«Mueca quiere al público y el público quiere a Mueca, es algo que se ve en los escenarios repletos de gente y en el ambiente que se vive en las calles», la expresión es de Antonio Revez, director artístico del FITA, Festival Internacional de Teatro de la región de Alentejo (Portugal).
El portugués es uno de los invitados a esta edición del Festival Internacional de Arte en la Calle de Puerto de la Cruz, por su condición de miembro de la Red Eurolatinoamericana de Artes Escénicas (Redelae), fundada entre otros festivales por Mueca en octubre de 2013 en el transcurso del Festival Les Translatines de Bayona (Francia).
Visto a través de la mirada de personas que se han asomado Mueca por primera vez este año, como los integrantes de Redelae, el festival se presenta como ya es conocido por ese público que lo ha hecho suyo: una acción cultural que enriquece con su propuesta artística y que transforma al promover una dinamización social extraordinaria.
Los festivales de arte en la calle aportan la oportunidad de acercar a las artes escénicas a público que no es el habitual de las salas, tal como subraya Oriol Martí, gerente de Fira Tàrrega (Cataluña). Su visión es cualificada, porque se basa en su experiencia como vicepresidente de la Asociación de Gestores Culturales de Cataluña y presidente de la Plataforma de Artes de Calle de Cataluña. Mueca, además, a su juicio, aporta una idea con la que también se trabaja en Cataluña: «desde las esquinas de la periferia se hace un trabajo que debe tenerse en cuenta».
El festival anida en el corazón de un público fiel desde hace años, que en cada edición vuelve a enunciar los votos que mantienen unidos a varios factores esenciales: un programa de trabajo artístico de calle selecto, una organización exquisita, un modelo de gestión participativo que compromete a toda la ciudad en la iniciativa y un público agradecido y cómplice que celebra el festival como una fiesta mayor.
Mueca está ahora no solo en el corazón de sus invitados internacionales, sino también en la agenda de trabajo de este grupo de directores de festivales internacionales en el que se encuentran los imprescindibles entre quienes promueven las artes escénicas en Europa y América Latina. El Festival Internacional de Arte en la Calle de Puerto de la Cruz forma parte de ese colectivo de imprescindibles, con la aportación de una fórmula original, democrática y efectiva de gestión y como modelo de capacidad para generar sinergias en la construcción de propuestas culturales con un alcance que desborda las fronteras del hecho cultural.
A partir de las dos de la tarde del pasado domingo, Puerto de la Cruz comenzó su regreso a lo cotidiano, con el buen sabor de haber disfrutado cuatro días intensos de cultura y dinamización social. Mientras los técnicos de producción recogían los restos de los escenarios y el utillaje empleado, volvía a oírse el eco en todos aquellos puntos de la ciudad que participan con su complicidad para sostener y nutrirse del festival: el ansia de llegar pronto a la próximo mes de mayo para revivir la experiencia.
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