Enrique Amigó es un hombre tranquilo y a la misma vez es prácticamente el alter-ego de Esfumato. Esta banda que ahora mismo está radicada en Madrid vendrá de nuevo a Tenerife a actuar en el marco del ciclo Palabra de Autor el próximo viernes 21 de diciembre a partir de las 21.00 horas en el denominado Espacio Guimerá Música que desde hace casi un año atrae a lo mejor de la música moderna y contemporánea al teatro sito en la santacrucera calle Ángel Guimerá, dependiente del Organismo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Hace ya bastante tiempo que le dio por caminar y cantar por las salas más importantes del Estado con proyectos tales como Querube, La Casa del Conde, con su propio nombre y también con Esfumato, que está vigente desde 2004.
Con este proyecto Enrique sigue investigando en lo que puede tener de música algunos muñecos y aparatos en general y mientras tanto honrando a la palabra. Precisamente por esta circunstancia no podía faltar en un ciclo de este estilo. Esfumato llega a Tenerife, cual hijo pródigo, después de bastante tiempo sin mostrar su obra, no creo que haya ninguna escusa válida para perdérselo y la cita está clara, será el próximo 21 de diciembre en el Espacio Guimerá Música a las 21.00 horas.
– Por empezar por algún sitio, ¿Cómo llegó a la música? ¿Se acuerda cómo le dio por hacer canciones?
– Enrique Amigó: En realidad, creo que me dio antes por la música en general que por hacer canciones. No se, me sentaba en el primer piano que pillaba, estudié algo de saxofón. Lo de la música de autor vino después, ya en el instituto.
– Con el tiempo se unió en 1995 a una formación llamada La Casa del Conde ¿Qué recuerda de esos momentos? ¿Por qué llegó al final ese proyecto con Claudio H y Ronny Vasques?
– E.A.: Recuerdo mil y un momentos maravillosos con esa banda. También estaba Alejandro Gonzalez, diseñador gráfico y amigo de la infancia. Vivíamos juntos, componíamos y arreglabamos juntos. Era muy divertido. En realidad el proyecto sigue vivo, aunque ya no está con nosotros Claudio, sino Newton Prado, de Brasil. En breve grabaremos un directo en video. En realidad es una banda bastante atemporal.
«¿Soluciones? Una muy barata. Financiar la insonorización para actuaciones y dar permisos a 100 locales en Madrid. No es caro, y supondría una revolución cultural, pero claro, no a todo el mundo le interesa eso, por algún motivo»
– El tiempo pasa y usted funda Esfumato ¿Cómo surgió ese título? ¿A qué se dedican?
– E.A.: Esfumato es en realidad muchas cosas. Surgió con la idea de hacer temas de estudio, empleando samplers que se ‘difuminaban’ en los temas. De ahí surgió el nombre. Empecé con Javier Monforte (productor), luego entró Carlos Manzanares (maestro juguetero), Julio Gonzalo al saxo, Nicolas Martínez a las percusiones, Clara a las voces. En realidad somos cada vez más, y en cada concierto vienen unos u otros, y siempre sale algo nuevo y sorprendente. Estoy muy satisfecho con el resultado.
– Con Esfumato tiene nuevo disco y proyecto ¿Qué nos puede contar de él?
– E.A.: Aunque siempre se piensa lo mismo, puedo asegurar que es de los mejores trabajos de mi carrera musical. Es un disco muy mimado, con temas seleccionados y trabajados durante los últimos dos años. Participan muchos de los músicos que han pasado por el proyecto. He intentado mantener una producción simple, pero cuidando los detalles. El resultado es suave, pero vital.
– Habla del uso de juguetes, de sonidos provenientes no precisamente de instrumentos musicales ¿Cómo se incorpora a la música esta clase de sonidos?
– E.A.: Con mucha creatividad, jugando. Es curioso, varios músicos profesionales han intentado sustituir a Carlos en algún caso, pero nunca es lo mismo. Carlos es director de teatro, conoce la escena y la comunicación con el público. Solo así pueden incorporarse los juguetes a la música.
– ¿Cómo encontró a los músicos con los que realiza este proyecto?
– E.A.: Han ido goteando poco a poco. Es como conocer a una chica en una fiesta. Los ves (u oyes) y enseguida sabes que hay química. En general suele ser mutuo. No he tenido prisa en esperarles. Han ido llegando cuando han aparecido, y el resultado es que cuento con unos músicos maravillosos, perfectos para este proyecto.
– En directo, ¿Cómo se plasman las ideas del estudio en sus conciertos? ¿Siente las reacciones de sorpresa del público?
– E.A.: Siempre, o casi siempre.
– ¿Qué queda del Enrique Amigó de La Casa del Conde en Esfumato?
– E.A.: Quedán muchas cosas, pero ahora me veo con más energía, la verdad. Siempre fui ambicioso, pero eso conlleva tener miedos, y éstos los he ido superando a medida que ganaba herramientas y vocabulario en mi lenguaje musical.
– Creemos que está viviendo en Madrid ¿Cómo está la música en directo en la Capital? ¿Cree que se vive el peor momento de la música en vivo? ¿Qué le queda de tinerfeño?
– E.A.: Lo bueno es que creo que los canarios, y todo el mundo en general, se va universalizando. Eso es bueno, y por eso, aunque he estado tiempo lejos, no me siento tan distante.
– ¿Qué le diría a alguien que esté dudando todavía en ir o no al concierto? ¿Cuál es su recomendación definitiva?
– E.A.: (risas) Definitivamente, que si viene, prometo al menos sorprenderle.
– Quitando su propia música ¿Qué discos suele escuchar? ¿Qué tiene más a mano cerca del equipo de sonido?
– E.A.: Voy por rachas. He tenido epocas de música cubana, de Tom Waits, de Caetano Veloso, de Bjork, de Apparat, de José Gonzalez, de colegas españoles que surgen. Ahora resulta que estoy enganchado de nuevo a Silvio, redescubriendo su forma de tocar. Es alucinante como deforma el tiempo de las canciones, el diálogo entre guitarra y voz. Si se fijan, es un genio.
– El nuevo disco de Esfumato ¿Estará en las tiendas como Spotify o Itunes? ¿Le gusta comprar música a través de este tipo de tiendas o es usted más romántico, conservando el CD y el trabajo artístico que ello supone?
– E.A.: Me gusta mucho el modelo de Spotify y de otros parecidos. Son ágiles, y permiten que la gente busque y escuche lo que realmente le gusta, no lo que las radios se empeñan en que nos guste.
– De la cantidad de tiempo que lleva girando con su música ¿Se acuerda de alguna anécdota particular que merezca ser contada?
– E.A.: Pues sí. Tenía 25 años y estábamos en la final de un concurso de grupos en Ceutí. No ganamos, pero mi novia me dijo que estaba embarazada de mi primer hijo. Fue un momento muy especial. Bueno, lo que quiero decir es que las verdaderas anécdotas que uno recuerda no son tocando, sino los momentos compartidos con la gente que estaba contigo, como pasa en cualquier contexto.
– Si alguien le preguntase sobre 3 ó 4 medidas para solucionar la crisis que está viviendo la música ¿Cuál sería su respuesta?
– E.A.: Una muy barata. Financiar la insonorización para actuaciones y dar permisos a 100 locales en Madrid. No es caro, y supondría una revolución cultural, pero claro, no a todo el mundo le interesa eso, por algún motivo. Ayuda a las radios y medios alternativos en general. La música siempre seguirá viva si hay curiosidad por la cultura. Eso es la clave. Las medidas más importantes necesitan una generación.
– ¿Vive de la música o se ha dado cuenta que eso es imposible?
– E.A.: Para mí, es mejor no depender de ello. No sería libre. Vivir de la música es rodar, cargar, hacer un millón de entrevistas y llamadas. Yo me quedo con la mejor parte, la creativa. Además, vivo de la docencia y la investigación en la universidad y eso me llena muchísimo.
– Recomiéndenos una canción ideal para empezar a conocer su propio trabajo…
– E.A.: ‘Tan tranquilo’, está bien.
– Para finalizar la entrevista nos gustaría que mandase un saludo a los lectores de Creativacanaria.com y también de Canción a quemarropa como parte de esa web que apoya la cultura, la ciencia y la tecnología…
– E.A.: Pues ahí va, un saludo para todos los lectores de Creativacanaria.com y sobre todo para vosotros. Muchísimas gracias por esta entrevista.
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