Cristina Morales. EFE

Sorprendió a público y crítica con ‘Lectura Fácil’ (Anagrama, 2018), que fue Premio Nacional de Narrativa en 2019. La novela inspiró la serie televisiva ‘Fácil’, que cuenta las vicisitudes de cuatro chicas con discapacidad que comparten piso en Barcelona. Aunque la adaptación no fue del agrado de la escritora, lo cierto es que sirvió para visibilizar el trabajo social en el campo de la discapacidad y salud mental. La autora y también bailarina compartirá sus puntos de vista con el público en la cita mensual ‘Escritoras en la Casa-Museo’, que este mes de marzo se reviste de reivindicación ‘en femenino’. La cita es el día 9 de marzo, a las 19:30 horas, con entrada libre y gratuita hasta completar aforo.

Este mismo mes de marzo el Teatro Cuyás estrenará los días 24 y 25 la adaptación teatral que dirige Alberto San Juan de la novela homónima de Morales en la que se basa la exitosa serie, montaje coproducido por el Centro Dramático Nacional y Bitó Produccions y del que puede verse un avance en https://youtu.be/iikMZsOd8BM. La obra teatral ha sido definida como “una bomba diseñada para reventar el concepto de discapacidad y reivindicar el derecho de todo lo vivo a gobernarse a sí mismo”.

La serie de televisión titulada ‘Fácil’, producida por Movistar y dirigida por Anna Rodríguez Costa, no es, según asegura Cristina Morales (Granada, 1985), una mera adaptación. “Es un desvergonzado endulzamiento de la novela, es una despolitización de todo lo que en ‘Lectura fácil’ tiene un hondo trasfondo político”, asegura de forma vehemente. “El más flagrante es el cambio radical de punto de vista. En ‘Lectura fácil’, el punto de vista es el de los personajes etiquetados como ‘discapacitados’. En la serie, el punto de vista es el de los trabajadores sociales, a quienes la directora trata como poco menos que héroes por acercarse a esos seres marginales que son las personas con discapacidad”, aclara Morales.

Hacen falta discursos críticos

“No hacen falta más discursos para reforzar las prácticas carcelarias, discriminatorias y profundamente violentas que ejercen los servicios sociales, mártires democráticos en Occidente. Lo que hace falta son discursos profundamente críticos y empezar a hablar de la tarea de los trabajadores sociales, ya sea en el campo de la discapacidad, la salud mental, la infancia, la prostitución, la migración o las drogodependencias”. Es la declaración de intenciones de la escritora Cristina Morales sobre el sistema público en el apartado de Servicios Sociales. “Todo aquello que el sistema considera marginal, desde su autodeclarada centralidad, es una tarea policial, de control, y no emancipatoria o de cuidado”, afirma contundente.

Cada texto que escribo es diferente, porque no siempre se empieza a escribir desde la libertad. Muchas veces te dan tareas que no te apetece escribir en absoluto, pero que aceptas porque es tu trabajo y tienes que ganarte la vida”, opina Morales sobre la libertad en el ejercicio de la escritura. “Dicho esto, y sin importar la razón que me haga salir del local de ensayo de baile, o dejar de ir a una fiesta, o dejar de pasar tiempo con la gente que quiero, para dejar todo eso, es decir, para sentarme a escribir, una vez que me siento, trato de hacer algo útil con lo que sale de estos dedos que escriben. Útil, en primer lugar, para mí: para ayudarme a nombrar el mundo, las cosas que me duelen, las cosas que no entiendo, las cosas en las que quiero profundizar. Como no soporto que los poderosos intenten engañarme (que es su trabajo), las mentiras sistemáticas del poder están siempre en mis escritos”.

Como bailarina ha hecho saber en varias ocasiones su desacuerdo con ciertas metodologías de enseñar la danza, de cómo se enseña en personas con discapacidad funcional, y sobre todo, de cómo se enseña en centros cívicos.El colectivo del que formo parte como bailarina, coreógrafa y otras tareas de producción, no tan divertidas, se llama ‘Iniciativa Sexual Femenina’. Nuestra unión coincide con la escritura de ‘Lectura fácil’ que, al ser una indagación sobre formas no autoritarias de dedicarse a la danza, me hizo querer poner en práctica mis anhelos. Empecé a impartir un taller de danza en una okupa de mi barrio en Barcelona, y allí conocí a Élise Moreau y Elisa Keisanen en 2017. Luchamos por una danza libertaria, feminista y no académica. Gracias a ellas pude encarnar escenas de danza que describí en la novela y llevarlas a una pieza que aún hoy interpretamos: se llama Catalina, explica la escritora acerca de su trabajo sobre las tablas.

Sobre Cristina Morales

Cristina Morales (Granada, 1985) es autora de las novelas ‘Lectura fácil’ (Anagrama, Premio Nacional de Narrativa 2019 y Premio Herralde de Novela 2018), ‘Terroristas modernos’ (2017), ‘Últimas tardes con Teresa de Jesús’ (2015, 2020) y ‘Los combatientes’ (2013, 2020), galardonada con el Premio INJUVE de Narrativa 2012 del Gobierno de España. También ha escrito el libro de relatos ‘La merienda de las niñas’ (2008), y trabaja como dramaturga para diversos teatros y compañías españolas. En 2021 fue becaria de la Real Academia de España en Roma y seleccionada por la revista ‘Granta’ entre los 25 mejores escritores en español menores de 35 años.

Licenciada en Derecho y en Ciencias Políticas y especialista en Relaciones Internacionales, es también bailarina y coreógrafa de la compañía de danza contemporánea ‘Iniciativa Sexual Femenina’, productora ejecutiva de la banda de punk ‘At-Asko’ y archivera y difusora de ‘Mugrelindas’ con el colectivo ‘BachiniBachini’.

La traducción alemana de Lectura Fácil ha ganado el Internationaler Literaturpreis 2022 (Premio Internacional de Literatura otorgado por el Ministerio de Cultura de Alemania), que reconoce una obra sobresaliente de la literatura contemporánea, cuyo autor/a haya sido traducido por primera vez al alemán. La traducción está a cargo de Friederike von Criegern.

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