rogelio_botanz1Rogelio Botanz es todo nervio. Tiene la jiribilla, como dicen los cubanos, dentro del cuerpo y no puede parar de producir, escuchar, y gesticulando, te va haciendo partícipe de todo su labor que no es poca. En ocasiones, sus quehaceres laborales, domésticos y musicales parece que le sobrepasan pero no hemos visto a nadie más que haya superado con tal fuerte sonrisa los avatares de sus misiones diarias ¿Qué decir del protagonista delEspacio Guimerá Música el próximo día 21 de marzo, a las 21.00 horas? ¿Qué decir de este co-fundador de Taller Canario de Canción?

Todavía recuerdo las resplandecientes fauces del añorado Quintín Cabrera diciéndome ‘¡El más canario de todos los vascos! ¡El más vasco de todos los canarios!’. La definición viene al pelo y es correcta. No hay muchos canarios que dominen la Historia, en mayúscula, de nuestras islas, como el bueno de Rogelio. No hay muchos que silben ‘en gomero’ como lo hace Botanz. Observen el delicado acabado de sus discos como ‘Canta a Alfonso Sastre’ o ‘Tiempo’, o ‘Vuelos’. Recuerdo algunos momentos que son un verdadero tesoro, cuando Botanz nos contaba sobre sus viajes a templos de la música de autor como Libertad 8 o tantos otros, a algunos periodistas o aficionados ansiosos, siempre bajo la luz de una vela y quizás saboreando un trozo de queso (que apropósito nunca falta). Un poco de esto y quizás algo más, el próximo jueves 21 de marzo, a las 22.00 horas, en el Espacio Guimerá Música dentro del ciclo ‘Palabra de autor’ ¡Ahí estaremos! ¡Palabra!

– Rogelio Botanz, para empezar las entrevistas de esta serie siempre pedimos a nuestros protagonistas que se presenten ¿Cómo empezó en la música? ¿Cuál fue su relación con la música de autor en concreto?

– Rogelio Botanz: Nunca olvido cómo empezó todo para mí. Yo tendría 11 ó 12 años, y empezó en el colegio. Todos los hijos de los trabajadores de la fábrica de Patricio Etxeberría íbamos al colegio que llevaban los hermanos de La Salle y un fraile joven, Fernando Iglesias, en horario de clase nos sacó del aula y nos llevó al espacio en el que los hermanos tenían su despacho y ocupaban su tiempo, y nos dijo ‘Hoy van a escuchar la otra música que existe, pero Uds. No saben que existe…’ y nos puso la canción ‘Andaluces de Jaén’ por Paco Ibañez. Yo me quedé clavado en el sitio efectivamente además de Fórmula V y de Luis Aguilé, había otra música y allí se hablaba de aceitunas y de campesinos, pero yo leía trabajadores en la fábrica y se nos proponían preguntas ¿de quién son los olivos? Solo unos pocos años más tarde, también como actividad promovida desde el centro donde estudiaba COU pude acudir en primera fila a un concierto de Mikel Laboa, en vísperas del tremendo impacto que tendría su música en Euskal Herría un par de años más tarde y la presencia de un amigo, Peilo Lizarralde que empezó a hablarme de gentes como Aute, el autor escondido en la sombra de canciones ya de éxito en voz de Massiel.

– El ciclo en el cual va a participar en el Espacio Guimerá Música, el próximo 21 de marzo, lleva por título ‘Palabra de Autor’ ¿Cree que es momento de la palabra? ¿No está todo dicho? ¿Qué le sugiere el título del ciclo?

-R.B.: Me parece muy acertado. Yo me he parado a pensar muchas veces porqué la Biblia empieza diciendo aquello de que ‘en el principio fue el verbo… y el verbo se hizo carne’ ¿Que es el ser humano sino palabra que camina? La palabra es sagrada, cuando es verdad, cuando descubre y no cuando encubre, cuando miente… ¡Que viva la palabra inteligente e inteligible…! La verborrea no, no me gusta esa diarrea de palabras que nos ataca a cada rato esgrimida en boca de tanto tertuliano predicador que pretende hacernos comulgar con ruedas de molino. Me gusta el título que le pusieron al ciclo, ¡Sí!

«Tengo la certeza absoluta de que es condición humana acercarte en la plaza a escuchar a aquel que con palabra hermosas e inteligentes y con una melodía con gancho se planta a contarte la vida que llevas a interrogarte sobre ella, a reírte de ella, te invita a mirar a la persona amada con otros ojos. Estoy convencido de que siempre habrá un espacio para eso…»

– Hemos conocido una buena serie de conciertos suyos con banda, con Puntos Suspensivos, y en solitario ¿Qué puede esperar el público de su concierto en el E.G.M.? ¿Algo más parecido al concierto en La Plaza del Cristo de La Laguna o más de guitarra y voz?

-R.B.: Una mezcla de las dos cosas, iré con una cosa que llamamos «semibanda» esto es, a guitarra pero arropado de la sección de percusión canaria. La ausencia de los músicos eléctricos, de la batería. Ello nos permite una relectura de temas más exclusivamente acústica, que permite un acercamiento muy interesante a ciertos temas.

– Queremos recurrir a su trabajo y experiencia relativa a la educación ¿Cómo va la juventud? ¿Está interesada en la música de autor? ¿Está en otras cosas? ¿Cree que hay futuro en este estilo?

-R.B.: Yo trabajo más bien con la infancia, en educación Primaria, no tengo una idea muy clara de lo que pasa en los institutos o en la Universidad, aparte de lo que me puedo imaginar al seguir la música que escuchan mis hijos y sus amigos y me parece percibir que no, que la gente joven está en otras cosas y no específicamente en la música de autor. Sí creo que hay futuro para el género y quizá en los tiempos que corren debiera haberlo mucho más pero hay algo que no estamos haciendo o no estamos haciendo mal si la gente joven no nos escucha… En todo caso tenemos que releer el concepto de canción de autor. Creo que hay mucho rapero haciendo exactamente canción de autor, y que hay mucha gente joven siguiéndolos…

– Hemos escuchado que tiene usted planes de editar varios discos, algunos de ellos relacionados con el mundo de los guanches, de los primeros moradores de nuestras Islas ¿Qué hay de cierto en ello? ¿Tendremos que esperar mucho para verlos rodar en los equipos de sonido?

-R.B.: Yo recuerdo la primera vez que escuché cantar a Pedro Guerra la Endecha del Hierro en lengua aborigen ‘Mimerahana zinu zinuha’. Puedo decir que me volvió loco la canción era preciosa, pero, además, era la posibilidad de poder devolver a los oídos de los jóvenes canarios de finales del siglo XX la sonoridad de algo que ya cantaron quinientos años atrás sus tatarabuelos. El aspecto lingüístico, como vasco que soy, me pareció un reto hermoso y necesario. Y a partir de entonces, yo pondría música a la Endecha de Gran Canaria, y a otros textos de esos que quedaron ‘fosilizados’ y recogidos por los cronistas.

Esas canciones fueron parte importante del repertorio del Taller y hoy son parte importante de mi repertorio. Lo que estoy haciendo en la actualidad es intentar llegar un poquito más lejos, estoy trabajando junto a músicos bereberes, cantautores, que me ayuden a recomponer en parte aquellas melodías y ritmos con los que trabajé inicialmente para que musicalmente suenen más cercanos a lo que es la música actual de otros bereberes en el continente, y les pido que reescriban la letra de la canción para que el oyente escuche junto a los textos fosilizados de los cronistas el modo en que suenan hoy en el bereber que hablan cada día millones de personas al lado de las islas. No se trata tanto de hacer un disco monográfico sino de ir incorporando en cada uno de los próximos discos un par de canciones de estas.

Una buena muestra de lo que estamos hablando se puede encontrar en Youtube preguntando por ‘Rogelio Botanz Khalid Izri’. Ahí está el bruto de las imágenes y el sonido de la PA del concierto en directo en el teatro Leal en abril de 2011. Estoy muy ilusionado, ya se acerca peligrosamente a las 20.000 visitas, es la endecha de Gran Canaria cantada junto a Khalid Izri. En el concierto del próximo jueves podrán escuchar cómo avanzamos en esa línea junto al cantautor rifeño Kino, que próximamente se subirá al mismo escenario del Guimerá en solitario. Vamos a presentar un par de temas cantados mano a mano en los que pasamos del español al guanche, rifeño y francés, para cantar rifeño pasando por el guanche o el francés.

– Hablando de equipos de sonido ¿Es usted partidario de las ediciones de discos físicos o prefiere Itunes o Spotify? ¿Tiene cuenta en estos sistemas?

-R.B.: Empiezo percibir que el tiempo pasa demasiado deprisa para mí y tengo manías de hombre mayor. Si no hay disco físico, me parece que no hay disco, pero el amigo Julio Tejera o mi hijo ya me convencieron de que el presente está en Spotify. Amigos me dicen que ya mi música está en tal o cual sitio. Ahora solo hace falta que yo me tome la molestia de abrir mi cuenta, me falta ese cuarto de hora. Me avergüenza decirlo, pero es así.

– ¿Tiene presente alguna canción que vaya a realizar seguramente en esta actuación del E.G.M.?

-R.B.: Ya que hemos hablado de canciones en ‘guanche’, vamos a cantar por segunda vez en la historia (ya la estrenamos en El Hierro el año pasado) la Endecha del Hierro aquella del Mimerahana, que tantas veces cantamos con música de Pedro Guerra. Estoy excitadísimo, musicalmente navega por otros terrenos y la cantamos mano a mano entre Kino y yo, además de la voz de nuestra Yurena, que en los últimos años se alzó sobre la percusión, los tambores , las chácaras, y da un resultado más canario que nunca. Vamos a hacer también una relectura de una vieja canción, que hoy la crisis se encarga de hacer más actual que nunca. Es la primera vez que utilicé el ritmo ‘El canario’ y esta vez va a sonar más canario que nunca. Pero además habrá un puñadito de canciones del último disco ‘Vuelos’, del de ‘Alfonso Sastre’, de ‘Tiempo’… y alguna otra muy reciente y sin grabar.

– Ha pasado mucho tiempo desde que sacase aquellos míticos discos de Taller Canario de Canción con Andrés Molina, Pedro Guerra e incluso, en el comienzo con Marisa ¿El negocio ha cambiado demasiado para seguirle la comba? ¿Considera que los aspectos positivos supera a los negativos?

-R.B.: El negocio, en realidad para nosotros nunca lo fue. En aquella canción que volveremos a cantar, la ‘Ponencia’ , proclamábamos una aspiración muy común: ‘Y sentir que al fin soy trabajador de la cultura… que merezco llegar a fin de mes con cierta holgura…’ y si preguntas a Andrés Molina, a Jesús Garriga, a Luis Quintana, a Sito Morales, ellos te hablarán de la holgura con que viven gracias a la música. Pero, en los tiempos que corren, aparte de Bárcenas y sus colegas… ¿quién llega a fin de mes con cierta holgura?

– ¿Cree que todavía Taller Canario es referencia para algunos melómanos?

-R.B.: Yo te digo que el Taller Canario, en algunos sentidos, todavía es referencia para mí y, efectivamente, cada día, me encuentro con gente que vivió aquella experiencia, desde arriba o desde abajo del escenario y que quedamos marcados por aquello y encuentro gente joven que no lo vivió y que suspira por haberlo podido vivir…

-Después de tanto tiempo de trabajo ¿Cree que ha merecido la pena apostar por la música? ¿Se lo recomendaría a algún muchacho o muchacha que esté debatiéndose entre dedicarse a la misma o otra salida profesional?

-R.B.: Sí, claro, claro que lo recomiendo, con los ojos cerrados, dicen que el ser humano es un ‘animal racional’ y yo digo que tanto o más, el ser humano es un animal ‘musical’. La música es una de las experiencias humanas fundamentales, poder construir parte de tu vida en torno a esta actividad, como creador, como intérprete o como oyente… es vivir en una cierta forma de plenitud. Nadie se arrepentirá nunca de los días, los meses, los años invertidos en torno a un instrumento, a un equipo de música y algunos, quizá en torno a eso, construyen además un modelo de vida en lo económico; si no completo o pleno, parcial.

– ¿Cómo vive estos momentos de crisis? ¿Lo nota especialmente? ¿Hay menos oportunidad de actuaciones?

-R.B.: A nivel personal, por suerte, la crisis grita a nuestras puertas, pero todavía no nos ha mordido en carne propia. Mis hijas mayores escapan con trabajos muy precarios, pero todavía no tengo que recogerlas y darles de comer en casa, nadie en mi entorno familiar ha perdido el trabajo o la casa en un desahucio, todavía. No puedo imaginar cómo sería vivir la crisis en esos términos. Pero hablando de música, ¡claro que hay menos conciertos! Y no me consuela aquello del viejo ‘mal de muchos…’ todavía me parece peor, yo siempre fui «maestroescuela» y cobro a fin de mes pero me pongo en el pellejo de aquellos que optaron por una entrega en exclusiva a este oficio de la música profesional y me echo a temblar.

– ¿Cómo valora el hecho de que el Ayto. de S/C de Tenerife apueste por la música de autor en este mentado ciclo? ¿Cree que es el momento de apostar por la música en directo?

-R.B.: ¡Sí, por Dios!, ¡qué gran proyecto este ciclo! Aunque yo no hubiese venido a cantar en él. Un ciclo como éste hace que la constitución no sea papel mojado. Estoy hablando de cosas sagradas como ‘la libertad de expresión’; permitir que los creadores muestren su obra, hablo del sagrado ‘derecho a la información’, la gente debe poder saber que al margen de las radiofórmulas y de la música como consumo, existen otras músicas, y saber como suenan, para luego elegir si les gusta o no. Hablo del ‘derecho de reunión’, que la gente pueda salir de casa, dejar las pantallas y encontrarse en la calle con los iguales en torno a un escenario. Hubo un tiempo en el que la gente se jugó la vida por hacer posible el ejercicio de estos derechos, y un ciclo como éste, trabaja en la misma línea que, en los tiempos que corren, yo considero heroica.

– Les preceden en el ciclo Ida Suzal, Kino Ait Idrissen y Diego Hernández ¿Los conoce? ¿Tiene contacto con autores más jóvenes que usted y que trabajan en Canarias en la música de autor? ¿Goza de buena salud?

-R.B.: A Ida Suzal la conozco bastante bien, no en vano es hija mía y hemos hecho un par de cosas juntos ¡Claro! El encuentro con Kino está siendo para mí en lo musical lo más importante que estoy haciendo en los últimos dos años y ¡Va a traer consecuencias! A Diego no lo conozco, pero mantengo un trato muy cercano con Jesús Garriga y no tan cercano pero si muy cariñoso con Luis Quintana o Fermín Romero. Lo cierto es que estoy criando todavía a dos muchachitos de 11 y casi 14 años, la escuela me absorve con mucha intensidad y no tengo el tiempo que quisiera para salir a los conciertos, o siquiera para escuchar música en casa plácidamente, pero ¡Tiempo al tiempo!… creo que sí, ciertamente la canción de autor canaria hace dos décadas que dijo aquí estoy y sigue estando y así lo reconoce el público amante de este género en todo el estado y en zonas de América.

– Como le hemos escuchado preguntarse a Luis Pastor últimamente, ¿Qué fue de los cantautores? ¿Tienen su papel vigente en pleno S. XXI?

-R.B.: Recuerdo una preciosa canción de Polito Ibañez en la que fantasea que es un músico callejero en las calles de roma, con la lira en las manos y en un salto en el tiempo es un joven trovador con su laúd en la mano recorriendo los mercados medievales hasta que se presenta en la Habana actual con la guitarra en las manos, tengo la certeza absoluta de que es condición humana acercarte en la plaza a escuchar a aquel que con palabra hermosas e inteligentes y con una melodía con gancho se planta a contarte la vida que llevas a interrogarte sobre ella, a reírte de ella, te invita a mirar a la persona amada con otros ojos. Estoy convencido de que siempre habrá un espacio para eso…

– ¿Quiere mandarle una última invitación a los lectores de creativacanaria.com? ¿Algo que se le haya quedado en el tintero?

-R.B.: Sí, siempre digo que donde o puedo aprender más no es en la escucha de la música que ya sé que me gusta, es en la música desconocida, y que siento como ajena, donde yo puedo salir más enriquecido donde se me plantearán retos que no imaginaba. A los amantes de la canción de autor los quiero a todos en primera fila el próximo jueves, pero a quienes tienen su dudas, les invito a atreverse, los vamos a sorprender ¡Seguro! Acudan sin juicios previos. Recuerdo palabras de un magnífico guitarrista que nos confesó un día ‘yo a ustedes no los escuchaba… al ver el nombre ‘Taller canario’ pensé que no me iba a gustar…’ y lo cierto es que fue guitarrista del Taller durante años y el primer guitarrista que tuve en el inicio de mi carera en solitario con la banda ‘puntos suspensivos’.