Pista de circo_1950_Rafaely_acuela_papel

El pasado año 2022 se cumplieron 40 años de la prematura desaparición del artista grancanario Rafael Bethancourt, conocido como Rafaely, genio polifacético que trabajó como pintor, dibujante, diseñador y humorista gráfico. La Casa-Museo Tomás Morales de Moya acoge una gran exposición retrospectiva, gracias a la aportación de la familia del artista, con la colaboración de la Asociación Canaria de Humoristas Gráficos y Caricaturistas ‘Se nos fue el baifo’ y comisariada por la doctora en Historia del Arte Laura Teresa García Morales. La muestra se inaugura el día 20 de julio, a las 18:30 horas, y permanecerá abierta al público hasta el próximo día 20 de octubre.

“Para la Casa- Museo Tomás Morales es todo un orgullo poder llevar a cabo esta muestra antológica de uno de los artistas canarios más singulares de la neovanguardia y de la abstracción que inicia su trayectoria artística en la década de 1950”, asegura el director del centro museístico, Guillermo Perdomo. “Está en nuestras intenciones que esta muestra ayude a recuperarlo y darlo a conocer al público general. El rescate y difusión de la obra de artistas canarios claves para su época es una de las principales prioridades de nuestra institución. Así lo hemos venido haciendo con otros artistas como José Hurtado de Mendoza o Alberto Manrique de Lara, por un lado; por otro, con Paco Sánchez, Felo Monzón o Santiago Santana. Con ambas trayectorias artísticas podemos vincular a Rafaely”, recuerda el responsable de la institución.

“Esta exposición es recuerdo entrañable y también es reconocimiento a un artista destacado de nuestra tradición”, añade Perdomo, quien aprovecha para expresar “nuestro profundo agradecimiento a la familia, María Dolores Betancor, Iván y Gorky Bethencourt y a los prestatarios que han hecho posible la muestra”.

La comisaria Laura García Morales, quien ha comisariado ya varias exposiciones del artista, explica que la iniciativa pretende ofrecer una visión global de la amplia trayectoria de Rafaely, haciendo un recorrido por las distintas facetas que cultivó a través de algunas de las etapas más icónicas que desarrolló a lo largo de su prolífica carrera. “La exposición tiene el objetivo de seguir difundiendo la labor del que consideramos uno de los pintores fundamentales para entender la pervivencia de la vanguardia artística en Canarias, con sus decididas y originales propuestas renovadoras”, explica Laura García Morales.

El guardián de la vanguardia

Rafaely Bethencourt Betancor (Las Palmas de Gran Canaria, 1933 – 1982) fue un artista multidisciplinar que, además, fue un destacado miembro de la Escuela Luján Pérez, perteneciente a la generación de su segunda época de esplendor (años 50 y 60), llegando a posicionarse como el más abstracto de todos ellos.

Con una fuerte conciencia de la pervivencia de la vanguardia en Canarias, defendió la necesidad de producir una obra acorde a la realidad de la época y a sus ideales estéticos renovadores. Su obra pictórica, de hondas connotaciones espirituales, busca el concepto de ‘lo puro’ y más esencial de la expresión artística, a lo que dedicó buena parte de sus manuscritos.

40 años después de su fallecimiento, el trabajo de recuperar y mantener la memoria del artista y transmitir al público general su importancia como una de las grandes figuras de la vanguardia artística canaria, comporta un importante avance para nuestro panorama cultural, que alberga cuestiones de muy diversa índole, explica la comisaria de la exposición. Cabe recordar que este creador multidisciplinario cultivó las artes gráficas y plásticas como pintor, diseñador, ilustrador, muralista y escenógrafo, además de su afición a la fotografía y el vídeo. “El material del artista, entre obra, documentación fotográfica, vídeo, y notas del autor, incluye también un buen número de piezas de carácter inédito para mostrar al conjunto de la ciudadanía”, detalla Laura García Morales.

Un centenar de piezas de carácter privado

La muestra se compone de unas 100 obras que incluyen cuadros, caricaturas, apuntes a plumilla, diseños para exlibris, revistas, cuadernos de apuntes, álbumes de fotografías y objetos de trabajo de dos prestadores particulares y de sus herederos. “El grueso de la exposición se ha podido llevar a cabo porque sus herederos han cedido amablemente la producción de Rafaely que obra en su poder”, aclara la comisaria.

Rafaely, fue un artista muy prolífico y su aportación nos sirve para retratar una realidad cultural que cobró un importante auge en nuestra isla, y que tratará de mostrarse a través de las posibles actividades asociadas a este proyecto expositivo. Explicar los ideales de la influyente Escuela Luján Pérez, y su contexto; su faceta humorística que se dio con profusión en el contexto canario; la búsqueda desesperada de una identidad real para el pueblo canario; la visión de la modernidad y qué lugar ocuparían todas estas cuestiones con respecto al contexto nacional, son algunas de las cuestiones que tratarán las actividades paralelas, según describe Laura García.

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