Nuestro protagonista de nuestra ventana al mundo del jazz de hoy es el trompetista David Pastor (Valencia, 1974). Ha tenido a bien hacernos partícipes de sus últimas ediciones, por una parte Camins Dispars, un valiente disco registrado a trompeta y batería, con Pere Foved, y por otra Nu-Roots En directe des del Polisónic (con el teclista Jose Luis Guart y el batería Toni Pagés). En ambas producciones, existe una capacidad de experimentación con formaciones básicas, desde el punto de vista de la cantidad de sus miembros pero con una gran posibilidad a la hora de ‘llenar’ el sonido. Estos discos conllevan un cambio de chip en relación a otras etapas de su discografía en el que ha trabajado con la sonoridad más compleja de una big band.
La trayectoria de Pastor ha sido la propia de un trompetista con una gran implicación en el jazz, la música de experimentación. Desde que en 1988 empezara sus estudios en el Taller de Jazz de Sedaví (población en la que nació) se ha ido a formar a las mejores universidades estatales, con los mejores músicos como Claudio Roditti, y ha colaborado con una gran cantidad de músicos importantes en la Historia del jazz como son los casos de Clarck Terri, Chris Cheek, Paquito D’ Rivera, Pat Metherny, Danilo Pérez o Bob Mitzer, y ha actuado con los mejores nombres del estilo en el ‘club’ nacional como Eladio Reinón, Mario Rossy, Perico Sambeat o Ximo Tebar (cabeza visible de la discográfica OMIX Records). Aprovecharemos la entrevista para conocer sus sensaciones sobre su estancia en una ciudad como Barcelona, en donde está afincado, su relación con algunos músicos canarios así como sus vivencias como músico de algunos artistas de pop nacionales de gran entidad. Con ustedes, David Pastor.
– Para empezar, David, nos gustaría que nos contara como comenzó en la música primero y en el jazz ¿Fue coincidente? ¿Se acuerda de sus primeros pasos? ¿La trompeta fue su primera opción?
– David Pastor: Mis inicios se remontan a principios de los 80 en la sociedad musical de mi pueblo, como bien sabes en Valencia existe la tradición de que en cada pueblo haya una o dos bandas de música, con sus respectivas escuelas; pues bien, yo salgo de una de ellas, como era de esperar. Allí conocí a la persona que me mostró que la música podía seguir otros caminos, no solamente el clásico, que era lo que allí se estudiaba. Esta persona es Francisco “Latino” Blanco, actual director artístico del colectivo Sedajazz. En el año 87, Latino creó un taller de jazz y fundó la Valencia Jazz Big Band que dirigía Ramón Cardo; yo entonces tenía 13 años, y me gustaba ir a ver los ensayos… hasta que un día faltó un trompetista y Latino le propuso a Ramón que yo entrara a formar parte de la big band; a partir de ahí se abrió un ventanal enorme que todavía no se ha cerrado.
– ¿Cómo nos presentaría a Camins Dispars su último disco? ¿Cómo surgió la idea de hacer un álbum completo a trompeta y batería?
– D. P.: La idea surge por una propuesta del Jazzman Jazz Club de Barcelona y la manager Rosa Galbany; Rosa propuso de hacer un ciclo de conciertos a dúo titulado ‘Duets de la Galbany’ y nos propuso a Pere y a mí para uno de sus duetos. Fue una experiencia tan gratificante que decidimos darle forma al proyecto y plasmarlo en un CD.
– ¿Qué diferencias fundamentales tiene este trabajo en relación al penúltimo En Directe Des Del Polisònic? ¿Los teclados dan mayor estabilidad en la armonía y en los sonidos bajos?
– D. P.: Son proyectos muy distintos: el primero es la culminación de mi tercer trabajo ‘Nu-Roots’ publicado en 2008 y después de dos años de gira decidimos hacer un directo. ‘Nu-Roots’ significa nuevas raíces; con el trío queríamos darle un nuevo ambiente al lenguaje del jazz, es decir, aprovechando los nuevos ritmos y las nuevas tendencias musicales y contar con el lenguaje jazzístico como nexo de unión entre todo. ‘Camins Dispars’ es un proyecto más desnudo, solamente ritmo y melodía. Es un punto de partida hacia nuevos caminos. Lo bueno de la música es que no tiene barreras, siempre puedes romper con lo establecido, fusionar con ritmos de diferentes culturas y lugares. En definitiva ‘Camins Dispars’ es una puerta abierta a lo que pueda venir en un futuro. En los tiempos que corren, la gente creativa necesita poner su voz en alto y romper con todo lo impuesto por una sociedad alienada, y que nos obliga a seguir unas normas establecidas.En este disco hemos querido plasmar los diferentes caminos que puede seguir la música a partir de ahora; no hay nada establecido, simplemente las esencias que nos pueden servir de inspiración en nuestro día a día, aprovechando las pocas armas que tenemos para que nuestros caminos superen el caos al que nos están empujando. No pretendemos ser visionarios, sino dar nuestro punto de vista.
– Parece, visto lo visto en estas ediciones que no es usted de los que sobrecargan las grabaciones con muchos arreglos y quintetos o sextetos ¿Tiene pensado seguir con esa tendencia en próximos proyectos?
– D. P.: Bueno, seguramente puede deberse a todos mis trabajos realizados anteriormente en big bands y/o grandes formaciones; en mis discos procuro ser un poco más intimista; aunque te recuerdo que en mi segundo trabajo ‘Stringworks’ me hago acompañar por una orquesta de cuerda con base rítmica; y con un invitado de lujo, Donald Harrison, en uno de los temas, y con unos delicados arreglos de Francesc Capella, Santi Navalón y Jesús Santandreu entre otros… Los próximos proyectos que verán la luz son: un disco a cuarteto que estoy preparando con gente de New York, y el proyecto titulado “JAS!” que mezcla jazz con poesía, con textos del valenciano Lluís Roda y música original mía para quinteto de jazz con saxo, trompeta, piano contrabajo y batería.
– ¿Cómo ha encajado algunas críticas relativas a Camins Dispars? ¿Piensa que son justas? ¿Se ajustan a la realidad?
– D. P.: Creo que ninguna crítica de la prensa, buena o mala, se ajusta a la realidad. A nadie le gusta recibir malas críticas, quien te diga lo contrario miente como un bellaco… (risas). La verdad es que el disco ha obtenido muy buenas críticas, excepto una, incluso internacionales, y muy buena aceptación del público, que al fin y al cabo, es el que compra los discos y acude a los conciertos pagando religiosamente su entrada. Lo que creo, que no se puede, o no se debe hacer, es: primero, basar una crítica en algo que esperas que sea y no es; y segundo, decirle a un músico que ‘aristas’ se debe indagar a la hora de hacer un disco de trompeta y batería. Yo no pretendo que mi música guste a todo el mundo, ni mucho menos, para gustos están los colores; pero jamás me atrevería a decirle a un músico cómo y de que forma tiene que hacer un disco, a no ser que me contrataran como productor, claro… (más risas). Al final, los músicos viven de tocar y de crear, y los críticos viven a costa de hablar de nuestro trabajo y pienso que es más fácil hablar de algo, aunque sea bien, que hacer ese algo.
– Sabemos que vive en la ciudad de Barcelona ¿Cómo está el panorama en la ciudad catalana? ¿Se sigue viviendo el ambiente de jazz? ¿Para ser una ciudad tan grande hay la suficiente movida de jazz?
– D. P.: Barcelona es la ciudad donde más jazz se respira de toda España. Todos los músicos que vienen de fuera a tocar, quedan alucinados. Te puedo asegurar que en New York se habla de ello; hasta el punto que músicos como Benny Golson comentaba el otro día en Jamboree, que le había llegado a sus oídos de que en Barcelona se estaba convirtiendo en una cuna de músicos excelente y que, a pesar del poco apoyo institucional, se estaban haciendo unos proyectos de una creatividad exquisita. Fíjate que en España hay hoy en día seis escuelas donde puedes sacarte una titulación musical especializada en Jazz y/o música moderna: hay una en Donosti, otra en Pamplona, el conservatorio de Valencia; y las otras tres están en Barcelona; ESMUC, Conservatori del Liceu y el Taller de Músics (que es donde yo trabajo). Creo que con esto está dicho todo; la cantidad de músicos que estudian en Barcelona está dando sus frutos.
– Precisamente ¿Quiere recomendar algún rincón especial de jazz en la ciudad?
– D. P.: Yo le tengo especial cariño al Jamboree, para mí la catedral del Jazz en España; aunque frecuento mucho otras parroquias como el Jazzsí, la Jazz Cava de Terrassa, el JazzMan, “la Vicentina Jazz Club”, el “Campari Milano”, el “Bel-Luna”…
– ¿Añora Valencia? ¿Qué le hizo abandonar su tierra para asentarse en Catalunya?
– D.P.: El trabajo y la posibilidad de crecer como músico y como persona; aparte de las oportunidades que se me han brindado en Catalunya, fruto del trabajo realizado.
– Nos da la impresión que usted no para de viajar en multitud de giras, de actuaciones ¿Cree que el nivel de músicos en el Estado español está al nivel que se presume en algunas instancias? ¿Llegamos al nivel norteamericano de jazz?
– D. P.: Creo que el nivel es muy bueno, de hecho hay muchos músicos españoles tocando con grandes figuras del jazz norteamericano.
– Vemos que actúa también con la Jamboree Big Latin Band ¿Qué feeling tiene con la Big Band? ¿Se siente cómodo en territorios más latinos?
– D. P.: Hace muchos años que toco música latina y afrocubana. En 1999 grabamos un disco con Eladio Reinón & Bebo Valdés Big Band para Fresh Sound, y también con Sedajazz Big Band hicimos Muñequita Linda para Lola Records. También he tocado con artistas salseros como Celia Cruz, Roberto Blades, Maelo Ruíz…
– Si tuviera que recomendarnos un puñado, digamos que cinco trompetistas que haya cambiado su vida ¿Cuáles serían? ¿Algún álbum en concreto?
– D. P.: A ver… Dizzy (Gillespie), Miles (Davis), Maynard (Ferguson), Woody Shaw y Wynton (Marsalis)… aunque hay muchos más.
– ¿Tiene alguna experiencia con músicos canarios? ¿Suele tener contacto con ellos? ¿Recuerda alguna anécdota graciosa relacionada? ¿Conoce al grancanario Sebastián “Chano” Gil?
– D. P.: Coincido a veces en Barcelona con Jose Alberto Medina y con Ramón Díaz, que también son profesores del Taller; tengo un alumno de Puerto de la Cruz que ya es un gran trompetista se trata de Leo Torres. También tengo de alumno a César Martel, que ya va haciendo sus conciertos, y en la Original Jazz Orquestra tengo a la guitarra a Yeray Hernández, de la Gomera, un grandísimo músico ¿Qué decir de Sebastián Gil? Chano es mi hermano de Canarias; Chano vino a principios de los 90 a Sedaví (mi pueblo), para estudiar con mi profesor Manuel López, y nos hicimos muy amigos. De hecho empezó a venir a tocar con la Sedaví Big Band e hicimos un viaje en autobús a Mainz (Alemania) en el 93; lo pasamos muy bien y nos reímos mucho en aquel viaje.
– A estas alturas del “partido”, con la importancia que tiene internet en la vida de todos ¿Está convencido a la hora de publicar en formato CD? ¿El disco compacto, añoranzas aparte no está muerto? ¿Se vende su trabajo a través de alguna venta de internet? ¿Qué ventajas vio a la hora de publicar con Omix Records?
– D. P.: Fíjate que uno de mis sueños es poder sacar un vinilo un día de estos. Creo que, para los que somo melómanos, el Cd es algo físico, algo que te puedes llevar a casa, aunque luego lo pongas en el ordenador y te lo pases al ipod, en el Cd puedes ver el cariño que se ha puesto a la hora de hacer la portada, el cover, es como cuando compras un libro. Omix es una discográfica que, a pesar de su juventud, ha sacado muy buenos trabajos y me siento muy identificado con su manera de hacer las cosas.
– Como público o como músico ¿Recuerda alguna actuación en directo con especial cariño?
– D. P.: No me puedo quitar de la retina el último concierto de Benny Golson en Jamboree junto a mis amigos Joan Monné, Ignasi González y Joan Terol.
– Sé que es difícil pero ¿Le apetece escuchar una canción ahora? ¿Cuál sería?
– D. P.: Pues mira, hablando de Benny; podríamos escuchar “Stablemates”.
– Sabemos que además de su trabajo como jazzman toca en la banda de Santiago Auserón y la denominada Zarabanda con músicos como Gabriel Amargant también al saxo o clarinete ¿Es muy difícil compaginar ambas vida? ¿Qué tal su experiencia en esa banda más relacionada con el pop?
– D. P.: Santiago Auserón (Juan Perro) es un caballero de los pies a la cabeza, y un consumidor de cultura de los que quedan pocos. Hace muchos años que entré en contacto con el pop; con 19 años hice mi primera gira con ‘El Mecánico del Swing’, a los 21 grabé el directo de Presuntos Implicados ‘La Noche’, con 22 grabé con Seguridad Social la versión de ‘Salta’ en el recopilatorio ‘Mucho Tequila’, he trabajado varios años en el programa de TV de Andreu Buenafuente. Va a ser verdad eso de que cuando haces “POP” ya no hay “STOP” (risas). Desde entonces no sólo he compaginado el jazz con el pop, también con el rock, el soul, el blues, el flamenco, el clásico, la salsa, la rumba, el barroco…y un largo etcétera.
– ¿Es usted partidario de poner efectos en su trompeta o el sonido cuanto más claro o “natural” mejor?
– D. P.: Todo en su justa medida y a su debido tiempo.
– Nos hemos hecho eco de una información que nos llegaba de tierras norteamericanas en referencia a una larga lista de músicos de cerca de 8.000 personas que reclaman pensiones de jubilación la bandera de esta petición la enarbolan nombres como Ron Carter o Joe Lovano, nombres reconocidos en relación al jazz ¿Cree que esa circunstancia se reproduce en nuestro Estado? ¿Conoce casos? ¿Las condiciones laborales de los músicos son las óptimas?
– D. P.: Conozco casos y tanto. Desde hace años decidí hacerme autónomo y pagar mis recibos cada mes aunque tal y como va el país, creo que cuando me jubile no solamente no habrán pensiones para los músicos no las habrá para nadie.
– Para finalizar nos gustaría que saludase a los lectores de Canción a quemarropa y www.creativacanaria.com ¿Quiere añadir algo? ¿Alguna cita importante que tenga en el futuro más cercano? Hable ahora o calle para siempre.
– D.P.: Cada día que pasa es el más importante de mi vida; el próximo concierto que haga será el más importante y así día tras día. Un abrazo para toda la gente de creativa canaria y en especial a todos los que hacéis posible (lectores incluidos) Canción a Quemarropa; como dice mi colega ‘Latino’: ‘¡Siempre p’alante, nunca p’atrás!’
No hay comentarios