buscar ese mensaje o el porqué de la distribución de espacios.

Espacios, naturalezas no tan muertas, manteles, costillas, sombras, luces, encuadres que dialogan con la pared o manteles entre tonos neutros son componentes que el artista ha utilizado para caracterizar este mensaje particular, de soledad que nos ha tocado vivir a muchos de nosotros en estos días de pandemia.

Al igual que Edward Hopper, pintor de la soledad del aislamiento, en esta serie el artista busca un dialogo entre grises o encuadres perdidos, en una pared negra o decolorada y en su interior la huella del tiempo, de una cruz o un tenedor en la mesa, solo, sobre un mantel arrugado, o una pared olvidada en el tiempo, sola y esperando la impronta de un nuevo día. Un jarrón de ángulos rectos que aísla y protege el esqueleto, su costilla de Adán, austera, sola con sus luces y sombra ante un lienzo blanco. Es una reflexión ante todo lo que queda por llegar o vivir, cada uno de ellos sumergido, aislado en su melancolía, como por ejemplo un café a la espera en la taza, la huella femenina en ella, esa que ya no está.

En palabras de Celestino Mesa “el sentimiento de soledades es producto de las creencias que la persona tiene y de las valoraciones que realiza acerca de su situación emocional y/o social. Es una sensación difícil de explicar, de aquí esta interpretación personal con naturalezas no tan muertas, se trata de una mezcla de sentimientos de inadecuación, de carencia, pero sobre todo de vacío”. La muestra se podrá visitar hasta el 14 de octubre.

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