La trigésima edición del Festival Internacional del Cuento de Los Silos inicia su programa de visitas de centros educativos el próximo 17 de noviembre. En total, el municipio de la Isla Baja de Tenerife prevé atender hasta el 4 de diciembre a 5439 estudiantes, de forma presencial y virtual, entre escolares de primaria, secundaria, bachillerato, alumnado de educación de adultos y Aulas Enclave de 83 centros.
El encuentro de escolares y estudiantes con el poder de la palabra es una de las actividades más apreciadas de este programa cultural, que ha conseguido dejar su huella en decenas de miles de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y personas adultas a lo largo de sus hasta ahora 29 ediciones. “La sección de visitas escolares es una de las más importantes del festival, por el valor del trabajo de animación lectora, pero también por el efecto del acercamiento al mundo de las letras en los más jóvenes, con todo el acompañamiento que ponemos en marcha en el festival, desde la interpretación actoral que sostiene la narración, el montaje escénico y la decoración, la música y, especialmente, los textos”, explica el director del Festival del Cuento de Los Silos, Ernesto Rodríguez Abad.
La huella que deja en los participantes es tan profunda que, a las puertas de cumplirse 30 años de esta iniciativa, Rodríguez Abad, profesor de Literatura Española en la Universidad de La Laguna (ULL), se ha encontrado con frecuencia con estudiantes universitarios que recuerdan su visita a Los Silos para celebrar el encuentro con el cuento; no parece aventurado suponer que su inclinación por la literatura naciera en estos jóvenes entre los callejones y las plazas de Los Silos.
El equipo que hace posible el festival se dispone a cerrar los últimos detalles para la presentación de su propuesta -a la vez literaria, escénica y, sobre todo, un homenaje al arte de narrar- ante los 3248 escolares procedentes de 61 centros que pasarán por Los Silos desde distintos puntos de Tenerife y desde La Gomera. Paralelamente, otros 22 centros -con 2199 estudiantes- participan de manera virtual, una modalidad abierta a raíz de las restricciones por la COVID y que se mantiene para facilitar el acceso a quienes no pueden trasladarse hasta Los Silos. Este año, algunos centros que han escogido esta posibilidad están ubicados en Gran Canaria (2), La Palma (1), La Gomera (1) y Córdoba (1). El desarrollo de todo el programa de forma gratuita es posible gracias a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, que se hace cargo de parte de los costes, mientras que los centros educativos asumen los gastos de traslado.
La agenda del 30 aniversario
El programa de este año rinde homenaje al canario Tomás de Iriarte, el dramaturgo y reconocidísimo creador de fábulas. Los escolares son recibidos en las escalinatas del convento, donde el narrador costarricense Pampa Madrigal y estudiantes de la ULL trabajan con sus fábulas. Le sigue un paseo por los callejones, decorados por Luigi Stinga con una escultura efímera relativa a Iriarte y a la fábula La mona, con la que el autor portuense advirtió sobre las falsas apariencias.
Sigue en la agenda la intervención de Eric Charliot, narrador francés que hace magia mientras cuenta cuentos. Se concluye en la plaza de los libros con la intervención del ya citado Madrigal, que interviene en una acción también muy lúdica, con cuentos y canciones; en la plaza, además, se da la oportunidad de participar en talleres. El programa dirigido a escolares de 4 a 8 años difiere en parte del que se dirige a los últimos años de primaria, secundaria y bachillerato. Mientras los más pequeños pasean por los callejones para escuchar a Niré Collazo, gran figura del cuento en Uruguay y narradora especializada en la infancia, los alumnos mayores visitan la exposición sobre los 30 años del festival, una muestra activa en la que los espera un actor que narra los cuentos mientras dirige el recorrido por la sala y se transforma acorde a diferentes épocas de su trayectoria.
En la modalidad virtual, antes de los cuentos, se presenta el pueblo que acoge al festival y el propio evento cultural y se cierra con un coloquio con Rodríguez Abad. “En ambas modalidades, queremos que estudiantes y profesores se sientan bien tratados y por eso personalizamos la visita, no queremos que se sientan evaluados ni presentar un producto cerrado; al contrario”, explica. También aportan contenidos para dar continuidad a la experiencia tras regresar al centro educativo. En las visitas presenciales, cada aula recibe un libro de regalo; en esta edición se han seleccionado obras del catálogo de la editorial Diego Pum. Para el caso de las visitas virtuales, se plantean talleres que pueden amplificar la experiencia.
Para todos los participantes se trata de una experiencia única y conmovedora: “para mí es muy bonita la experiencia de ver cómo reaccionan niños y niñas”, confiesa el director del festival. “La organización de una visita es muy compleja, por todo lo que conlleva el traslado de los grupos de las edades más tempranas y, a veces, también, el trabajo con adolescentes, que tienen un mundo más complejo -apunta Rodríguez Abad-, pero el secreto está en elegir narradores con experiencia que sabemos que van a tener gancho con un público tan especial”.


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