Foto: Alejandro Quevedo.

La compañía Els Joglars ofrecerá este viernes y sábado, a las 20.30 horas en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, una visión cargada de sátira y humor del denominado procés independentista catalán, con la representación de su última obra, ‘Señor Ruiseñor’. Una reflexión sobre los conceptos de vida libre e identidad, reivindicando el arte como patria universal a partir de la figura del dramaturgo, poeta y pintor modernista Santiago Rusiñol, como representativo de una Cataluña cívica, culta y cosmopolita y antítesis de la visión sesgada de esta región que transmite la situación política actual. Bajo la dirección e interpretación de Ramón Fontserè, con la colaboración de Dolors Tuneu y Alberto Castrillo-Ferrer, quienes ofrecerán un espectáculo de gran belleza plástica que aúna el esplendor de ‘Daaalí’ y la crítica y el ingenio de ‘Ubú president’, dos de los títulos más reconocibles de Els Joglars.

“Es una reflexión sobre nuestra identidad y nuestros ideales, para quitar el ego, los prejuicios y el narcisismo a través del humor a un fenómeno muy actual del que se habla y hablará por mucho tiempo”, explicó en la rueda de prensa de presentación de la obra Ramon Fontserè, director y uno de los protagonistas. En este sentido, añadió, “seguimos la senda de los grandes dramaturgos de la comedia antigua y fresca que se inspiraban en las peripecias de la sociedad que les rodeaba y ponían sobre el escenario los temas que preocupaban a la gente”, todo ello, matizó, “con esa figura extraordinaria de Santiago Rusiñol, hombre cosmopolita y abierto que Josep Pla definió como un destructor de fanáticos y con un gran sentido común, que es lo que se echa de menos en esta circunstancia”. Asimismo, Fontserè expresó que “se trata de reírnos, reflexionar, pensar y abrir ventanas, ofrecer algo higiénico y un servicio al público, demostrándoles otra cara de este tema”. Pues, concluyó, “los bufones, juglares y teatreros de todos los tiempos hemos sido provocadores de emociones y espejo lúdico, cruel o lúcido de la realidad, a través del juego del teatro”.

Por su parte, Dolors Tuneu, quien encarna a Morfina, mujer que aparece en los cuadros de Rusiñol y, en un desdoblamiento, a la directora del Museo de la Identidad dedicado al artista, defendió que, como sucede en ‘Señor Ruiseñor’, “el humor nos sirve para abordar las más grandes tragedias de la Humanidad del modo más civilizado”. Por lo que, añadió, “es necesario hacer esta pequeña catarsis en el teatro con la distancia suficiente como para reírse de todo y reflexionar sobre lo que está pasando”. En este sentido, prosiguió Tuneu, “reivindicamos esa Cataluña abierta a España y al mundo que representaba Rusiñol y la gente de su época, para quienes el espacio común era la verdad, la virtud y el arte, no el terruño”. En definitiva, “una reivindicación del arte como patria universal frente a las patrias identitarias que reflejan los nacionalismos que, por desgracia, hoy están en auge”. Para ello, concluyó Dolors Tuneu, “satirizamos presentando la miseria humana que puede llevar a ridiculizar ciertas situaciones que, precisamente por tomarse tan en serio, acaban siendo por sí mismas escenas humorísticas”.

El texto, dirigido por el propio Ramon Fontserè, sitúa al dramaturgo, poeta y pintor modernista Santiago Rusiñol en su estudio-museo pintando el cuadro ‘La morfina’, una de las obras más significativas en la trayectoria de Rusiñol pues él mismo fue adicto a esta droga. De pronto, como efecto del estupefaciente, irrumpe con ferocidad una comitiva destructiva que arrasa con los objetos personales, pinturas y libros del artista, para transformar el espacio en el Museo de la Identidad. Surgiendo una serie de conflictos, con sarcasmo y humor, entre un Rusiñol aferrado a unas formas de vida que se resisten a desaparecer ante el asalto de quienes considera bárbaros. Sin embargo, podría no tratarse del auténtico pintor, sino de un jardinero de Parques y Jardines quien por causa del reuma y a la espera de la jubilación es reubicado en el Museo Rusiñol, a quien encarnará durante las visitas teatralizadas que el centro ofrece a los visitantes.

Pudiendo ser un simple conflicto laboral de un empleado cuyo desequilibrio mental le ha llevado a creerse el personaje que interpreta en un museo, lo cierto es que la obra muestra a partir de ahí dos mundos: el de Rusiñol y el de quienes, enfundados como héroes y mitos revolucionarios, defienden la identidad. Y la reflexión sobre la destrucción de los conceptos de vida libre y la consideración de la Cataluña cívica, culta y abierta al mundo atribuida a esta Comunidad en la época del pintor modernista. Antítesis a la visión sesgada de esta región y el pasado falseado con un orden inventado y la utilización de solo una parte del conocimiento y la tradición para difundir un relato interesado. Interpretados por Ramon Fontserè, Juan Pablo Mazorra, Rubén Romero, Pilar Sáenz, Dolors Tuneu y Xevi Vilà.

Las entradas para las funciones del viernes y sábado, a las 20.30 horas, están a la venta a precios que oscilan entre los 12 y los 23 euros, a través de los canales habituales con que cuenta la Fundación de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria: la taquilla de la calle Viera y Clavijo y la página web del Teatro Cuyás, www.teatrocuyas.com.

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