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Entrevista a Gerta Neuroth

Samir Delgado

Por su formación académica en el idioma español, ¿Cuál fue el motivo de su acercamiento a la literatura canaria?

Con referencia a mis estudios universitarios debo decir que nunca figuraban cursos sobre literatura canaria, ni en las Universidades de Bonn ni de Duesseldorf donde estudiaba en los años 50 y 70. La literatura latinoamericana  sí que tenía su posición. Así que más tarde ciertas semblanzas en novelas canarias con el realismo mágico no me sorprendieron y otra vez me sentí atraída por esta manera de escribir. Siendo una aficionada de la naturaleza de las islas su aparición ahora fantástica me fascinaba. Un ejemplo tomado en una novela de Sabas Martín: Para describir el grado destructivo de la sequedad en la isla el autor dice en su novela Nacaria que las tortugas no quisieron recordar los secretos del endurecimiento y el caparazón se les volvió pasta endeble. Y los cangrejos: contra sentido empezaron a andar de frente y sin titubeos. En el caso del autor de Mararía los críticos hablan expressis verbis de un ‘realismo mágico’ a la Arozarena. – El primer estímulo que me acercó a la literatura isleña fue más bien de carácter personal: en el anexo de una guía turística busqué literatura sobre Lanzarote y encontré: Rafael Arozarena, Mararía (todavía no traducido al alemán). Mis amigos de Las Breñas me animaron a hacer la traducción diciendo que se trataba de una novela maravillosa. Vencí mis dudas y me dirigí finalmente a la Editorial Interinsular Canaria para pedir el permiso de traducir. Estuve muy sorprendida cuando llegó muy pronto una carta afirmativa de Rafael Arozarena mismo dándome el permiso a pesar de ser desconocida. Hubo otra sorpresa: un año después dos Editoriales alemanas quisieron publicar la novela. Me decidí por la Editorial Luebbe y así en 1998 Mararía empezó a conquistar el mercado alemán hasta que en 2009 desembocó finalmente después de varias otras ediciones en la Editorial konkursbuch Claudia Gehrke. Estamos muy agradecidos porque la cubierta fue pintada por Rafael mismo, la última pintura que pudo realizar antes de su muerte. –

Existen numerosos referentes de la cultura alemana que han estudiado aspectos de la cultura y la historia de Canarias, ¿qué opina usted sobre la realidad cultural de las islas tras su experiencia como visitante?

Mis experiencias en la realidad cultural de las islas son muy limitadas y no se pueden comparar con visitantes ilustres del pasado que estudiaron aspectos de las islas. Las circunstancias de mi vida no me permiten estancias largas. No obstante para mí salta a la vista la intensidad de la vida literaria con su núcleo en la Universidad de La Laguna. Comparado con Alemania sorprende la viva integración de autores en el día académico con lecturas y charlas. Para mí, a veces invitada, había como un ambiente familiar. Noté de qué manera amistosa se trataba en las islas a sus poetas celebrando el aniversario de su muerte y editando con mucho esmero la obra completa. Esto es la ventaja de una Universidad en un espacio isleño, no con tanta dimensión como las grandes Universidades en Alemania. Lo que sorprende además es la gran variedad dentro de la literatura isleña. El autor recibe sus impulsos de la naturaleza misma, los volcanes, el océano, la sequedad, un conjunto de extremos que de manera sublimada se reflejan en los textos. Y en medio de estas influencias el hombre, adaptado a su ambiente o subyugado. En los textos nos vemos enfrentados con varios medios de transporte, con lengua elaborada y habla de niño, con versos que parecen bailar y prosa descriptiva, con reflexiones de filósofos y cuentos fantásticos, con voces del pueblo y términos técnicos, con vocablos de los guanches y de la Real Academia de la lengua. La confrontación con este universo lingüístico se ha convertido para la traductora en una verdadera pasión.

3- Usted conoció de cerca al autor de «Mararía», Rafael Arozarena, ¿qué imagen conserva de su amistad con uno de los autores más representativos de la generación fetasiana?

Rafael era una persona extraordinaria, no sólo un gran autor. Leyendo Mararía suponía algo así, pero no tenía ni idea de su fama. En Alemania hasta el final de los años 90 nadie conocía su nombre. No me habría atrevido a traducir tal obra si hubiera sabido de qué autor se trataba. El azar hizo que el nimbo de Mararía me envolviera cada vez más. Por azar me daba un paseo en Arrecife cuando estaban rodando la película allí y pude hablar con los actores. Me sentía como en un sueño. Pronto supe que una agrupación social también en Arrecife llevaba este mismo nombre. Además me dijeron que Mararía pertenecía al programa de literatura en los colegios. Normalmente mi lema es: Quién se arriesga gana. Así, terminada la traducción, viajé a Tenerife para conocer a la persona cuyos personajes novelísticos me habían ocupado tanto tiempo. Y conocí otras facetas. Primero me dijo el autor que no había azares, que mi manera de ver el mundo y de actuar había desembocado en la publicación exitosa de su novela en alemán. Tanta confianza crea nuevas energías y siguieron las traducciones de Cerveza de grano rojo (2002), de La garza y la violeta (2004), de su discurso Mis pequeños Dinosaurios (2005) y en los últimos años de algunas poesías suyas (2010 y 2011). Siempre estaba dispuesto a discutir alguna expresión idiomática, a mostrarme detalles en el paisaje, a darme el nombre científico de una planta (él los sabía todos en latín). – Rafael poseía el don de comprender también las debilidades del hombre. Esto se manifiesta claramente en el inventario personal de Cerveza de grano rojo cuyos personajes sufren de algún defecto. No obstante logran el triunfo, aunque sea después de la muerte. A mí un día después de una caída con una rótula partida me consoló con las palabras: “!Olvídalo! Ya verás, renacerás como el fénix de sus cenizas.”  Y en otra ocasión: “No llores que no veas el sol: Las lágrimas podrían impedir que vieras el brillo de las estrellas.” – Se dice de él que “la poesía le presta sus alas, pero que le deja en tierra”. Así nuestros encuentros siempre estaban acompañados de una buena comida de pescado canario en algún restaurante cerca del mar y él se hacía citar mis títulos traducidos para oír si sonaban bien. – A Rafael le guardo en la memoria también como pintor. Leyendo Mararía ya me dí cuenta que los colores debían jugar un papel importante en su vida. Lo mismo vale para Cerveza de grano rojo. Viendo más tarde sus pinturas pude confirmar que manejaba con la misma intuición tanto el pincel como la pluma. Claro que algunos ejemplos de su arte pictórico decoran las paredes de mi casa. Una vez le comenté el colorido fantástico de las nubes al atardecer y cuando me despedí para volver a Alemania me regaló una puesta de sol preciosa de la costa del Hidalgo, con los colores todavía húmedos. Todo esto son tesoros que no se olvidan.

A finales de los años 90 inicia su período fecundo de traducción al alemán de textos en prosa de autores isleños, ¿cuáles son las virtudes del español hablado en las islas y las dificultades que encuentra para su trasvase al lector germano?

El primer texto canario que leí fue Mararía y a decir verdad con cada página aumentaban los obstáculos. El intento de comprender se transformó en un proceso de investigaciones tanto lexicológicas como semánticas. Desde la primera página el estilo y pronto el tema me interesaron sobremanera. Se desarrolló la idea de hacer participar al lector alemán en este placer de lectura, un indicio, según Reich-Ranicki, el gran crítico de literatura alemán, para un buen libro. Además veía que el lugar de la novela y mi propio domicilio de entonces eran casi idénticos. En 1996 me encontraba en Las Breñas cerca de Femés, el pueblo de Mararía, para pasar allí unas semanas. Claro que mi curiosidad fue creciendo y ningún obstáculo pudo intimidarme. Primero el vocabulario: Un librero en Arrecife me recomendó el Gran diccionario del habla canaria. Fue un impacto en la diana. Alfonso O’Shanahan no me ofrecía sólo la palabra buscada sino como ejemplo explicativo el contexto y su autor, Rafael Arozarena. Viajando por las Canarias el visitante se da cuenta que hay muchos aspectos que difieren; la causa es sobre todo la situación geográfica. Aquí el traductor juega un papel importante. Su arte consiste en darles vida a palabras secas desconocidas en el Norte. Debe transmitir el perfume de la laurisilva, la luz y la música del mar o el fuego apagado de los volcanes. Y esto se realiza mejor por el contacto directo con el paisaje.  Además hay imágenes que vistas desde fuera no son comprensibles. Con referencia a mis traducciones puedo decir que ‘mis’ autores nunca han vacilado en dar explicaciones. En este caso los medios modernos de comunicación son una ayuda efectiva. Hablo de la correspondencia intensa con Sabas Martín y el trabajo en una trilogía cuyo punto central es Isla Nacaria. Su inventario personal lleva las marcas de una vida en una situación límite, bien conocida en la historia de las Canarias. Pudieron aparecer en mi traducción sus novelas Nacaria (2010) y La heredad (2011). La tercera, Pleamar, está en preparación. Este ciclo sale de una perspectiva particular: Es la vista de un autor que como originario de Tenerife une en su persona las cualidades del ‘insider’ y como residente en Madrid las del observador de ultramar.

¿Cuál debería ser el camino para que la literatura canaria encuentre su espacio propio editorial en Alemania?

Hasta ahora este espacio no existe. Tampoco existe para la literatura francesa ni para la inglesa ni para otras. Lo que es decisivo es el valor literario del libro y las preferencias del público siendo la literatura también una mercancía. Cada acto de publicación es un balance entre estos dos factores. Como prueban los libros canarios ya publicados en Alemania es posible despertar el interés de editoriales y la curiosidad del público y esto presentando manuscritos y realizando lecturas que faciliten la entrada en la belleza de otros horizontes  Fue un triunfo para mi trabajo con la literatura canaria cuando la famosa Editorial Wagenbach con sede en Berlín me contactó a mi para preguntar si quería editar en su Casa una colección de textos canarios bajo el tema Kanarische Inseln. Eine literarische Einladung (2010). Después pude realizar un sueño mío, el de los Caprichos de mar – Meereslaunen (2011), una edición bilingüe con unos veinte autores isleños que apareció en la Editorial konkursbuch Verlag Claudia Gehrke. El apoyo financiero del Gobierno canario facilitó estos trabajos. Lo que importa es construir un puente cultural por donde se pueda pasar sin problemas. Cuando una Editorial alemana quiere enviar libros a las islas se trata de un proceso costoso porque debe pagar aduana. Tales restricciones no existen en el resto de Europa. Es un obstáculo que según el caso impide la importación en las islas.

Canarias recibe a miles de turistas alemanes al año, ¿puede la literatura ofrecer una alternativa para el reconocimiento de las islas en el exterior?.

Desgraciadamente vienen muchos turistas alemanes que se contentan con sol y mar y cuando leen se trata sólo de revistas baratas. Pero hay también los que quieren saber más. Es el viajante con el libro en la mano. Lectura y viaje deberían complementarse. Un turista que visita una plantación de chumberas no tiene ni idea de lo que pasa detrás de la superficie, debería leer la novela Nacaria de Sabas Martín. Lo mismo vale para el lector en casa, debería visitar una plantación para poder figurarse los detalles del libro. Sin duda hay un intercambio fecundo entre la cara literaria de las islas y su mera realidad. Una alternativa no hay, sólo un enriquecimiento mutuo. Yo por mi parte espero servir de apoyo a este proceso.

Gerta Neuroth

Traductora de reconocido prestigio especializada en literatura canaria. Licenciada en Filología Románica, a partir de finales de los años 90 traduce las obras de Rafael Arozarena y de Sabas Martín, así como la edición de colecciones temáticas como Die Kanarischen Inseln. Eine literarische Einladung.Wagenbach Verlag Berlin. 2010.// Caprichos de mar – Meereslaunen. Edición bilingüe e ilustrada. konkursbuch Verlag Claudia Gehrke. 2011. Es colaboradora de «Wochenblatt» (Puerto de la Cruz) espacio cultural para la difusión de la literatura canaria en alemán.

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