Filmoteca Canaria ha recibido uno de los fondos audiovisuales más codiciados, nada menos que once bobinas de 16mm, medio centenar de cintas de VHS y Beta y una docena de Súper 8mm con cientos de imágenes de Pinito del Oro, la reina del trapecio, la artista más universal que ha dado este archipiélago, filmadas en los años 50 y 60 del siglo pasado. Esta generosa donación ha sido efectuada por quien fuera su compañero en los últimos años, Juan Lucas Abreu, y en ellas figuran sus insólitas actuaciones en diferentes partes del mundo, en las que asombraba al público por su habilidad, pero sobre todo porque no utilizaba red protectora.
Este material se encuentra en manos de Filmoteca gracias al coleccionista de cine Andrés Padrón, quien hizo posible el contacto con Abreu para su cesión a esta entidad del Gobierno de Canarias, encargada de preservar el patrimonio audiovisual de las islas. Las cintas han sido ya digitalizadas en el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, y en estos momentos se procede a las labores de ordenación de su contenido, ya que la mayoría se encuentra en buen estado de conservación, salvo en algunos casos en los que ya se está trabajando para su recuperación.
La idea es poder ofrecer al público la posibilidad de disfrutar de este tesoro patrimonial, por lo que organizará el próximo año una proyección especial coincidiendo con la celebración internacional del Día Mundial del Circo. Esta efeméride tiene como objetivo rendir homenaje a la cultura circense y destacar su importancia en el mundo del entretenimiento. Se celebra el tercer sábado de abril de cada año.
Juan Lucas Abreu, compañero de la gran estrella circense en la última etapa de su vida, heredó tras a su muerte en octubre de 2017, todas sus pertenencias relacionadas con el circo y los aparatos cinematográficos, películas y cintas de vídeo. Este valioso fondo, todos en color salvo alguna excepción, muestra el gran éxito que tenía en esos años Pinito del Oro, en una época en la que la artista canaria daba la vuelta al mundo contratada por los mejores circos.
Las once bobinas de 16 mm fueron filmadas en Nueva York, Chicago, Florida, Las Bahamas, San Francisco, París, Noruega, Portugal, Londres, Cuba, Bahamas y en varias localidades españolas: San Sebastián, Madrid, Granada, Lanzarote y Gran Canaria, entre otras. En ellas se muestran diversos números o funciones en los grandes circos donde actuaba, como en el Ringling Bross and Barnum & Baley Circus, en Estados Unidos, donde inició su meteórica carrera con apenas 17 años tras ser ‘descubierta’ por uno de sus representantes en España, y donde llegó a ser la gran figura del espectáculo; además de en el gran Circo Price en Madrid o el viejo Cirkus Scott de Suecia.
Imágenes que reflejan a la intrépida canaria en el trapecio, donde si situaba a una altura de vértigo y sin utilizar red protectora, detalle que hacía de sus números algo insólito, si bien debido a ello sufrió al menos tres graves caídas a lo largo de su vida, tres de ellas casi mortales, entre ellas una en la que se rompió el cráneo y estuvo en coma. Precisamente, en estos rollos aparecen imágenes de cuando estuvo ingresada en un hospital en Cuba tras partirse los dos brazos, donde se puede ver al médico, la enfermera y a un periodista que la entrevista posiblemente para un programa de radio. Estas son las únicas del fondo que son en blanco y negro.
Se aprecian también escenas de los tradicionales desfiles de los componentes de los circos por las calles, con carrozas, caballos y elefantes; viajes en barco, tren y avión, paisajes, edificios y parques de las ciudades que visitaban, además de homenajes y recibimientos a Pinito del Oro en Barcelona, Madrid y Las Palmas. También imágenes de cómo se montaba y desmontaba la carpa del circo en Estados Unidos, cómo vivían en su día a día, e incluso aparece un párroco acompañado de monaguillos bendiciendo los vagones de tren en el que viajaban hacia otro destino.
Otros rollos reflejan el interior de la caravana donde vivían Pinito del Oro y su marido, Juan de la Fuente, quien habitualmente se ponía debajo del trapecio para recogerla por si perdía pie y caía al suelo, además de ser el autor de estas ahora valiosas filmaciones.
De otra parte, en las cintas de VHS y Beta están grabadas entrevistas a Pinito del Oro en televisiones locales y nacionales, escenas familiares con sus hijos y actos en los que le hacían entrega de algunos de los múltiples premios y reconocimientos que recibió en su vida. Entre otros, los Premios Máster Europeo 98 en el Hotel Santa Catalina; el Premio Cabildo de Gran Canaria 2005; o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1998). Además de éstos, fue galardonada en 1990 con el Premio Nacional de Circo y en 2017 con la Medalla de Oro de Canarias.
Nacida en noviembre de 1931 en Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de una familia dedicada al circo, donde Pinito del Oro se crio y empezó a trabajar con apenas 12 años. Entonces se llamaba María Cristina del Pino Segura y tuvo, sin duda, una vida de película. Su madre tuvo 19 hijos, de los que solo vivieron siete, todos artistas. Ella la más pequeña. Su talento fue pronto objeto de admiración, lo que la llevó hasta América cuando aún era menor de edad, por lo que decidió casarse para poder cumplir su sueño.
Con 24 años, regresó a España para actuar en el Circo Price de Madrid, donde fue recibida como una estrella, y donde volvió en muchas ocasiones hasta 1958 anunciándola como ‘la mejor trapecista del mundo’. Tres años más tarde, filmó en el doblaje de las escenas en el trapecio de Gina Lollobrigida. Un poco antes de los 30, y tras sufrir un último accidente, se retiró del circo para abrir un hotel y escribir tres novelas. Llegó a aparecer años después en alguna pista pero en 1970 se retiró definitivamente. Murió el 25 de octubre de 2017 con 86 años.
Una selección de estas imágenes está disponible para su visualización en el canal de YouTube de Filmoteca Canaria.
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