hectorychanoChano Domínguez acude a nuestra llamada de manera puntual en el Hotel Atlántida de Santa Cruz de Tenerife. Toda la charla está impregnada de una placidez que contrasta con el ritmo frenético que luce, a fuera,  la ciudad. También difiere el fresco del recinto con el calor propio del zenit solar en la santacrucera Avenida Tres de mayo.

Domínguez es absolutamente expresivo. Parte de su comunicación es gestual y tenemos el placer de seguir las respuestas de este pianista del duende como si fueran verdades sobre el pasado y planes para el futuro. Diserta sobre la totalidad del acontecer jazzístico y juglaresco de nuestros días ¿Cómo sonará su próximo lanzamiento, ‘Piano Ibérico’? Tendremos que esperar para saberlo a la próxima semana, mientras tanto disfrutemos de sus puntos de vista…

-¿Qué tal está, Chano?

-Chano Domínguez: Encantado de estar en Canarias. Hacía tiempo que no me pasaba por este lugar y todavía más encantado de participar en un evento con un gran músico de la islas como es Polo Ortí. Es un placer estar aquí y compartir un buen rato de música y de vida.

-A pesar de su fama, ¿Cómo le podemos presentar a los visitantes de la página web creativacanaria.com? ¿Cómo fueron sus inicios en este mundo musical?

-C. D.: El comienzo fue en mi ciudad natal, en Cádiz. Esa etapa está muy ligada a lo que hago actualmente, hoy en día. En esa época me alimentaba de lo que se escuchaba en mi casa que era sobretodo flamenco por parte de mi padre, era un grandísimo seguidor de esta música. También canción española a través de mi madre y en la calle guitarra flamenca y el compás. Esos fueron un poco mis principios en la música lo vivi en mi tierrea y han marcado, como sabes, toda mi carrera musical. Ligada al jazz pero enraizada en la música de mi tierra.

-¿Es el flamenco el vehículo para el jazz o viceversa?

-C. D.:  La música es el vehículo y el idioma por cualquier instrumento en el que tú te asomes a tocar. En este caso, en el caso de mi música yo no sé qué alimenta más a qué, si el flamenco o el jazz. Más de un amigo músico ha llegado ha decir que no se sabe dónde comienza el flamenco y dónde empieza el jazz. Es una manera de adoptar dos lenguajes y ponerlos a funcionar juntos.

-¿Se ha llegado a una solución con lo sucedido hace dos veranos en el festival de Jaén, “Jazz entre Olivos”?

-C. D.: No, no se ha solucionado. Está en manos de los abogados. Tendrá que haber un juicio. El Ayuntamiento de Jaén no pagó a ninguno de los músicos que estuvimos en el Festival “Jazz entre Olivos” en 2009. Lo fuerte del caso es que este año se ha hecho el festival contratando a gente de dilatada experiencia internacional y alguno nacional y sin haber hecho el cobro del anterior festival, sin pagar los gastos de ese año. Me parece increíble.

-Esto nos da pié para hablar de la crisis en el negocio discográfico pero no desde el punto de vista de producción de talentos musicales ¿Cómo ha llegado a Chano Domínguez estas estrecheces?

-C. D.: Me siento afortunado. Sé que hay crisis pero yo no la siento. Tengo trabajo, proyectos muy interesantes que estoy ahora mismo realizando. Particularmente no me ha llegado pero tengo colegas músicos que sí me cuentan que la cosa no está como antes. Obviamente lo que sí está ocurriendo que se está dejando de organizar festivales. Hay un Festival tan importante como el Jazz Báltica en Alemania que se viene abajo. Están pidiendo ayuda a los músicos que participamos en ese evento para salvarlo de cara al año que viene. Estamos hablando de este País pero ocurre en todos sitios y es una muestra esto que te acabo de comentar que ocurre en un estado tan fructífero como Alemania.  Creo que es un momento de recesión y la cultura queda un poco relegada con otros acontecimientos que existen en la sociedad cuando hay otros problemas como el paro y la inestabilidad económica que tenemos.

chanoyhector

-Esta misma semana hemos tenido una jugosa entrevista con su compañero en la velada, Polo Ortí; nos contó cómo se conocieron ustedes en una mágica semana en New York ¿Qué recuerdos le queda de este contacto con Polo?

-C. D.: Efectivamente conocí a Polo en Nueva York a través del batería Jorge Rossi. Recuerdo que estuvimos “Jangueando” – como se dice por aquellos lares – en algún club. Haciendo Jam sessions en casas de algún que otro músico. Es un recuerdo de una etapa muy fuerte, aprendiendo de los mejores. Yendo a locales y tocando con músicos. El choque es enorme en esa gran ciudad y con esa gran cantidad de instrumentistas que conocí entre ellos, Polo Ortí. Tengo un recuerdo muy grato porque todo era nuevo, era la primera vez que estaba en New York y la primera que jangueabas en el mundo “real” digámos. Era por una parte muy duro ya que había que tocar mucho para actuar en la ciudad y muy agradable porque la música estaba muy viva.

-C. D.: ¿Es interminable el reto de dominar un instrumento como el piano?

-Buf, cada vez me siento más aprendiz del piano. Cada año que pasa más me doy cuenta de todo lo que me queda por aprender. Es interminable, tenemos las personas unas barreras, la música no tiene barrera ni fin. Sumergirse en ella es un gozo que día tras día voy practicando y así será hasta el fin. Creo que seré siempre aprendiz. El piano es un instrumento muy señorito que está ahí en la habitación y está de frac, de blanco y negro, brillando. Está esperando que tu le rindas pleitesía en ese aspecto es una relación que tengo de amor y odio con el instrumento. Es diferente a otros en el sentido de que no puedes cargar y llevártelo y hacerte con él en dónde sea. El piano necesita su sitio, su espacio, su atención, es muy caprichoso y tienes que doblegarte tu a él. Así estamos los pianistas detrás de ese aparato.

-Hágase un poco portavoz de la gente que viene detrás suya, ¿Qué pianistas españoles no nos podemos perder? ¿Cuáles debemos disfrutar?

-C. D.: Hay muchísimos. En este país hay grandes pianistas que llevan muchos años desarrollando una labor muy importante no puedo soslayar a alguno de mi generación como Iñaki Salvador o Albert Bover o Luis Vidal. Han investigado en el piano y haciendo un trabajo extraordinario. No podemos olvidarnos de gente joven como Albert Sans o algún otro que son muy interesantes y no paran de salir músicos jóvenes y gente con ganas de aportar cosas nuevas.

-Uno de mis discos compactos de cabecera es ese que compartió usted con el flautista Jorge Pardo, “10 de paco”, dedicado a una persona tan destacada en el mundo del flamenco/fusión y en la música en general como es Paco de Lucía.  Hemos asistido en las semanas precedentes a una agria polémica con un compañero crítico de El mundo, Manuel Martín Martín, en dónde se ponía al maestro a los pies de los caballos con un punto insultante en su descripción de un evento que protagonizó Paco, incluso generalizando con respecto a la carrera del mito. En otros momentos también criticó muy negativamente a genios del flamenco como Enrique Morente… ¿Cómo ve este pago a Paco de Lucía por los servicios prestados?

-C. D.: Lucía ha tenido todos los reconocimientos que un músico pueda desear. Es que su música se haya universalizado. Haya sonado en los cinco continentes, tocado en los cincos continentes, mezclado con todo tipo de músicos, empapado de otras culturas y haya salido tan airoso como ha salido de todo ello. Para mí Paco tiene ganado todo el reconocimiento que tiene y fue el primer músico que abrió la puerta para que otros como yo entráramos en el mercado de la mezcla de las dos culturas, de la música improvisada, jazz, y del flamenco.

-En relación al flamenco,  ¿en sus principios se encontró con un muro muy difícil de roer a la hora de enfrentarse con el purismo?

-C. D.: A mí me pasó una cosa muy curiosa. Cuando grabé mi primer disco en el año 1993, justo después de ir aquellos meses en New York, yo pensé que me iban a crucificar tanto los del jazz como los del flamenco. Hacer un disco en dónde toco por bulería pero improvisando con el piano, canción española pero en trío con un tinte muy a lo Bill Evans o el trío clásico de jazz o popular en ese estilo o blues por bulería, ese disco fue muy transgresor y pensé que me iban a criticar muy mal. Pero fue una oferta muy grata cuando gente que respeto mucho de ambos ámbitos me llamaron y me dijeron que siguiera con esa senda porque les parecía muy único y muy particular. Todos me dieron mucho cariño desde el flamenco, el primero Paco de Lucía, y por el ámbito jazzístico en dónde me indican que esto lo debo continuar ya que es un aporte a la cultura musical de este tiempo.

-De los grandes clásicos del piano ¿cuáles son sus favoritos? Ha nombrado ya a Bill Evans, ¿cuáles han sido fuente de inspiración…?

-C. D.: Hay muchos. Yo recuerdo cómo llegué al jazz. En los años 70 tenía un grupo de rock progresivo y teníamos muchas influencias de gente como Emerson, Lake & Palmer, King Crimson, Yes, Pink Floyd, Génesis. Todos esos grupos alimentaban nuestra imaginación a la hora de hacer música. A través de esto empezamos a escuchar otros tipos de grupos que estaban más ligados a la improvisación, al jazz. Estos grupos eran Return to forever, Mahavishnu Orchestra o Soft Machine son los grupos que me acercan al jazz. Son Chick Corea, Herbie Hancock… a partir de ellos acabo conociendo a Bill Evans, Ahmad Jamal, Errol Garner, Tommy Flanagan, Red Garland, Horace Silver hasta llegar a Jelly Roll Morton que está considerado como el primer improvisador en el piano. Un proceso natural de muchos años de búsqueda y de encontrarme con esa música que se ha venido haciendo en este último siglo.

-¿Cómo encara Chano Domínguez el hecho de que el Ejecutivo Central haya decidido frenar el canal cultural que iba a tener por nombre cultural.es? ¿No hay suficiente cultura en España para tener un canal así para llenar 24 horas de cultura?

-C. D.: Realmente, sí. Si tenemos tantas cadenas que ponen tanta mierda creo que podemos tener una cadena que tenga acceso a la cultura de una manera permanente. Sin duda ninguna, en cada pueblo de esta nación hay gente con inquietudes, gente con ganas de hacer cosas, gente con ideas creativas, con algo que decir que es bastante más interesante que el 90% que pasan en la televisión. Un canal así sería maravilloso que existiese. Tendría programación las 24 horas, podría tenerla.

-Chano, recordamos un excelente trabajo que le trajo a Canarias lo compartió con el saxofonista tinerfeño Kike Perdomo, se llamó “A world of music” que fue editado en 2008 en un DVD y también ahora surge esta vía de colaboración con Polo Ortí ¿Tiene algo especial con nuestras islas o no?

-C. D.: Bueno quizás lo que hay de conexión con los músicos canarios es de entendimiento. Casi se podría decir que yo también nací en una isla ya que Cádiz tiene la idiosincracia que tienen los territorios aislados ya que para ir a ese lugar tienes que ir a posta, no de paso. Te ofrece esta circunstancia un tinte autóctono, propio. Esa luz, ese color creo que nos acerca.

-Para el que no estuvo en el concierto, recuerde qué ofrecieron en el repertorio del pasado viernes en la actuación con Ortí?

-C. D.: Tocamos algún tema original de Polo y mío y standards en dúo. Algo en solitario también de cada uno. De mi parte toqué algo del CD que va a ver la luz la próxima semana con la casa discográfica EMI que lleva por título ‘Piano Ibérico’. Está influenciado este último por los músicos clásicos españoles como Falla, Albéniz o Granados. En base de esos músicos que creo que fueron los primeros pianistas flamencos he creado este espectáculo en el que hay baile, hay cante y está toda la fuerza del flamenco. He recogido parte del gran legado de estos maestros con todo el respeto y desde mi punto de vista de la improvisación y del piano rítmico-flamenco. Hemos hecho unas versiones libres de algunos temas de ellos.

-Le deseamos mucha suerte en ese alumbramiento de la próxima semana, mande un saludo a los lectores de nuestra web…

C. D.: Hola, soy Chano Domínguez les mando un saludo muy fuerte para toda la gente de la web creativacanaria.com