MiradasDoc ha concedido un premio al proyecto de documental uruguayo El camino de Allah, del director Guillermo Rocamora. El galardón consiste en seleccionar la iniciativa de Rocamora para participar en el pitching de MiradasDoc Market, el ámbito del mercado de MiradasDoc en el que se buscan apoyos para la conclusión de proyectos de documental en fase de producción o postproducción, e incluye la bolsa de viaje y la participación en el taller de formación previo con una de las expertas internacionales en la materia, la belga Marijke Rawie.
El camino de Allah (Oriental Features / Uruguay / 90’), dirigida por Guillermo Rocamora y producida por Santiago López, presenta la vida de Muhammad al ser liberado y trasladado a Uruguay después de pasar preso trece años en el infierno de Guantánamo; a sus 35 años, Muhammad deberá intentar comenzar una nueva vida en una cultura ajena en el país sudamericano.
La concesión de este premio es la cristalización de la colaboración entre MiradasDoc y el festival de cine documental de la capital uruguaya, Doc Montevideo. De esta manera se concreta en los hechos la apuesta del festival y mercado canario por establecer alianzas sólidas y a largo plazo con festivales hermanos, con los que generar sinergias, mejorar la interacción, enriquecer contenidos, fomentar la formación e impulsar el documental en el ámbito internacional.
El proyecto de Rocamora “tendrá muchas aristas interesantes”, asegura el cineasta David Baute, director de MiradasDoc Market, “para nosotros, que trabajamos el documental de temática social y vinculado a problemáticas políticas actuales, este es un proyecto que encaja muy bien en nuestro pitching”, señala Baute.
Desafío
El camino de Allah es el primer largometraje documental como director, ya que Rocamora ha participado en otros largos como productor y montajista. En este caso, “la tarea de realizar un proyecto documental es un desafío bien grande, más para alguien que viene desde la ficción”, asegura el director uruguayo, quien subraya que “después de un año de estrecha relación con Muhammad y compartir mucho tiempo juntos, siento la obligación de retratarlo con el mismo compromiso que él me transmite al compartir su historia. Los documentales tienen la responsabilidad del material sensible con el que trabajan, esto es un peso muy fuerte y se debe abordar todo con mucho respeto, que será el mismo que luego tendrá el público al acercarse a la temática”.
Sobre la selección de su proyecto para participar en el pitching de MiradasDoc, Rocamora destaca que “es un gran honor para mí tener la posibilidad de participar en un festival tan comprometido con el documental y con las temáticas que este género representa; sin duda, será una experiencia y le dará al proyecto un nuevo empujón al contenido y en la proyección internacional que necesita”.
El director explica que le interesan “las historias de segundas oportunidades en la vida, por la valentía de aquellos que las toman, y la batalla que libra el hombre a partir de ahí”, por eso El camino de Allah se pregunta si Muhammad será capaz de armar una nueva vida, si logrará escapar del fantasma de su pasado. “Este es un relato que me cautiva completamente”.
A esa segunda oportunidad, en este caso, se suma que el protagonista del documental “no es un hombre común, en su pasado están las marcas de un conflicto antiguo que se radicalizó a partir del 2001 –apunta el director–. Me siento un testigo privilegiado de un momento histórico particular, la oportunidad de vivirlo de cerca y a escala humana. Poder hacer esta película es también una gran responsabilidad”.
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