Spinelli, Achúcarro, Tali, Perdigón y Sampablo

Un Joaquín Achúcarro en plena forma a sus 86 años cierra esta semana el círculo de grandes leyendas de piano programadas en el 35 Festival de Música de Canarias. Estará en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote acompañando a la prestigiosa Orquesta de Cadaqués, bajo la batuta de Anu Tali, una de las directoras ‘más fascinantes’ del momento, según la crítica internacional. Los conciertos en Canarias comienzan hoy, miércoles 30 de enero, en el auditorio tinerfeño, el jueves 31 en el Alfredo Kraus, a las 20.00 h, y el viernes 1 de febrero en los Jameos del Agua, a las 20.30 horas.

Se prevé una gran velada con esta reunión de destacadísimos talentos para interpretar un repertorio integrado por las piezas “Vistas al mar (Evocaciones poéticas)”, de Toldrá i Soler; “Concierto para piano nº 4”, de Beethoven (con Achúcarro como solista) y la “Sinfonía nº 4 en La mayor”, de Mendelssohn. De esta forma el Festival de Música de Canarias supera el ecuador de una programación que está teniendo una gran acogida por parte del público y la crítica, y del que aún se podrán disfrutar una veintena de conciertos más en las islas.

El concierto de esta semana cuenta además con una colaboración específica de Fred Olsen, a la que se suma también la Fundación DISA en su apoyo al encuentro que protagonizará el mítico pianista con el alumnado del Conservatorio Superior de Música en Las Palmas de Gran Canaria, programado para el jueves 31, a las 12.30 horas. Las entradas para los conciertos se encuentran disponibles en las plataformas habituales de estos escenarios, a las que también se puede acceder desde www.festivaldecanarias.com (sección de entradas y abonos).

El concierto ha sido presentado hoy en rueda de prensa con el afamado pianista Achúcarro, así como con la directora de la orquesta, Anu Tali, y su gerente, Alberto Sampablo, además del director del 35 FIMC, Jorge Perdigón, y el representante de Fred Olsen, Lorenzo Spinelli.

Achúcarro mostró su satisfacción por interpretar junto a Anu Tali el “Concierto para piano nº 4” de Beethoven, una obra que es su opinión es “una de las mayores genialidades de la historia, más allá de la música” y añadió “es el genio de Beethoven en su momento más poético”. El maestro -del que el director del Festival, Jorge Perdigón, dijo que “a pesar de su veteranía, no conozco a un pianista más joven”, así como que “además de su talento y su técnica, es una persona espléndida, una característica que transmite a través de la música”-, señaló que aún recuerda la primera vez que tocó en Canarias, hace unos 65 años, y que fue una la experiencia influyente en su vida, tanto que hasta recuerda el repertorio: “La primera partita”, de Bach y la “Tercera sonata, de Chopin”

El pianista, que es Premio Nacional de Música, Medalla de Oro de Bellas Artes, Gran Cruz del Mérito Civil, entre otros muchos reconocimientos y que hasta tiene un mini planeta bautizado a su nombre, afirmó hoy en este encuentro informativo que “se le quite el miedo a la música clásica porque no es “ni esotérica, que no se puede entender, ni aburrida, es una obra que sale del espíritu del hombre”. Respecto a la retirada laboral, el músico señaló que “mientras pueda seguir moviéndome y teniendo el piano, continuaré haciéndolo porque es mi droga”.

Por su parte, la directora Anu Tali, a quien la crítica califica de «carismática, brillante y enérgica”, afirmó que la conexión con la Orquesta de Cadaqués es “inspiradora y potente”, un factor que considera de gran relevancia sobre el escenario. En relación con el repertorio, Tali dijo estar “impaciente” por compartir la interpretación del del “Concierto para piano nº 4” de Beethoven junto a Joaquín Achúcarro, al tiempo que avanzó tener una sorpresa preparada para el espectáculo, que no quiso revelar. Sobre ella, Perdigón señaló que “es una directora extraordinaria con una capacidad de lectura singular y es una de las mejores apuestas de este Festival”.

Más sobre Joaquín Achúcarro

La presencia del “joven veterano” Joaquín Achúcarro en Canarias no es nueva. Ya deleitó al público del Festival de Música de La Palma el pasado año con piezas de Chopin, dando muestras de que a sus 86 años mantiene intacta la capacidad para emocionar. Porque que acudir a sus recitales representa disfrutar de la madurez de un intérprete que transmite como pocos la belleza contenida en las grandes obras del repertorio pianístico. “Me gusta tocar en aquellos lugares donde gusta escuchar el piano”, afirma.

En una reciente entrevista, el maestro confesaba que, pasado el tiempo, aún vive lo que considera un “estado de adicción” hacia el instrumento y que cómo tras haber recorrido las salas de concierto de unos 63 países, el piano sigue siendo para él “como una droga”. Eso sí, advierte de que no piensa en el retiro. Es más, cuando llegue el momento del adiós, no será por voluntad propia. “Quiero tocar el piano hasta que la muerte nos separe”, sostiene.

Desde que a los cinco años comenzó a tomar clases de solfeo entabló “amistad” con aquel enorme instrumento de teclas blancas y negras, un sentimiento que se fue convirtiendo en “amor, pasión y locura”. A la edad de 13 años ya mostró las notas de su talento en un concierto de Mozart y su carrera musical se fue jalonando con galardones en certámenes internacionales en España, Italia, Francia y Suiza en su época de estudiante. El gran espaldarazo llegó con el premio logrado en 1959 en el Concurso Internacional de Liverpool, que un año antes había conquistado Zubin Metha, y las críticas entusiastas en los periódicos londinenses tras su debut con la London Symphony en el Royal Festival Hall. Desde entonces, Joaquín Achúcarro no ha dejado de ser reconocido y admirado por directores y orquestas de todo el mundo, recibiendo elogios continuos por parte de gigantes de la música como Simon Rattle o Zubin Mehta.

La revista francesa Diapason incluyó el pasado año una de sus grabaciones entre los cien discos de piano más bellos de todos los tiempos y, recientemente, la International Asrtonomical Union (IAU) acordó bautizar al mini planeta 22191 con su nombre, en homenaje a su trayectoria universal. En el año 1992 se le concedía el Premio Nacional de Música y también la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1996. En el año 2000 fue nombrado por la Unesco Artista por la Paz y en 2003, el rey Juan Carlos I le concedió la Gran Cruz del Mérito Civil. En febrero de 2018 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando como académico de honor y en mayo fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Autonóma de Madrid.

Desde 1989 tiene la cátedra J.E. Taste de la Universidad Metodista del Sur, en Dallas (EEUU), donde combina la docencia con su agenda de conciertos. Y como muestra de su enorme vitalidad a la cita con el FIMC llega después de una exitosa gira con Asia, después viajará a México para actuar con la Orquesta Sinfónica Nacional, en el Festival de Verbier (Suiza) y en Cataluña, con el Festival Internacional de Música de Cadaqués.

Anu Tali

A propósito de la dirección, la crítica define a la maestra Tali como «carismática, brillante y enérgica». Será además la única mujer que sube al pódium en esta 35 edición. “Sería muy beneficioso si pensáramos menos si somos hombres o mujeres y más en que todos somos seres humanos”, ha afirmado en varias ocasiones la directora estonia.

En 1997 fundó junto a Kadri, su hermana gemela, la Orquesta Sinfónica Nórdica, con la idea de establecer contactos culturales entre su país y Finlandia y convocar a músicos de todo el mundo. Regularmente participa con orquestas de todo el mundo; su primera grabación le valió el premio Artista Joven del Año, en 2003, y logró un sonado éxito con “Carmen”, en la ¨´Opera Estatal de Magdeburgo le valió la invitación a dirigir una producción de “Telémaco”, de Gluck, en el Festival de Schwetzinger y en el Teatro de Basilea.

Desde agosto de 2013 se convirtió en directora musical de la Orquesta Sarasota, en Florida, donde durante seis temporadas ha alcanzado notables logros. Precisamente, ya ha anunciado que la próxima primavera terminará su vinculación con aquella formación norteamericana para centrarse en su carrera internacional como directora invitada.

Orquesta Cadaqués

La Orquesta de Cadaqués es otra de las protagonistas de esta 35 edición del FIMC. Con 20 años de actividad ininterrumpida, esta formación sigue manteniendo un formidable nivel artístico. En su proyecto, los conciertos y las grabaciones comparten espacio y tiempo con la faceta docente, además de la celebración de uno de los concursos de dirección orquestal más prestigiosos del mundo, de carácter bianual y que se inició en 1991.

Mirar al futuro sin renunciar al pasado es la clave del éxito de una orquesta que bascula entre la tradición y la música contemporánea con una interesantísima cuenta con un sólido equipo al frente, que cuenta con un sello editorial y discográfico propio, que en la temporada 2018/2019 ofrecerá más de treinta conciertos. Su director principal, Gianandrea Noseda, es una de las batutas más prestigiosas de su generación y colabora habitualmente con las mejores orquestas e instituciones musicales del mundo.

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