El primer Plan de Derechos Culturales del Estado español es un activador de posibilidades para la cultura. Se trata de un mapa, una estrategia y una guía para garantizar que todas las personas puedan participar plenamente en la vida cultural, acceder a ella y transformarla en condiciones de igualdad. Así lo expuso la directora general de Derechos Culturales del Ministerio de Cultura, Jazmín Beirak Ulanosky, acompañada por el concejal de Gobierno del área de Desarrollo Local, Empleo, Solidaridad, Turismo, Movilidad y Ciudad de Mar y primer teniente de alcaldesa, Pedro Quevedo Iturbe, quien introdujo el acto.
En la primera presentación pública en Canarias de este proyecto pionero que realizó este jueves, día 23 de octubre, en el Museo Castillo de Mata de la capital grancanaria, ante una nutrida representación de cerca de un centenar de personas pertenecientes al ecosistema cultural de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y de la isla de Gran Canaria, la directora general de Derechos Culturales puso de relevancia que el Plan es una apuesta decidida por un modo renovador de pensar las políticas culturales desde un enfoque que entiende la cultura como un derecho humano fundamental y un bien común inseparable del bienestar, la democracia y la justicia social.
Las 146 medidas que recoge este Plan, que cuenta con una inversión de 79 millones de euros para el periodo 2025-2027, apuntan hacia cinco horizontes prioritarios: garantizar la democracia cultural, potenciar la cultura como herramienta para abordar los retos contemporáneos, promover la sostenibilidad e independencia del ecosistema cultural, consolidar los derechos culturales como marco de acción pública y articular una administración pública comprometida con la garantía de los derechos culturales y sensible a sus necesidades.
“El Plan de Derechos Culturales es una declaración de intenciones del equipo que compone el Ministerio de Cultura por apostar por la cultura como derecho”, dijo ayer Jazmín Beirak. “Es la primera vez que existe un departamento -la Dirección General de Derechos Culturales- que explícitamente habla de derecho cultural”, afirmó.
Participación del tejido cultural
La elaboración de este plan se ha desarrollado de manera participativa, contando con la implicación del tejido cultural, la ciudadanía y la colaboración con otras instituciones y administraciones públicas. Se crearon, en este sentido, grupos de trabajo formados por más de doscientos agentes culturales, más de cien cuestionarios para especialistas en las materias abordadas en el plan, una plataforma digital de participación abierta a la ciudadanía, que recogió cerca de mil aportaciones, y encuentros con asociaciones profesionales del sector cultural. El proceso se completó con contribuciones de las comunidades autónomas, recibidas a través del marco de la Conferencia Sectorial de Cultura, y con aportaciones de otros ministerios, en coherencia con las exigencias de transversalidad e interseccionalidad de los derechos culturales.
“Pensar en la cultura como un derecho de la ciudadanía es un hito y el resultado de un trabajo colectivo”, aseguró Jazmín Beirak. Son años de trabajo que han cristalizado en este plan y el propio tejido debe enorgullecerse de ello”, añadió.
“El Plan es el principal instrumento para articular nuestras acciones en el ámbito de los derechos culturales. Pero también queremos que sea una herramienta que pueda ser apropiable por los distintos agentes del tejido cultural. Era muy importante venir hoy a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria porque muchas veces el Ministerio está muy lejos de lo local”, matizó la directora de Derechos Culturales.
Ultraperiferia y cultura
A demanda de la representación de algunas asociaciones profesionales culturales presentes en el acto, se puso sobre la mesa la situación especial de ultraperiferia geográfica y económica de Canarias. A este respecto, la directora general dejó claro que el Plan “no tiene un concepto sectorial, sino que intenta extraer problemáticas comunes. Para las ayudas de impacto social, por ejemplo, hemos incorporado un 25% más de presupuesto si el proyecto se realiza en territorio insular, o puntos positivos en la valoración, si la iniciativa se desarrolla en zonas periféricas”, anunció.
Eliminar barreras para el acceso a la cultura
Entre las medidas más novedosas que recoge el Plan de Derechos Culturales, destaca el interés por la eliminación de barreras para la participación cultural, a través de medidas como los descuentos en equipamientos culturales para colectivos vulnerables, criterios de equidad en las convocatorias públicas, refuerzo e impulso del Plan de Fomento de la Lectura, refuerzo del Bono Cultural Joven o incluso un programa de intervención cultural en el ámbito penitenciario.
La igualdad de género, la pluralidad y diversidad, el plurilingüismo, el reto demográfico o la sostenibilidad y la Agenda 2030 son algunos de los retos contemporáneos que este documento recoge como potencial transformador de la cultura.
Para garantizar la gobernanza y eficacia real del Plan de Derechos Culturales se prevé la puesta en marcha de una comisión participativa, compuesta por entidades del tejido cultural, un foro anual de discusión, plataformas digitales de participación y un dispositivo deliberativo, vinculado a las fases de evaluación del plan.
El Plan se presentó el pasado 8 de julio en el Museo Reina Sofía y está disponible en su página web en cinco lenguas oficiales y en inglés. https://planderechosculturales.cultura.gob.es/portada.html
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