Filmoteca Canaria ofrece esta semana la segunda parte de la sesión de Cuentos Clásicos filmados por la cineasta alemana Lotte Reiniger que anticiparon en una década a Walt Disney, al utilizar la cámara multi plano para ciertos efectos. Será hoy, martes 4 de julio, en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria, y el jueves 6 en Multicines Tenerife. Ambos pases serán a las 19.00 horas y de entrada libre.
La sesión incluye los cortos de animación ‘Hansel y Gretel’, ‘El sastrecillo valiente’, ‘El gato con botas’, ‘Jack y las judías mágicas’, y ‘El pequeño deshollinador’, todos ellos filmados en la década de los cincuenta, y para los que Reiniger también recortó figuras, los trasfondos y planificó los movimientos. Los cortos son en blanco y negro y se proyectarán en versión original con subtítulos en español.
La proyección forma parte del ciclo que esta entidad del Gobierno autónomo está dedicando a la cineasta alemana, musa de la vanguardia alemana de los años 1920. Una mujer adelantada a su tiempo y con un talento fuera de lo común. La iniciativa se lleva a cabo en colaboración con el Festival Animayo, el Goethe Institut de Madrid y Damián Perea Producciones. Una programación que finalizará la próxima semana con varias de sus películas que dedicó a las óperas más conocidas.
Lotte Reiniger necesitaba 25 imágenes para cada segundo de película. En total, unas 100.000 imágenes. Y para conseguirlo tuvo que trabajar con una precisión absoluta hasta lograr mover exactamente cada figura para crear la sensación de un movimiento fluido, evitando que figuras tan entrañables como Cenicienta, Blancanieves o La Bella Durmiente pudiesen parecer estáticas.
La artista alemana Lotte Reiniger nacida en Berlín en 1899 cultivó, hasta alcanzar la más absoluta perfección, un arte singular: el de las siluetas recortadas y luego animadas gracias a los trucos cinematográficos. Con unas tijeras y papel negro era capaz de crear universos hechizados, criaturas maravillosas, mágicas alfombras voladoras, hacer aparecer demonios malévolos o crecer palacios voladores desde la nada.
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