Santiago Gil. Foto de Nacho González Oramas

Los escritores Juan Carlos de Sancho y Santiago Gil protagonizan la segunda sesión del ciclo ‘Canarios que hablan de Galdós’ para exponer la visión que tienen de la vida y obra del célebre autor grancanario, para ellos un escritor con ideología y ética, que supo mirar a España y la realidad que tenía a su alrededor con ojos muy visionarios, certeros e inteligentes.

El acto tendrá lugar el día 24 de noviembre, a las 19:00 horas, en la Casa-Museo Pérez Galdós, y está enmarcado en las actividades del amplio programa denominado ‘Canarias, la tierra de Galdós’, dedicado a conmemorar el centenario del fallecimiento del escritor, organizado por el Cabildo de Gran Canaria, Gobierno de Canarias y Ayuntamiento capitalino. Gil y De Sancho toman así el relevo de Carlos Álvarez y Emilio González Déniz, protagonistas de la primera sesión de este ciclo.

Juan Carlos de Sancho quiere “desmadejar la madeja” en su exposición, ya que considera que, en algunas ocasiones, tanto académicos, como políticos, lectores o periodistas se apropian sin darse cuenta de Don Benito, cuando él era un hombre ‘molesto’ para el poder, porque inicialmente tuvo un posicionamiento liberal, pero después fue republicano y socialista hasta el final de su vida. “Él fue un escritor con ideología y con ética”, resume.

De Sancho lamenta que en España se ignore a Galdós, ya que mientras en   Francia para hablar de sus problemas se acude a Balzac, en Inglaterra a Dickens y en Rusia a Tolstói o Chéjov, en nuestro país no sucede lo mismo con Galdós porque era un hombre de izquierda, comprometido, anticlerical y feminista. Además, puso en duda y criticó al caciquismo, la aristocracia y los poderes de la Iglesia, y recuerda que en 1912 fue candidato al Premio Nobel y tanto la derecha como la Iglesia hicieron lo imposible para que no lo ganara y lo consiguieron.

“Eso se cuenta como una anécdota y yo quiero desmadejar la madeja y ponerme en la situación que él tenía con sus personajes, que eran símbolo, de alguna manera, de un concepto en el que él trabajaba”, subraya De Sancho.

Resalta que Galdós fue quien descubrió el secreto del misterio íntimo de España, lo más profundo, como sucede en los Episodios Nacionales, donde desvela el demonio de la política y el gran abismo que hay entre carlistas y constitucionalistas, entre la derecha y la izquierda. Por eso se cuestiona cómo es posible que no se debata sobre él cuando se habla en España de los grandes problemas que nos separaban. “Galdós es cada vez más necesario porque él ve desde joven que el mal de España es el odio, la envidia y la intolerancia, y lo esencial no ha cambiado desde entonces”, añade.

De Sancho tiene como objetivo “poner a Don Benito en el lugar que se merece porque fue una persona que buscaba la reconciliación nacional”. Y recuerda que en 1909 organizó una romería cívica en la que criticaba al Ayuntamiento de Madrid porque en el Canal de Isabel II los grandes poderes económicos se estaban quedando con las ganancias del agua, además pedía que liberasen a todos los detenidos por tener una opinión diferente al gobierno y que la Iglesia católica pagara los impuestos. Y estas cuestiones siguen aún vigente, apostilla. “Todas estas peticiones lo convirtieron en un antiespañol”, detalla.

Por su parte, Santiago Gil, reciente ganador de la última edición del Premio Internacional de Novela Benito Pérez Galdós con la obra ‘Mediodía eterno’, hablará de Benito antes de ser Don Benito, es decir, de su juventud, del Galdós que estudiaba en la Isla, que no conocía su destino como escritor y que de alguna manera tanteaba su vida y la literatura.

También hará hincapié en Sisita, que protagoniza su novela ‘El gran amor de Galdós’, ya que este amor truncado influyó en su vida y en su obra, porque le permitió profundizar en el alma de la mujer y en la incapacidad que tenían para marcar su destino en aquella época, como lo manifiesta luego en muchos de sus personajes femeninos.

Gil explica que Galdós fue un escritor que supo mirar la realidad de la mujer de su tiempo porque era un observador de la vida, curioso de todo lo que tenía a su alrededor y destaca también la dimensión del Galdós joven, su paso por el periodismo a la hora de acercarse a lo cotidiano y a la realidad, y su compromiso con la literatura por encima de todas las cosas.

“Para nosotros es un ejemplo a seguir, porque vivió por y para la literatura” y destaca que su obra sigue vigente 100 años después de su muerte porque es un clásico, ya que se asomó al alma humana. “Su acercamiento a la realidad fue tan certero e inteligente, que en España esa realidad ha cambiado muy poco en algunos aspectos y él nos sigue contando tal como éramos y tal como somos. Supo mirar a España y la realidad que tenía a su alrededor, era un gran observador que además sabía contar”, resume Gil.

Galdós es para Gil un faro, no solo su obra sino su vida, por ese compromiso con la literatura, por ese estar por encima de los azares, de que te vaya bien o mal. “En ninguna circunstancia eso puede influir en la literatura, él lo tuvo claro, para él escribir era una necesidad vital, una forma de estar en el mundo y por eso no dejó de escribir en ningún momento”, añade.

El ciclo ‘Canarios que hablan de Galdós’, con entrada gratuita y con aforo limitado, es la antesala del seminario ‘Galdos traducido’ que celebra también la Casa-Museo los días 25 y 26 de noviembre, con la finalidad de poner al día el abordaje de las obras traducidas a lenguas extranjeras antes y después de su muerte. Durante dos días, especialistas en traducción de países como Estados Unidos e Italia, investigadores galdosianos y expertos, analizarán los textos que han sido editados durante más de un siglo en 29 idiomas.

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