Hoy tenemos el placer de presentar el disco ‘Standards’ del guitarrista catalán Albert Vila. Vila ha sabido rodearse de un trío inquebrantable, gracias a la combinación de dos grandes músicos como son Jorge Rossy a la batería y el contrabajista de origen cubano Reinier ‘El Negrón’ Elizarde. Tres artistas respirando con el mismo pulmón y un repertorio de piezas firmadas por Mal Waldron, Cole Porter, Bill Evans o el mismo John Coltrane. De eso se trataba en esta nueva edición, establecer el juego entre los tres músicos para dejar claras, negro sobre blanco, un buen puñado de canciones que son en alguno de los casos habituales en las recopilaciones de los amantes de jazz.
‘Standards’, ocho canciones que responden a esa categoría que es también un título y un tema propio de Vila, ‘One hundred years of solitude’, con su correspondiente introducción. Un disco, para más señas, grabado entre el 15 y el 16 de agosto de 2011 en el Room Producciones Musicales en Barcelona y masterizado por Michael Pérez-Cisneros en sus estudios de Brooklyn, New York. Dos días que dieron para mucho. Toda una obra de lujo hacia la cual ahora abrimos nuestros pabellones auditivos.
– Para empezar la entrevista por algún sitio, Albert, nos gustaría saber sobre sus inicios ¿Cómo se convenció que la guitarra era su camino profesional?
– Albert Vila: Bueno, fue poco a poco, en algún momento sabes que es tu instrumento, pero poco a poco te das cuenta que no podrás realizar otra cosa honesta en tu vida que no sea con la guitarra. Entonces tienes un problema (risas), y es ver como puedes hacer eso viable desde un punto de vista económico.
– Preséntenos a la criatura, ¿Qué quiere contarnos con este Standards? ¿Cómo conoció a sus compañeros de proyecto?
– A.V.: Standards para mí es una manera de salir de lo que hago normalmente. En general me dedico a componer mis temas o a hacer mis arreglos y tocarlos en diferentes proyectos. En Standards decidí tocar standards de jazz que fue con la música con la que me formé, y de la que he aprendido todo lo que se hasta ahora. Para ello elegí temas que siempre me habían gustado y que pensé que podrían suponer un reto para mí, y en general intenté que también el oyente pudiese tener una variedad de standards que fuesen ‘los de siempre’. En cuanto a los componentes, Jorge Rossy, es para mí un referente tanto en lo musical como en lo personal, siempre he admirado su trayectoria musical, y sirve de ejemplo a mucha gente de este país que se dedica o quiere dedicar a la música en general. Lo conocí hace ya años en Barcelona, y después fui a verle varias veces cuando viajaba con Brad Mehldau por Europa. Reinier Elizarde lo conozco de Madrid, a menudo voy a tocar allí, y es uno de mis bajistas favoritos de la ciudad de Madrid y de España en general, comparto una gran amistad con él y admiro su gran musicalidad y capacidad para que las cosas, como se dice en el argot, ‘caminen’.
«La verdad los músicos canarios que conozco son todos de muy buen nivel. Me gusta mucho Ivan Rojas, guitarrista de Tenerife, Paco Perera contrabajista, Jose Alberto Medina, pianista, y vi a Kike Perdomo hace poco y también me sorprendió positivamente. En cuanto a lo de tocar allí, por supuesto, nunca estuve de hecho. A ver si algún día hay la posibilidad»
– ¿Qué diferencias hay entre este disco y su anterior ‘Tactile’ de 2011? Va usted a disco por año…
– A.V.: Bueno, Tactile fue el segundo trabajo de mi quinteto con temas propios, Standards es básicamente lo opuesto, temas de otras personas de un trío que tampoco habíamos tocado juntos antes. Para mí eso tenía un gran atractivo y suponía un riesgo pero al final quedé contento con el resultado, y la verdad, aprendí muchísimo de la situación aquella. Si siempre haces lo que estas acostumbrado a hacer al final lo que produces es bastante inerte, por eso es mejor cambiar las condiciones y ver que sucede.
– Ha usado además de la guitarra eléctrica una acústica barítona ¿Por qué decidió este cambio? ¿En qué consistió?
– A.V.: La guitarra barítono ya estaba en el anterior disco Tactile. Me gusta mucho su sonoridad y la afinación de la guitarra, que una vez más, me obliga a buscar otras manera de tocarla y me sorprende con sonidos que no pensé conseguir de la guitarra «normal», aparte tiene un toque acústico que siempre me ha encantado, su tesitura es también mayor. De esta manera, la guitarra gana en cuerpo y presencia.
– Nos puede destacar la importancia que tienen los standards en el estudio y en la vida de un jazzman ¿Se puede conciliar aspectos del estudio de la música rica en improvisación sin los estándares?
A.V: Bueno, la verdad es un tema complejo, puede haber música improvisada, esta no tiene que estar relacionada con el jazz necesariamente. Por supuesto que se puede estudiar música rica improvisada sin pasar por standards, pero en mi caso no es lo que me interesaba. El jazz proporciona una estructura muy sólida de armonía y ritmo que me parece muy interesante, incluso para llevarlo después al campo de la libre improvisación.
– En el álbum están todos los que son o no son todos los que están, nos explicamos ¿Incluyó sus favoritas o se dejó algún estándar por fuera que pueda ser incluido en un volumen 2?
– A.V.: Bueno, sobre lo que apuntas algún día me gustaría hacer un disco a trío con temas propios, pero aun me queda. Tendré que estudiar mucho y componer temas que puedan ser atractivos para una formación de trío pero lo tengo en mente, aunque creo que pasaran unos años.
– Nos puede dar detalles de la grabación, ¿Dos días de agosto de 2011 son suficientes para grabar un disco de estas características?
– A.V.: Bueno, sí. Está claro que fue suficiente, en realidad hay muchos discos grandiosos del jazz que han sido grabados incluso en uno, yo tenía los temas muy trabajados, principalmente, porque sabía que no había mucho margen de error. Nos juntábamos esos días y ya está, también sabía la complejidad que tiene lo de tocar en esa formación de guitarra por eso no quise tener ningún tipo de «carencia» en los temas. A veces las carencias ya salen solas durante la grabación (risas). Por eso mejor anticiparse al mayor numero de ellas.
– Además de con Rossi coincide con el contrabajista cubano Reinier Elizarde conocido por todos los aficionados al jazz de este país como ‘El Negrón’. Es increíble la cantidad de músicos de esa nacionalidad que vienen a compartir su arte en nuestros escenarios ¿Qué tienen los cubanos como él, o el mismo saxofonista Ariel Bringuez, que convencen a nuestros músicos a la primera?
– A.V.: Para mí es una suerte tener a gente como Ariel y Reinier en nuestro país. Me gustaría más tenerlos más cerca, por ejemplo en Barcelona (más risas). Bueno, (duda) ellos aportan mucha musicalidad al panorama, su energía, su ritmo y sus buenas vibraciones son muy especiales, espero que continúen por aquí mucho tiempo.
– ¿Cree que los Standards, a pesar de que son canciones de la historia muchas de ellas de cine, son conocidos por la población en general? ¿Cree que su disco puede servir como guía para que la gente se aficione a los mismos?
– A.V.: Bueno, lo de ‘población en general’, así dicho, es bastante complicado. El nivel cultural que ofrecen en este país medios de comunicación y demás no facilita las cosas, de hecho, la gente no conoce nada de jazz, ni de cualquier música que no sea la de los 40 principales o MTV. La minoría que lo conoce es muy pequeña y esto también es un poco la causa de que las cosas vayan como van en el Jazz. Por eso tampoco confío que sea una guía para nada. Para que esta música diese para vivir muchas otras cosas tendrían que cambiar previamente, me conformo con que la gente tenga curiosidad y lo escuche.
– Nos consta la cantidad de actuaciones que tiene en Cataluña y fuera de ella ¿Qué clubs son sus favoritos en España y fuera de ella? ¿Se siente mejor tocando en clubs o en teatros? ¿Son diferentes los públicos?
– A.V.: No concibo tocar música sin poderla ‘ofrecer’ a otros. En cuanto a locales, me encanta tocar en muchos de ellos por ejemplo, el Jamboree en Barcelona, el Bogui en Madrid, y estos días he estado en el Jazzazza y me ha sorprendido muy gratamente. También cada vez más están empezando a organizar colectivos de músicos para crear una especie de ‘tejido’ en el cual poder organizar cosas con bajo presupuesto, pero gran interés musical, lo cual es muy bonito de ver, ya que en tiempos de crisis es lo que toca. Tenemos que reinventar el asunto otra vez.
– Si tuviera que elegir su «top» de estándares incluidos en el disco ¿Cuáles serían? ¿Es muy difícil poner un orden a los mismos? ¿Coincide con el orden del disco?
– A.V.: El disco esta organizado para que haya una variedad. Esa es la principal razón del orden del disco, respecto a la grabación, eliminé uno en el que no estuve satisfecho con el resultado. Por el resto son los que hay, los que se grabaron.
– ¿Cómo se puede comprar una copia de este disco? Ha publicado a través de Quadrant Records ¿Qué le atrajo de esa discográfica?
– A.V.: Se puede comprar en Quadrant records la copia física, en Itunes se puede comprar la copia digital.
– ¿Además este proyecto a trío en cuáles otro colabora o capitanea? Creemos que tiene una actividad intensa… ¿Procura recluirse en el jazz o elabora trabajos de otros lenguajes musicales?
– A.V.: Tengo un proyecto a cuarteto con Marco Mezquida, Marko Lohikary y David Xirgu. Con ellos tengo previsto grabar en 2013. Luego tengo otro proyecto a dúo de voz y guitarra con Clara Luna, que grabamos hace unos meses, el disco saldré también en este año que comienza, 2013. En cuanto al lenguaje musical, la verdad no soy nada radical con eso, para mi hay buena música y mala música, y siempre haré lo posible para estar en la primera.
– Tiene algunos conciertos con Leslie Helpert ¿Cómo la conoció? ¿En qué se basa este trabajo? ¿También hacen muchos estándares?
– A.V.: Con Leslie es algo que llevamos tiempo hablando de hacer un proyecto con temas de Billie Holiday. De hecho, en los pasados días estuvimos tocando en Barcelona, estoy seguro que en el futuro tendremos la posibilidad de desarrollarlo.
– En alguna de las piezas como 26-2 la conocida obra del saxo nacido en Richmond, John Coltrane ¿No tuvo la tentación de incluir algún viento?
– A.V.: (Risas) Precisamente el proyecto a trío tenía como objetivo deshacerme de pianos y saxos. (Más risas) Es broma. No quería hacer un disco a trío y pedir colaboraciones externas, ya que no era el enfoque que le quería dar a este trabajo.
– ¿Cómo se le ocurrió la intro en ‘One hundred years of solitude’ que es su única composición en el disco?
– A.V.: Empecé a trabajar con la guitarra barítono, como te conté antes, y a buscar progresiones armónicas relacionadas con el tema que pudiesen funcionar con intro y así probar la melodía. Por lo demás, son horas de trabajo para ver lo que funciona y lo que no.
– Cuéntenos, soslayando el trabajo recién presentado ¿Tiene en sus planes seguir editando? ¿Tiene pensado trabajos en el futuro próximo? ¿Qué podemos esperar de usted en 2013?
– A.V.: Bueno, ya lo comenté antes, un disco a cuarteto con la formación mencionada anteriormente y el disco con Clara Luna. También tengo varias ideas en la mente pero tal como está el país, no sé si es realista planteárselas, de verdad. Ya veremos.
– ¿Conoce músicos de Canarias relacionados con el jazz? ¿Ha colaborado alguna vez con algunos? ¿Vendría a presentar este disco a nuestras islas?
– A.V.: La verdad los músicos canarios que conozco son todos de muy buen nivel. Me gusta mucho Ivaá Rojas, guitarrista de Tenerife, Paco Perera contrabajista, Jose Alberto Medina, pianista, y vi a Kike Perdomo hace poco y también me sorprendió positivamente. En cuanto a lo de tocar allí, por supuesto, nunca estuve de hecho. A ver si algún día hay la posibilidad.
– Para acabar nuestra entrevista ¿Se le ha quedado algo qué decir? ¿Puede mandar un saludo a nuestros lectores?
– A.V.: ¡Claro! Un saludo a todas las personas que con su interés y su curiosidad hacen que esto siga hacia adelante. Espero que podáis escuchar mi trabajo y sea de vuestro agrado. Gracias también a vuestra publicación por darnos la oportunidad de mostrar quienes somos y lo que hacemos.
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