ElCrimendeCuenca3_copiaLa Fundación CajaCanarias ha organizado un nuevo ciclo dentro del calendario anual de su Filmoteca, a celebrar los lunes (salvo el martes 31 de mayo, debido a la festividad de Canarias el día anterior) a lo largo de los meses de mayo y junio. La programación cinematográfica, en esta ocasión, estará compuesta por diferentes producciones realizadas durante el período de Transición democrática, concretamente en la década de los años setenta, y dará comienzo hoy lunes, 9 de mayo, con la proyección del largometraje «El crimen de Cuenca» (1979), de Pilar Miró. Como es habitual, todas las sesiones tendrán lugar a partir de las 20:00 horas, en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife, a un precio de dos euros por localidad.

Programación Filmoteca CajaCanarias mayo-junio

Tras numerosos problemas con la censura oficial, aún vigente en 1979 en España, Pilar Miró consigue estrenar en la gran pantalla «El crimen de Cuenca», cinta que relata el proceso de torturas a cargo de la Guardia Civil sufrido por Gregorio Valero Contreras y León Sánchez Gascón, amigos y vecinos de Osa de La Vega (Cuenca), cuando son detenidos como autores de la muerte de José María Grimaldos López, pastor de oficio y compañero de los anteriores. El pueblo les acusa, incluso la mujer de Gregorio reúne pruebas contra ellos. Los dos hombres confiesan el crimen después de ser sometidos a torturas. Esta historia, basada en hechos reales acaecidos en 1913, participó en la sección oficial del Festival de Cine de Berlín, en 1980.

El 16 de mayo, la Filmoteca CajaCanarias cambia de registro con la proyección de «Ópera Prima» (1980), aclamada comedia romántica escrita por Óscar Ladoire (también protagonista) y Fernando Trueba, y dirigida por este último. Matías, un periodista divorciado de 25 años que pasea su amargura por Madrid, en la Plaza de la Ópera, se enamora de su prima Violeta, que sólo tiene 18. A pesar de sus diferencias, aunque ni siquiera él mismo se lo puede creer del todo, y pese a los consejos de sus amigos, Matías llega a la conclusión de que ella es la mujer de su vida. Una joven Paula Molina, Antonio Resines, Marisa Paredes, y el Gran Wyoming completan el elenco protagonista.

El género documental tiene su espacio en este nuevo ciclo, con «Canciones para después de una guerra» (1971), evocación de los años de posguerra en España a través de canciones populares montadas sobre imágenes que buscan darle otro significado a las mismas. La cinta, dirigida y realizada por Basilio Martin Patino, podrá verse el lunes 23 de mayo, y en ella se incluyen piezas del género estrella durante el período inmediatamente posterior al fin de la Guerra Civil, la copla. Estrellita Castro, Miguel de Molina, Imperio Argentina, Celia Gámez o Concha Piquer resuenan en este clásico de la cinematografía nacional.

Un hombre vuelve a su pueblo natal para asistir al entierro de su madre. Allí, rememora su infancia y adolescencia, especialmente el amor que sentía por «La prima Angélica», largometraje que podrá verse el martes 31 de mayo. El inolvidable José Luis López Vázquez borda una de sus interpretaciones más recordadas en esta cinta de Carlos Saura, una de las obras del séptimo arte nacional más aclamadas en el extranjero. Con guion del propio Saura y de Rafael Azcona, el Festival de Cannes de 1974 se rindió a «La prima Angélica», otorgándole el Premio Especial del Jurado.

Ya en el mes de junio, la Filmoteca CajaCanarias continúa este nuevo ciclo de su programación el lunes 6, con el visionado de «Camada Negra» (1977), de Manuel Gutiérrez Aragón, que se alzó con el Oso de Plata al mejor director, en el Festival de Berlín. «Camada Negra» retrata a Tatin, un joven de quince años que entra a formar parte de un grupo violento de ideología ultraderechista, liderado por una mujer madura de influyente personalidad.

El lunes 13 de junio retorna el género documental, con la película más personal del cineasta Jaime Chávarri: «El desencanto» (1976). Uno de los referentes intelectuales del franquismo, el poeta Leopoldo Panero, murió en Astorga, donde había nacido, en el año 1962. Catorce años más tarde, las personas que más íntimamente estuvieron ligadas a él, Felicidad Blanc, su viuda, y sus tres hijos (Juan Luis, el malogrado poeta Leopoldo María, y el inclasificable vástago menor, Michi), recuerdan aquel caluroso día de agosto. El recuerdo queda sometido a algo más que aquella fecha. Surgen otras vivencias. Y a través de la palabra y del recorrido por habitaciones, objetos, calles y lugares perdidos, se desvela la historia de unos años y de unas personas unidas por vínculos familiares que en ningún momento huyen de la expresión de sus diferencias y de sus identidades.

La violencia terrorista, que alcanzó su máximo apogeo a lo largo de los años 70 y 80, tuvo uno de sus más vibrantes reflejos cinematográficos en «Operación Ogro» (1979). En 1978, en una casa del País Vasco, un hombre y una mujer recuerdan el pasado. En 1973, él y tres hombres más formaban un comando cuya misión era secuestrar al almirante Carrero Blanco para intercambiarlo por presos políticos. Sin embargo, cuando estaban a punto de cumplir su objetivo, Carrero fue nombrado Presidente del Gobierno y los planes cambiaron. El hombre sigue siendo partidario de la lucha armada mientras que sus antiguos correligionarios creen que ha llegado la hora de seguir los cauces democráticos. El cineasta italiano Gillo Pontecorvo, merecedor del David di Donatello al mejor realizador por esta producción, se adentró en el terrorismo nacional con un reparto internacional, en el que destacan los nombres de Gian Maria Volonté, José Sacristán, Ángela Molina, Eusebio Poncela y Féodor Atkine. Como curiosidad de «Operación Ogro», que podrá verse el lunes 20 de junio, cabe destacar que su banda sonora está compuesta por el último ganador del Oscars en esa categoría, el veterano genio Ennio Morricone.

El ciclo de la Filmoteca CajaCanarias dedicado al cine realizado en España durante el período de Transición democrática llegará a su fin el lunes 27 de junio, con la visión intimista del pintor andaluz José Pérez Ocaña, un personaje que marcó la vida de la Rambla y la plaza Real en la Barcelona de finales de los setenta, a través de la cámara de Ventura Pons. En este «Retrato intermitente» (1978), Ocaña en su casa nos habla de su vida y al mismo tiempo, en intermitencias, vemos el mundo que emana de su subconsciente.