‘O que serà’ es el título del último proyecto del pianista Albert Sanz (Valencia, 1978). En esta edición comparte cartel con dos genios, músicos que se han caracterizado por poner sus nombres al lado de los más destacados del jazz, Al Foster (1944, Richmond, Virginia) y Javier Colina. Foster ha sido batería en casi 20 años en la discografía de Miles Davis, trompetista seminal en la música de la improvisación por excelencia. Dejó el sonido de sus baquetas en discos como ‘On the Corner’ o ‘We want Miles’, incluso en ‘Amandla’. No podemos dejar de mencionar su trabajo con otros geniales jazzeros míticos como Sonny Rollins, Horace Silver o McCoy Tyner. Por otra parte, Javier Colina (Pamplona, 1960) es uno de los contrabajistas más destacables desde hace décadas. No podemos olvidar sus intervenciones con Chano Domínguez, Hank Jones, Barry Harris o el mismo Tete Montoliú. Al margen de todo esto, Colina estará actuando con Jerry González el próximo día 11 en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria y un día más tarde en el Teatro Leal de La Laguna en el marco del XXI Festival Internacional Canarias Jazz y Más.Sanz se ha convertido en uno de los nombres jóvenes más importantes del jazz de este país gracias a sus giras con capitales nombres del estilo de Chris Cheek, Larry Granadier, Jeff Ballard, Kurt Rosenwinkel o Joe Lovano. El teclista ha desplegado su ingenio y nos ha dejado muchas perlas en esta larga entrevista, como por ejemplo, ‘el jazz no se aprende en un aula teórica’. También nos anunció la posibilidad de una edición de grabaciones realizadas en los conciertos de la gira que realizaron estos protagonistas, enseñando estas canciones. No lo duden, acérquense sin ningún tipo de pudor a este ‘O que sera’ que es la visión brasileña de este pianista valenciano que ha logrado aunar un trío de lujo con Foster y Colina.
– Para comenzar la entrevista, Albert le vamos a pedir que se presente nuestros lectores ¿Tuvo claro desde un comienzo el piano como instrumento? ¿Cuáles fueron sus primeras referencias como oyente? ¿Desde siempre optó por el jazz?
– Albert Sanz: ¡Hola lectores! Empecé tarde a estudiar música, pero empecé con mucho gusto y pasándolo muy bien que creo que es lo más importante. Mis primeras referencias fueron mis padres. Mi madre es cantante y compone al piano sus canciones. Se trata de Mamen García y es una de mis referencias (por fin he podido grabar con ella su disco, en el que interviene también Javier Colina, Jorge Rossy o Antonio Serrano). Ella fue la que escuchaba los discos que despertaron en mí la curiosidad. Tenía una buena colección de álbumes de Joni Mitchell, Weather Report, Elis Regina y además cantaba todo tipo de repertorio. Su facilidad con la música me parecía natural y en el subconsciente, creo, que la imitaba. Ahora me doy cuenta de que es la manera más directa de aprender: sin pensar que hay que estudiar algo para saberlo, simplemente haciendo y creyendo y confiando en tu instinto. Mi padre dirigía bandas y orquestas en Valencia, y siempre nos llevaba a sus conciertos. Además ensayaba música de cámara en casa y muchas veces me despertaba escuchándole ensayar. Supongo que todo eso se va acumulando en el subconsciente musical. Yo era muy vago para estudiar, prefería estar jugando a lo que fuera, y no fue hasta los 14 que me picó tanto la curiosidad que me puse a sacar cosas de forma autodidacta en la guitarra y me apunté al Conservatorio para estudiar piano. También me compraron un bajo eléctrico por mi fascinación por (Jaco) Pastorius. Recuerdo que teníamos un sintetizador con el que hacíamos algunos ‘temitas’. También cantaba boleros. Recuerdo que en cuanto me empezó a atraer el jazz por medio de discos de Bill Evans y Miles Davis tuve ganas de tocar un instrumento de viento por parecerme el piano demasiado frío, por no poder cantar tan fácilmente como con un instrumento de viento. Lo que pasa es que me encanta la harmonía también, y en eso ¡El piano es el rey! Siempre he querido cantar, quizás de ahí mi estilo en el piano.
«De Canarias conozco a varios músicos como Polo Ortí, Martín Leiton, Kike Perdomo, Jose Alberto Medina, Idafe Pérez, Ramón Díaz, Luismo Valladares, Cristobal Montesdeoca ¡Son muy buenos músicos! El último que escuché en directo y me encantó fue Martin Leiton»
– ‘O que sera’ es el titulo de su último disco, de reciente publicación ¿Cómo fue el nacimiento de este retoño musical?
-A.S.: Sabía cómo quería expresarme y qué expresar. Pensé que mis acompañantes debían ser Al Foster y Javier Colina. Una vez había quedado con Javier Colina y Al Foster en grabar el disco, empecé a preparar el repertorio. Me gusta pensar en cómo Ellington escribía su música pensando en las virtudes de sus músicos, así que traté de imaginarme cómo sería con Al y Colina. No quería que fuera una sesión más de grabación en la que los músicos hiper profesionales llegasen al estudio, leen el tema una vez y lo graban. Además, Al no lee música y Colina prefiere no leer. Así que busqué un repertorio en el que ellos se pudieran expresar con soltura y ¡pasarlo bien en el estudio! Y así fue. Y me sorprendo escuchando como nos seguimos los tres, creo sinceramente que hay un buen entendimiento.
– En el disco hay un fuerte perfume procedente desde Brasil con composiciones de Chico Buarque, Ivan Lins, Antonio Carlos Jobim y si acaso la última canción es un tema de Duke Ellington ¿Por qué se fijó en ese país que es casi un continente desde el punto de vista musical?
– A.S.: Creo que Brasil es mi primer amor musical. La melodía se encuentra con la armonía de una manera única en estos compositores. Y cuando preparaba el disco tenía una mezcla de repertorios brasileños, de standards, de temas de jazz y alguno mío, y decidí no mezclar demasiado para no perder el sabor general en el disco. Creo que era importante hacer un disco homogéneo, y este tipo de melodías y armonías tienen un alma parecida entre sí. Prefiero no mezclar, sería como ir a un restaurante y pedir sushi de primero y cocido madrileño después.
– Ha logrado aunar a un trío de leyendas del jazz con Javier Colina al contrabajo y Al Foster a la batería ¿Cómo los conoció? ¿Recuerda el primer disco o directo que escuchó de cada uno?
-A.S.: De ambos recuerdo el primer directo. Colina estaba tocando con Perico Sambeat en una jam session y cada vez que había un solo de bajo se hacía un silencio total ¡Era todo melodía! ¡Creación de la buena! Luego tuve la suerte de tocar con él. Al principio le tenía tanto respeto que me cohibía y no fluía yo mismo, pero ahora ya me dejo llevar y puedo tocar lo que sea que él siempre está ahí apoyándome. A Mr. Foster le vi con su cuarteto en Barcelona varias veces. Nunca me habían hecho sentir tanto swing y creatividad juntos en un concierto ¡Y buen gusto! Ese tipo es un genio, está tocado con un don. No hay nadie que toque igual, y todo lo que hace especial se lo ha inventado él . Desde ese punto de vista es un creador en su instrumento. Creo que debería estar más considerado. Pero bueno, cuando toca en clubes siempre llena porque la gente sabe que se lo va a pasar bien escuchándole y eso es lo más importante.
– La música brasileña se distingue por la tremenda calidad de sus letras, con artistas como el mismo Buarque ¿Fue una decisión muy dolorosa obviarlas y trabajar a trío? ¿Tuvo la tentación de incluir una voz quizás femenina?
-A.S.: ¡Las letras de chico! ¡Tuve la tentación de cantar yo mismo! (risas) Pero no estoy preparado… ¡aún! Me emociono demasiado y pierdo el control…me tiembla la voz y ¡Goodbye a la afinación! En mis otros discos siempre he invitado a Mamen García (mi madre) a cantar un bolero. Es una de mis cantantes favoritas. Pero esta vez he preferido hacerlo así.
– Brasil ha conseguido incluir algunas de sus canciones, sin complejos, como auténticos standards de jazz respetadas en cualquier local mundial, USA incluido ¿Cree usted que otro país está en disposición de hacer algo parecido? ¿y España? Muchos músicos incluyen folklore propio podemos citar por ejemplo el trabajo del saxofonista Miguel Zenon ¿Se ve usted haciendo algo parecido?
-A.S.: No me gustaría limitarme a ello, pero ¿por qué no seguir está dinámica mientras dé frutos? Quiero seguir incluyendo canciones de Chico Buarque, Jobim, Edu Lobo o Milton Nascimento a mi repertorio. Temas que sé que se pueden jazzear y swingar, ya que ahí reside gran parte de la gracia de hacer este repertorio a trío de jazz. El repertorio crece y debe seguir creciendo en el jazz, no puede ser que sólo beba de las fuentes de la Norteamérica de la primera mitad del siglo pasado. El problema hoy en día es encontrar buenas canciones y letras con una armonía rica y melodía lírica como para adaptarla al formato de improvisación. Digo esto porque me considero un improvisador melódico, y necesito buenas melodías que den pie para improvisar, y esto, rotundamente no se halla en el 90% del pop, aunque tampoco escucho todo lo que se hace ¡Que nadie se ofenda! (risas).
– Participó también en el proyecto En la imaginación con el mismo Colina, Perico Sambeat, Marc Miralta y Silvia Pérez Cruz ¿Qué diferencias hubo entre ese disco y esta nueva edición?
-A.S.: Aparte del hecho de que está Silvia cantando las letras y en ‘O que será’ no hay voz, el repertorio de ‘En la imaginación’ es más antiguo que el de los temas de mi disco y tienen una estética diferente también determinada por el tipo de letras. Las letras de los temas brasileños tienden a ser más amables que los cubanos, algo más desgarradores. Además el disco a trío es un disco que trata de mostrar un formato muy particular que es el trío de jazz de piano, contrabajo y batería, que es un mundo con toda una historia de hondo calado con los trabajos de Ahmad Jamal hasta Brad Mehldau. ‘En la imaginación’ es un trío acompañando a una voz, y también hay mucha interacción, pero el foco es diferente.
– Sabemos que hubo una gira de presentación del disco con estos músicos en locales muy prestigiosos como el Central (Madrid) y en el Jimmy Glass (Valencia) ¿Cómo se sintió en el escenario?
-A.S.: Pues por supuesto que muy a gustito. Arropado y estimulado. Las dinámicas de Al Foster son increíbles para tocar a trío. Intenso pero nunca tapando a los demás. El compás es grande y relajado pero vivo. Tiene un sonido de platos, ‘tin tin tin’ que no tapa las ricas frecuencias del piano. Existen muy pocos bateristas capaces de tocar así ¡Y además han habido momentos de riesgo y aventura en los que todo estaba abierto a mil posibilidades! Es mágico ver como alguien con casi 70 años se despoja de si mismo y es libre para volar y lo hace con gente con la que apenas había tocado y son más jóvenes que él. A esto hay que añadir a Colina llevándome en bandeja con sus líneas claras y solos de ingenio y corazón. Estaba en la gloria, ojalá volvamos a tocar muy pronto.
– Al Foster formó parte del grupo de Miles Davis desde el año 1972 a 1989 lo que hace la friolera de 19 años, un tiempo en el que Davis se caracterizó de cambiar de manera vertiginosa de músicos ¿Tiene alguna pieza favorita de los discos de Miles en la etapa de Foster con Davis? ¿Le comentó algo sobre el maestro trompetista?
-A.S.: .:La etapa en la que Al estuvo con Miles no es mi favorita, entonces la tengo poco escuchada. Pero Al me contó que su track favorito de él con Miles es ‘Mr. Pastorius’ , en ‘Amandla’ (1989) ¡Es ‘swing’! Miles había grabado los tracks con Marcus Miller y puso su solo encima. Después llamó a Al para que tocara sobre lo grabado, fue la única toma que hicieron. Parece que Al sabe exactamente lo que viene después, de una manera telepática. Al y Miles se querían mucho.
– Hacíamos referencia a las actuaciones de presentación del disco, Albert, el disco parece muy fresco ¿Cree que es fidedigno desde el punto de vista de la plasmación de lo que se puede encontrar en un directo de su trío? ¿Tiene planes desde el punto de vista de una nueva gira?
-A.S.: Es bastante fidedigno, aunque el directo tiene más vida, ¡Eso siempre! De hecho en esta última gira he traído mis micrófonos y he grabado 5 noches en el café central. Ahora me gustaría sacar un disco en directo de este material que es tan fresco y que captura momentos muy especiales e irrepetibles. Ahora vamos a buscar un sello interesante e interesado de verdad. Y hay serias opciones de gira en noviembre y en primavera del 2013. A ver si cuajan.
– ¿Ha actuado alguna vez en Canarias? ¿Tiene referencia de algunos músicos de nuestra tierra?
-A.S.: He actuado en Las Palmas en el festival dedicado al jazz nacional. Muy buen festival y, por fín, con músicos de aquí. De Canarias conozco a varios músicos como Polo Ortí, Martín Leiton, Kike Perdomo, Jose Alberto Medina, Idafe Pérez, Ramón Díaz, Luismo Valladares, Cristobal Montesdeoca ¡Son muy buenos músicos! El último que escuché en directo y me encantó fue Martin Leiton.
– Teniendo en cuenta el hecho del impresionante manantial de canciones que proviene desde Brasil ¿Se plantea publicar una segunda selección de canciones del país latinoamericano?
-A.S.: Me encantaría, si todo va bien y lo puedo producir, adelante. Aunque de momento tengo que sacar el disco al que me refería antes, en directo que creo que amplía el de estudio.
– Nos llegan muchas referencias y muy buenas sobre el jazz en Valencia ¿Ha tenido que ver la incorporación a la ciudad de la delegación de la Escuela de Berklee? ¿Es tan bueno el panorama como parece desde el exterior?
-A.S.: La Berklee de Valencia de momento no afecta a lo que está pasando en cuanto al jazz en la ciudad de Valencia. Habrá que esperar un tiempo, corto, espero. De donde han salido muchos músicos nuevos es de la escuela de Sedajazz, de los seminarios y cursos en pequeños pueblos de la Comunidad y, desde hace 4 años, de la especialidad de jazz en el Conservatorio Superior de Valencia en donde estoy dando clases también. No sé cómo se ve desde fuera, pero es cierto que hay bastantes jam sessions y nuevos talentos. Y tenemos al menos dos clubs de jazz en la ciudad con buenos conciertos, por una parte el Jimmy Glass y por otro el Café Mercedes Jazz. El problema es que, habiendo el caldo de cultivo que hay, no se nos valore ofreciendo ciclos de conciertos a nuestros músicos desde las salas grandes y subvencionadas como el Palau de les Arts, el festival de jazz de Valencia o incluso el Institut Valencià de la Música. Esto hace imposible la supervivencia para muchos talentos que tienen que emigrar a otras ciudades como Barcelona o Madrid para trabajar.
– Se ha subido a los escenarios con lo mejor de los músicos internacionales y nacionales, por nombrar a algunos los casos de Kurt Rosenwinkel, Larry Granadier, Mark Turner y Chris Cheek ¿Cómo surgieron estas colaboraciones? ¿Recuerda alguna anécdota con algunos de ellos?
-A.S.: La conexión primera fue con Jorge Rossy, a quien le agradeceré siempre lo que hizo por mí siendo yo tan joven e inexperto. Él me recomendó para hacer una gira con Chris Cheek en España en la que originalmente iba Brad Mehldau y finalmente no pudo. Yo tenía solo 21 años, pero me sabía de memoria una docena de solos de Cheek y su último disco entero, así que no fue nada mal. Como anécdota puedo contar que en alguna ocasión el grupo entero ingirió alguna sustancia estimulante antes de subir a tocar y dio pie a algunos de los conciertos más locos, intensos y memorables que recuerde en mi vida ¡El público respondió! También venía Kurt Rosenwinkel en la gira, y luego al volver a NY contó conmigo para algunos conciertos y llegué a hacer una gira de tres semanas en Europa con él ¡Fue la primera vez que hice una gira de verdad! (risas). Es lo mejor para un grupo, el tocar juntos tantos días seguidos. Con Grenadier fue curioso, yo tenía un concierto en NY y había llamado a Ben Street, pero a última hora Ben me dijo que no podía y que me recomendaba un bajista que seguro me iba a gustar. Llegué al ensayo y ahí me encuentro a ¡Larry Grenadier! Nunca he vuelto a experimentar algo semejante con nadie, Larry es, creo que para muchos, el ‘bajista’.
– Se forjó en lugares como Conservatorio Superior de Valencia, en el Taller de Músics de Barcelona y en Boston en el mentado Berklee College of Music ¿Se nota la diferencia desde el punto de vista formativo de USA y de nuestro país? ¿Es nuestro nivel equiparable?
-A.S.: La diferencia entre Berklee y las escuelas de jazz aquí es, sobre todo, la libertad de diseñar tu programa de estudios. Allí puedes coger asignaturas muy variadas, aquí en España es más rígido el programa. También allí hay más facilidades a la hora de tener aulas para tocar con los compañeros, y más flexibilidad de horarios. Quizás aquí cargamos mucho a los alumnos de materia y allí dan más libertad para forjarse uno mismo. Sabes, lo realmente interesante de ir a una escuela de jazz no es la enseñanza, es ver con quien te encuentras ahí. Poder tocar con más gente como tú. El jazz no se aprende en un aula teórica.
– Como oyente o espectador ¿Recuerda algún concierto que le haya marcado especialmente?
-A.S.: ¡La lista es grande! Últimamente, me han marcado mucho los conciertos de Al Foster con su grupo. En el Village Vanguard fui a ver a Paul Motian, a Hank Jones, a Tommy Flanagan, a Jorge Rossy con Mehldau, ¡Guau, fueron importantes! En otros clubes ver a Peter Bernstein . A Johnny Griffin hace tres años en valencia. Sonny Simmons en el Jimmy Glass, la banda de Guillermo Klein. Wayne Shorter. Kevin Hays con Larry Goldings y Bill Stewart. Lo que más me gusta es ponerme cerca o detrás de un buen baterista y escuchar la música desde ahí.
– ¿Qué le diría a las personas que huyen especialmente del jazz bajo el pretexto de no entender lo que está pasando en el escenario? ¿Cree que es necesaria una voluntad especial para disfrutar de este estilo musical?
-A.S.: : Quien tiene pre conceptos con el jazz los puede tener con cualquier otro estilo de música o arte o comida. Otra cosa es que uno pague una entrada para un concierto y que el grupo que está tocando no esté presentando la música más digna, bella y honesta del universo, y que no consiga hacer llegar al público eso en lo que ellos creen. Hay muchos conciertos soporíferos, y es normal que después de varios le cojas manía a un tipo de música que parece que hoy en día cualquiera pueda hacer ¡Todo es jazz ahora! Y creo que para tocar jazz hace falta dedicarse en cuerpo y alma a esto y no todo el mundo vale, es así.
– Además de la publicación de este trabajo ¿Por dónde pasa su futuro? ¿Tiene previsto publicar más trabajos? ¿Se siente mejor trabajando como líder de su propio espacio o como los denominados sideman? ¿Es una responsabilidad especial capitanear un proyecto con su nombre con Colina y Foster como aliados?
-A.S.: Pronto publicaré un trabajo hecho en Valencia con un tenteto de jóvenes talentos de la ciudad, es una pequeña Big Band con arreglos originales que se llama ‘Russafa ensemble’. También tengo un proyecto en dúo con el saxofonista francés Gael Horellou con el que hemos grabado en ese formato. Tengo otro trío con Javier Vercher y Masa Kamaguchi con quienes grabamos un especial de jazz para la televisión de Cataluña. Me gusta ser sideman porque ser líder supone un estrés extra, pero hay que hacer de líder en este mundo del show business (risas). Depende de con quien te rodeas es más fácil o menos, lo vas encontrando.
– La publicación del disco es de lujo, con sus cartones y su jewel case ¿Qué opinión tiene de la distribución por internet de su trabajo? ¿Se le quita ceremonia a la publicación del CD? ¿El disco se puede comprar a través de internet?
-A.S.: El disco está ya a la venta, tanto en formato físico como en mp3 en la web de Produccions Contrabaix.
– Si tuviera que nombrar algunos de sus pianistas favoritos ¿Cuáles serían? ¿Por qué no aprovecha para recomendarnos algún CD especial de los clásicos?
-A.S.: Ellington: the unknown session. Parece que encontraron las cintas tiempo después de ser grabadas. Es un disco en formato de septeto en donde no echas en falta la Big Band. Puedes escuchar a Duke acompañar más a los músicos. Los temas son una joya y cada tema tiene un solista (Johnny Hodges, Harry Carney, Paul Gonsalves…)
– Albert Sanz, aprovechamos nuestra última pregunta para felicitarle, cosa que no solemos hacer, por su disco y pedirle que mande un saludo a los lectores de www.creativacanaria.com y si quiere incluir alguna manera para que amplíen el conocimiento sobre usted, web etc… este es el momento.
– A.S.: ¡Ojalá podamos ir con Colina y Foster a Canarias! En noviembre o si no en marzo, ¿quizás? En mi web voy actualizando los conciertos, www.albertsanz.com. Un saludo a todos los aficionados y ¡Muchas gracias!
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