Exposición Mitos del Descendimiento. Casa-Museo Antonio Padrón Obra 1

‘Mitos del descendimiento’. Es el título de la nueva exposición de pintura que coordina Raúl Mendoza, director de la Academia de Dibujo y Pintura Josefa Medina de Gáldar,  y acoge la Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista, centro gestionado por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria en el municipio norteño. La muestra, integrada por once obras pictóricas realizadas por el alumnado de esta escuela artística, se inaugura el día 30 de noviembre, a las 18:30 horas, y estará abierta al público hasta el 8 de enero.

Los estudiantes de la Academia de Dibujo y Pintura Josefa Medina se han implicado en la interpretación pictórica de una investigación coordinada por Raúl Mendoza, con una técnica mixta y un extenso trabajo de documentación previo, histórico e iconográfico, acerca de la comprensión y actualización de los mitos clásicos, el sincretismo religioso y su permeabilidad cultural.

Los participantes: Jared Samuel Reyes, Irene Padrón, Ainara Tacoronte, Ainara del Pino Castellano, Víctor Fernández, Atteneri Yu Medina, Betsabé Reyes, Ingrid González, Ángel de los Reyes Moreno y el propio Raúl Mendoza, su profesor, presentan once obras de tamaño medio que tratan de experimentar distintas técnicas artísticas en torno a la temática propuesta de interpretación del concepto de mito a lo largo de la historia.

Asociada a la exposición está prevista también la celebración una ponencia virtual, a cargo del propio profesor, el día 14 de diciembre, a las 19:00 horas, que será retransmitida a través del canal de Youtube de la Casa-Museo Antonio Padrón. Titulada ‘Mitos y mitemas del descenso (introducción a la deconstrucción literaria de los mitos)’, la charla tratará de de desarrollar más ampliamente “la creación de mitos y relatos que tratan de fijar las convenciones comunes de una cultura”, adelanta el propio Raúl Mendoza.

“Un mito es un relato que pretende dar explicación a fenómenos naturales, psicológicos o sociales. Es fruto de sociedades con una lógica pre-científica cuya ciencia es indeslindable de los sistemas teológicos filosóficos y políticos de las culturas que lo alumbraron”, explica el coordinador de la exposición, acerca de la temática que agrupa a todas las obras que participan en esta muestra colectiva.

“La cultura es básicamente el conjunto de saberes compartidos por un grupo humano y, como tal, no solo evoluciona en el tiempo haciendo frente a nuevas situaciones, sino que se ve afectado por las culturas vecinas. No hay esencias culturales, hay inercias y sincretismos y deben ser entendidas en momentos y lugares específicos. Si no, en un mundo que está continuamente generando nuevos mitos o reeditando mitos antiguos, estaremos condenados a caer continuamente en discursos de confrontación étnica o religiosa y a ser víctimas de un razonamiento acrítico con la información que recibimos”, contextualiza Raúl Mendoza con respecto al leitmotiv que gira en torno al proyecto.

“Escoger, para adentrarse en esta concepción del mito, los mitos del descenso, se excusa básicamente en la edad de los participantes, mayoritariamente alumnos de segundo y tercer grado”, añade también el profesor. “Su atracción por el simbolismo y por los relatos para-filosóficos de la condenación, el castigo y el aislamiento, radican básicamente en procesos del desarrollo de la personalidad, y encauzarlos en el trabajo artístico se considera de interés formativo”, puntualiza también el director de la Academia de Josefa Medina.

Estos relatos tuvieron una gran influencia en los ritos de las grandes religiones medio-orientales y mediterráneas durante los últimos tres mil años, y fueron muy influyentes en la organización social y la evolución filosófica. Pero, además, siendo actualizables, tienen el valor de constituirse en una herramienta de exploración de la realidad personal y colectiva.

Sobre la Academia de Josefa Molina

Raúl Mendoza explica que la escuela ha tenido un desarrollo exponencial a lo largo de los últimos cuatro años. “Hemos ido ampliando progresivamente el número de alumnos, hasta superar el medio centenar. La edad media de los estudiantes también ha ido bajando, desde los 60 hasta llegar a alcanzar un alumnado fundamentalmente juvenil e incluso infantil”, añade. “El desarrollo de cursos de verano monográficos sobre disciplinas artísticas como la ilustración, la narrativa audiovisual o la introducción al cómic también ha contribuido a la creación de una escuela ‘abierta’, en la que se tiene plena libertad en la búsqueda de un lenguaje artístico propio”, detalla el director del centro. La colaboración de la Casa-Museo Antonio Padrón como centro expositivo, y de los propios comercios locales de Gáldar son otros factores determinantes para la consolidación definitiva de la academia en el municipio norteño.

“Todo es una cuestión de percepción y de poner en valor distintas alternativas artísticas”, defiende el director de la Escuela de Arte Josefa Molina. “Incluso nosotros creemos que el público que, en líneas generales, no tiene por qué estar interesado en los progresos técnicos del alumnado mayoritariamente juvenil de una academia municipal de arte se mostrará más proclive a aceptar nuestra presencia en un museo, si se explica convenientemente. Hasta nosotros creemos que el artista tiene que estar dotado de herramientas intelectuales más allá de las meramente técnicas y procedimentales que se ciñen a su arte”, asegura el docente.

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