El casco histórico de La Orotava, uno de los más singulares y admirables de Canarias e incluso de España, aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad en el 2018. El alcalde villero Francisco Linares espera que la corporación que acceda al gobierno local tras las elecciones del próximo mayo se implique plenamente en los trámites oportunos para realizar tal petición ante las entidades correspondientes. Lo ideal es incoar expediente al inicio del mandato, trabajar conjuntamente y lograr el mayor consenso. Y de ser así se estima que se resuelva en los tres siguientes años. «Un reconocimiento internacional de estas características supondrá un impulso muy importante para el municipio», aseveró.
La declaración del casco histórico orotavense como Patrimonio de la Humanidad debe otorgarlo la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El Consistorio orotavense se encargaría de redactar el documento que avalaría los motivos para recibir tal distinción y se pediría el necesario apoyo al Gobierno de Canarias para que lo acredite e inste al Ejecutivo del Estado para que pida su inclusión en la citada lista mundial.
En La Orotava se ha realizado un importante trabajo en pro de la conservación del patrimonio y quizá por ello mantiene su encanto y atractivo. Se colabora con otras instituciones en la ejecución de proyectos de restauración y muchos son promovidos por el propio Ayuntamiento. Según historiadores y expertos, el casco villero «posee una serie de características especiales, artísticas y urbanas que le convierten en excepcional en Canarias». Se divide en dos zonas diferenciadas, Villa Arriba y Villa Abajo, con un entramado urbano de gran riqueza tipológica; destacando un importante número de casonas señoriales e inmuebles de valor arquitectónico. Fue declarado en 1976 Conjunto Histórico-Artístico. Y esta área de interés está incluida en el Inventario de Protección del Patrimonio Cultural Europeo como Conjunto Monumental.
La Orotava transmite a través de su centro histórico la imagen de un lugar con carácter propio. Es una joya en sí y muestra la personalidad de un municipio marcado por la conservación del legado de las sucesivas generaciones que han protagonizado su historia.
Así, hoy en día, innumerables monumentos visten de historia las calles de la Villa y muchos espacios son Bien de Interés Cultural, en su sus categorías: la Iglesia de La Concepción; Casa Ponte Fonte (Lercaro); el acueducto de los molinos; el cementerio municipal y la Hijuela del Jardín Botánico, entre otros.
El casco de La Orotava es atractivo desde múltiples perspectivas; y si sus múltiples rincones y emblemáticos espacios cautivan a vecinos y foráneos a lo largo del día, no menos impresionante o encanto ofrece con la iluminación nocturna.
Si se lograra esta distinción, La Orotava tendría doblete en Patrimonio de la Humanidad pues el Parque Nacional del Teide (donde casi el 80% del territorio es de La Orotava) ya lo es— como Patrimonio Natural de la Humanidad— desde junio de 2007.
La Orotava es única y por ello su lema ¡Conocerla es Quererla!
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