x © Aarón S. Ramos

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El Espacio Cultural Fundación CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife dio comienzo el jueves, 18 de febrero, a su calendario expositivo para el presente ejercicio con la inauguración de la retrospectiva titulada «Chema Madoz-XXI», colección formada por 189 obras del artista madrileño, Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, que repasa su labor creativa a partir de comienzos del presente siglo. La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 28 de mayo y es de entrada gratuita, con el horario habitual del Espacio Cultural: Lunes a viernes, de 11 a 14 y de 17 a 20 horas; sábado, de 10 a 14 horas; domingos y festivos, cerrado.

Para la preparación de esta retrospectiva, la más ambiciosa y completa de cuantas se han hecho en relación a la obra de Chema Madoz, la Fundación CajaCanarias ha contado con la colaboración de la prestigiosa agencia fotográfica «diChroma», así como de la Comunidad de Madrid, a través de su programa de fomento cultural «Espacios para el Arte»; y del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte desde «Promoción del Arte», una importante iniciativa a nivel estatal de exposiciones itinerantes.

«Chema Madoz-XXI» supondrá una de las principales propuestas culturales de la Fundación CajaCanarias durante el presente año 2016 ya que, tras su clausura en el Espacio Cultural de Santa Cruz de Tenerife el próximo 28 de mayo, se trasladará a la sede de la entidad en la capital de La Palma (Plaza de España, 3), para ser visitada entre el 7 de junio y el 23 de julio. Para finalizar su calendario de muestras en Canarias, «Chema Madoz-XXI» abrirá sus puertas en el Espacio Cultural Fundación CajaCanarias Puerto de la Cruz (Calle San Juan, 16), que este año reinaugura su actividad expositiva. Su presencia en la sala portuense se prolongará desde el 9 de agosto hasta el próximo 1 de octubre de 2016.

Presentación

La visión de un mago de la fotografía, un ilusionista a través de la imagen que, con su obra, crea sorpresa y asombro es lo que los visitantes que acudan hasta el 28 de mayo al Espacio Cultural Santa Cruz encontrarán, en palabras del presidente de la Fundación CajaCanarias, Alberto Delgado.

El acto de presentación también contó con la presencia del comisario de la muestra, Borja Casani, quién quiso destacar lo exhaustiva que es esta retrospectiva, capaz de mostrar el corpus creativo de Madoz a partir de su obra de madurez. A su juicio, «polisemia» es el calificativo preciso para su labor artística: «El recorrido por la exposición no plantea un jeroglífico, sino en tal caso supone descubrir la resolución que el creador previamente ha resuelto, completándola el espectador desde su particular óptica.

Esta sala de exposiciones parece construida para albergar «XXI». Cada obra está en su sitio, permitiendo al visitante seguir con precisión la evolución artística de Madoz durante los últimos quince años, finalizó Casani en alusión a la armónica disposición de la muestra en el Espacio Cultural Fundación CajaCanarias.

Para finalizar, Chema Madoz se declaró satisfecho de poder realizar una exposición tan amplia en relación a su trabajo fotográfico: El recorrido que compone «XXI» permite tomar conciencia de la manera de abordar el objeto que ha ido evolucionando en mi obra. Requerido acerca del calificativo «surrealista» en relación a su perspectiva creativa, Madoz señala como el uso del blanco y negro lleva a los objetos, profundamente reales, hacia el mundo de los sueños y la imaginación, si bien este recorrido también permite ver como mi metodología se ha ido ampliando. Y es que, a juicio de Madoz, la creación mental en el proceso creativo avanza desde influencias distintas: desde ese singular surrealismo, pasando por la poesía visual o el minimalismo. Esta senda transita por el reflejo de las cosas que me han ido afectando en mi modo de mirar

Chema Madoz

Nacido en Madrid, en 1958, Chema Madoz cursó estudios de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, simultaneando esta formación, entre 1980 y 1983, con la de fotografía, en el Centro de Enseñanza de la Imagen. Su primera exposición monográfica se celebra, precisamente, en el curso 83, con una muestra en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid.

Es a partir de 1990 cuando Chema Madoz comienza a desarrollar el concepto de objetos, tema constante en su creatividad fotográfica hasta la fecha, recibiendo en 1993 el prestigioso Premio Kodak. A finales de la década de los noventa, el recorrido creativo de Madoz alcanza un punto culminante: el Museo Nacional Reina Sofía le dedica la exposición individual «Objetos 1990 – 1999», que se configura como la primera muestra retrospectiva que este museo dedica a un fotógrafo español en vida. Un año después, Chema Madoz es condecorado con el Premio Nacional de Fotografía, la distinción de carácter público más prestigiosa que se otorga a nivel estatal en los diferentes campos de las artes.

XXI

Precisamente, las 189 fotografías que se reúnen en la retrospectiva que podrá visitarse, a partir de hoy, en el Espacio Cultural Fundación CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife, abarcan la labor creativa de Chema Madoz desde el período inmediatamente posterior a la concesión del Premio. De este modo, «XXI» muestra una amplia selección de la obra realizada por el fotógrafo madrileño entre los años 2000 y 2014, y conforman la mayor exposición que se ha realizado hasta el momento sobre su trabajo, ofreciendo una oportunidad excepcional para transitar por el singular universo del artista y descubrir los delicados vínculos que éste encuentra en la polifonía de significados que producen los objetos. Si la poética del objeto, precisamente, ha sido el eje sobre el que Chema Madoz ha vertebrado su trabajo, en esta selección el visitante podrá comprobar cómo sus referentes e influencias se van abriendo a la presencia de la naturaleza, la aparición de la figura animal, la inclusión del dibujo como otra forma de representación, o la aparición del texto como un vehículo natural de la imaginación.

Cada una de las fotografías que podrán contemplarse en la retrospectiva «XXI» es el producto de una idea previa, resuelta conceptualmente y, a menudo, bocetada y dibujada sobre el papel. Pueden ser existentes y útiles en su aspecto natural, y en ese caso se trata simplemente de juntar los objetos y confrontarlos de la manera pensada, o deben ser modificados, intervenidos, violentados o fabricados expresamente como elementos únicos por artesanos y especialistas y, en ese sentido, la solución digital en la forma en que la usa Madoz en algunas piezas de su última época, es una herramienta más para conseguir la materialización del concepto. En este campo juega su creatividad, y lo hace utilizando muchos tonos; los que van desde el humor pop hasta el lenguaje hermético. Un arco tan extenso tiene necesariamente que ver con el propio espíritu de las cosas, que el artista traslada con admirable capacidad de síntesis y, al menos, tres cualidades decisivas: elegancia, naturalidad y precisión.

Esta exposición retrospectiva propone al visitante, en definitiva, un juego de percepción. Las imágenes hablan, proponiendo un paseo por el entendimiento, desde la maravillosa capacidad de Chema Madoz para observar el mundo y descubrir y articular mensajes visuales.