Foto Mi vida como zombi

El Teatro Guiniguada cerrará el año con dos estupendas propuestas que tendrán lugar este fin de semana. El sábado 29, llevará a escena la divertida comedia ‘Mi vida como un zombi’, montaje que se ofrece al público vinculado a la última sesión del programa ‘Domingos de Autor’, protagonizada por el dramaturgo, actor y director de la compañía Doble M, Zebensui Felipe. Y el domingo 30, ofrecerá ‘Vibra-tó’, un concierto didáctico interactivo en el que dos músicos-pedagogos, multi-instrumentistas, interpretan composiciones propias y músicas del folclore universal con instrumentos insólitos, no convencionales y fabricados con materiales de desecho.

Dos montajes muy entretenidos e ideales para poner punto final del año en este escenario que el Gobierno reserva en exclusiva a la producción canaria, y que ha recibido durante 2018 el respaldo de más de 26.000 espectadores. La programación de 2019 se retoma pocos días después, concretamente el 4 de enero, con el musical infantil ‘Mery Pompas’, de la compañía Rocío Pozo. Las entradas para los dos espectáculos están disponibles en entrees.es y en la taquilla los días de función.

‘Mi vida como un zombi’

Finalista de los Premios Réplica 2018, ‘Mi vida como un zombi’ es una nueva vuelta de tuerca a la comedia más gamberra y crítica, a través de los ojos de la compañía Doble M. Lenguaje actual, ritmo ágil y vertiginoso en los diálogos, descaro en los personajes y crítica, mucha crítica al sistema laboral que moldea y esclaviza nuestras vidas personales para ajustarlo a su propia conveniencia. Nos sitúa en un mundo laboral actual, con problemas actuales y en el que lo cotidiano se supera con un plan: actuando como un zombi porque sólo los zombis pueden ser realmente felices en este mundo.

‘Mi vida como un zombi’ nos muestra la historia de Tomás, un empleado que lleva unos cinco años trabajando para la misma empresa. Comparte oficina con Javier, amigo y supervisor, y Martín, un trepa recién llegado. Todos ellos están siempre bajo la juiciosa mirada del dueño del negocio: Don Alonso. Quemado por los fracasos personales, la corbata, la hiperbólica formalidad del lenguaje laboral y la impersonalidad del trato humano, Tomás decide convertirse en un zombi: alguien que ni siente, ni padece, ni mucho menos piensa, pero que sin duda es feliz. En ese punto de inflexión vital hallamos al personaje principal en un día totalmente atípico en la oficina.

Dirigida por Nacho Almenar, la obra tiene un reparto compuesto por el propio Zebensuí Felipe, Adrián González, Vicente Ayala y Carlos Brito.

El domingo, ‘Vibra-tó, Festival de Sonidos, Sombras y Objetos

Vibra- tó, que se pondrá en escena el domingo 30, a las 20.30 horas, es un proyecto didáctico-musical interactivo en el que dos músicos-pedagogos multiinstrumentistas interpretan composiciones propias y músicas del folclore universal con instrumentos insólitos, no convencionales y fabricados con materiales de desecho. Recogedores de los que salen melodías milenarias, regaderas en clave de jazz, latas convertidas en guitarras y panderos, botellas, embudos, peines, tubos… ¡todo suena! Como diría Javier Aparicio “Chabieraas”

Según sus creadores, en Vibra-tó “creamos y transformamos los objetos que la sociedad desecha en instrumentos musicales. Si nuestros antepasados se servían para la construcción de sus instrumentos de los materiales prescindibles para la supervivencia ¿De qué podemos servirnos nosotros? Nuestra sociedad está llena de cosas que o son basura o lo serán tarde o temprano. Con Vibra-tó comprobaremos que no son necesarios grandes medios para hacer música aprendiendo a disfrutar con nuestras propias creaciones frente al ocio imperante basado en el consumo”.

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