MiradasDoc_Firma_Pablo_NegrinMarcell Gerö, director de Los hijos de Caín (104′ / 2014 / Hungría), que compite en la décima edición de MiradasDoc al mejor largometraje internacional, sostiene que «los tres protagonistas de su documental viven al margen de la sociedad y ni la Policía conoce su paradero», después de haber pasado décadas en la cárcel por crímenes que cometieron cuando eran adolescentes.

El cineasta húngaro defiende que su película pone en evidencia que los protagonistas no consiguieron nunca reintegrarse en la sociedad, fundamentalmente porque los largos años de internamiento en la cárcel «los imposibilitaron para aprender los valores y las dinámicas que permiten vivir en sociedad». En definitiva, se trata de vidas perdidas, de individuos que «carecían de amor y de familia» y que, tras cumplir sus penas de prisión durante 30 años en cárceles de la Hungría comunista, «han intentado formar parte de una familia o crear su propia familia, pero ninguno ha podido lograrlo».

Gerö, que espera dejar en el público la sensación de que la razón de los asesinatos no está en la maldad de estos individuos sino en su desarraigo social y familiar, decidió hacer este inquietante trabajo cuando se documentaba para hacer una película de ficción sobre las prisiones húngaras, y descubrió un documental de los años 80 sobre la brutal historia de seis adolescentes de su país encarcelados por asesinato. «Me pareció tan terrible que decidí buscarlos y ver cómo vivían en la actualidad», afirma.

Los hijos de Caín es un trabajo de cuatro años, en el que, precisamente por su marginalidad, necesitó dos años y medio para dar con el paradero de los protagonistas. Finalmente, halló a cuatro de ellos, aunque solo grabó con tres. Que colaboraran y accedieran a contar su historia ante las cámaras también fue, según el director, un proceso complejo: «Mientras uno dijo que sí en solo diez minutos, convencer a otro llevó cuatro meses». El resultado es un duro retrato de personajes que intentan sobrevivir y se aferran a cualquier resquicio de amor que atisban, y, al mismo tiempo, refleja una cara de la sociedad difícil de mirar y reconocer.

Respecto a cómo logró financiar esta película, asegura que en Hungría resulta muy difícil conseguir presupuesto para un proyecto de cine documental, pero, gracias a que uno de los productores de Los hijos de Caín es francés, el proyecto obtuvo el apoyo de dos instituciones de ese país, entre las que está Art France. «Esto nos permitió realizar el trabajo con las mejores condiciones, con los mejores medios posibles y con el tiempo que requería, explica Gerö. En su país, la participación de HBO Europa como productora les ha permitido que se exhiba en los circuitos de cine de toda Hungría y Europa del Este.

Marcel Gerö, que estudió Historia del Cine e Historia en la Universidad de Budapest y Dirección de Cine en la Universidad de Teatro y Artes Cinematográficas de la misma ciudad, cuenta con numerosos premios en su trayectoria profesional y es cofundador de Campfilm, una compañía de producción con sede Budapest.