La iniciativa escénica Teatro de la Ciudad se despide del público del Cuyás con Sueño, obra escrita y dirigida por Andrés Lima y protagonizada por Nathalie Poza, que acaba de ganar los premios Feroz y Forqué por su interpretación en No sé decir adiós.
Sueño, que se representa sábado y domingo a las 20.30 y a las 19.00 horas, respectivamente, es una comedia que parte de una tragedia personal, la muerte del padre de su autor, pero también del deseo de vivir y de amar de aquel, así como de su locura.
Junto a La ternura de Alfredo Sanzol (Mejor Autor en los últimos Premios Max por La respiración), Sueño forma parte del proyecto Teatro de la Ciudad, cuya primera entrega conquistó hace unos meses a los espectadores con su revisión de tres tragedias clásicas: Medea, Antígona y Edipo Rey.
En esta ocasión, la propuesta gira en torno al universo de las comedias de William Shakespeare, en un intento de sus autores por demostrar la vieja fórmula de Groucho Marx: “tragedia+tiempo=comedia”.
En el caso de Sueño, estamos ante una “comedia muy trágica”, pues se trata de una historia divertida, pero también cruel, un viaje de emociones que toma forma con el ejercicio malabarístico de unos intérpretes expuestos al riesgo.
La propia Poza, Chema Adeva, Laura Galán, María Vázquez y Ainhoa Santamaría (último Premio Max a la Mejor Actriz de Reparto por La estupidez) interpretan a personajes inspirados en la vida de Lima y en conocidas tramas shakespearianas, en particular, El sueño de una noche de verano.
Sobre el escenario, aman, ríen, lloran, bailan, beben, se divierten… Y todo lo hacen de una forma apasionada porque, defiende el autor, “en esta vida hay que tener sentido del humor, en los buenos y en los malos momentos”.
Sueño cuenta así la historia de un hombre que, conforme se acerca a la muerte, va teniendo más y más deseos de vivir y de amar. Con la muerte rondándole, el viejo bebe, y la bebida le ayuda a entrar en su pasado. Cada vez que bebe recuerda sus amores, del primero al último, y al recordar esos amores rejuvenece. Pero entonces, cuando la bebida termina, el viejo regresa a una realidad que cada vez más le pasa mayor factura.
El mejor prólogo. La ternura, cuya segunda y última función tuvo lugar ayer viernes en el recinto del Cabildo (20.30 horas), es una comedia de leñadores y princesas escrita y dirigida por Sanzol (La respiración, La calma mágica) y protagonizada por Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Javier Lara, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón. La obra, que es realmente imprescindible, versa sobre la imposibilidad de protegernos del daño que produce el amor, porque amar implica el riesgo de sufrir.
En concreto, cuenta la historia de una reina algo maga y sus dos hijas, obligadas por Felipe II a viajar con la Armada Invencible para casarse con nobles de aquel país una vez se produzca la invasión de Inglaterra. La reina, que odia a los hombres porque siempre le han quitado libertad, no está dispuesta a que sus hijas corran la misma suerte, así que, cuando la Armada pasa cerca de una isla que ella cree desierta, provoca una tempestad para hundir el barco en el que viajan, huir y refugiarse allí, convencida de que así no volverán a ver un hombre en su vida. Un plan perfecto si la isla no estuviera en realidad habitada por un leñador y sus hijos, que años atrás habían recurrido a la misma táctica para escapar de las mujeres.
A partir de 15 euros (más descuentos), las localidades para ambos espectáculos se encuentran ya a la venta en la taquilla y la web del Cuyás (www.teatrocuyas.com). Además, las entradas para La ternura y Sueño cuentan con un descuento especial del 20 por ciento si se compran juntas en taquilla.
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