El artista Juan Marqués en su estudio ante una de sus obras.

El Centro de Artes Plásticas del Cabildo mantiene abierta hasta el 14 de junio la individual denominada ‘Purpurae uti materia’ que el creador mallorquín Juan Marqués exhibe en el mencionado espacio localizado en Vegueta. La citada muestra será clausurada con la celebración de la performance denominada ‘El descenso’, que tendrá lugar el mismo día 14 de junio, a las 19.00 horas, en el Centro de Artes Plásticas situado en el número 8 de la calle Colón, en Vegueta.

Marqués ofrece, a través de 39 obras entre esculturas y pinturas, su particular concepción de la historia de Canarias que atraviesan personajes de distinta época como Juba II, Beatriz de Bobadilla o Doramas, sin olvidar a otras figuras del devenir más reciente ancladas en los siglos XIX y XX.

Como apunta Pedro Lezcano Jaén en el texto introductorio del catálogo editado por el Cabildo con ocasión de la muestra, en esta exposición Marqués nos muestra la gran devoción por el conocimiento y la investigación y su afán de concordarlos con el cuidado profundo de la técnica y la búsqueda de la belleza.

“He jugado con la púrpura y su misterio histórico. La púrpura, que sitúa a las islas en el mapa, me permite retroceder aún antes de los años de la Conquista, abriendo diferentes maneras de mirar a los aborígenes canarios”, explica el artista mallorquín, que ha realizado las obras de esta individual empleando distintas técnicas mixtas y materiales, desde chapa marina a bronce, pasando por tela, arpillera, madera o lienzo.

La obra de la muestra ‘Purpurae uti materia’ es producto de una larga y dilatada reflexión Plástica de Juan Marqués que abarca desde el verano de 2017 hasta el día de hoy.

En exposiciones anteriores Marqués ya había realizado algún que otro escarceo sobre momentos del devenir histórico de las islas. Personajes relevantes como Juan Rejón, Alonso Alvarado o Pamochamoso habían encontrado asiento en sus lienzos, algunos de gran formato y técnica de óleo puro a veces con un toque de expresionismo abstracto. “Pero en mi interés plástico iba ganando espacio el aborigen prehispánico, sin expresarlo explícitamente, centré mi atención en algunos de sus elementos básicos de sustento o compañía, los perros, las cabras, el queso, la palmera, el drago, los gánigos y algunas pocas cosas más, me ofrecían potentes argumentos plásticos a desarrollar y así lo hice”, advierte el artista.

Marqués, que no se ha prodigado mucho en las salas de arte, ha repartido su trabajo entre su estudio y las aulas de la Escuela de Arte, a la que aún sigue vinculado. Su implicación en la docencia quedó patente en 1984, cuando intentó crear la Facultad de Bellas Artes en Gran Canaria, llegándose a impartir el primer curso. Su obra se incluye en colecciones de Alemania, Chile, Estados Unidos o Argentina. Desde 1964 reside en Gran Canaria.

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