Gestionada por el Cabildo a través de la Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, la Sala Insular de Teatro (SIT) acoge este fin de semana (viernes y sábado, a las 20.30 horas) dos funciones de una versión de ‘Agamenón’ escrita por el nuevo director del Centro Dramático Nacional de Montpellier, en Francia, Rodrigo García, y dirigida e interpretada por Tony Báez.
El montaje ha sido presentado este miércoles por el propio Báez y el director artístico de la Fundación, Gonzalo Ubani, que se refirió a él como «un alegato brutal contra la sociedad de consumo».
Con el sobrecogedor subtítulo ‘Salí del supermercado y le di una paliza a mi hijo’, ‘Agamenón’ sólo ha podido verse con anterioridad en San Martín Centro de Cultura de Contemporánea, dentro del ciclo ‘Microteatro en San Martín’, una exitosa serie de montajes de pequeño y mediano formato que se representaban en escenarios poco convencionales de este espacio cultural gestionado en Vegueta por el Cabildo grancanario a través del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM).
La familia es el punto de partida para contar esta tragedia contemporánea. Una tragedia manchada por el color de la violencia que engendra nuestro modo de vida actual personificada en la figura de un padre lleno de recuerdos lejanos y desprecio por si mismo, por su familia y por el mundo que le rodea.
‘Agamenón’ es la historia de un antihéroe, un engendro de este tiempo nuestro de sobrecogedora beligerancia, quien nos mostrará, en tres entornos diferentes, que nuestra tragedia no dista tanto de la clásica, y que guerras de Troya se suceden a diario a nuestro alrededor.
Agamenón es una víctima convertida en verdugo, tanto de sí mismo, como del resto de personajes anónimos que aparecen sometidos bajo su mano de hierro.
El texto de Rodrigo García está cargado de violencia (de hecho, la obra no es apta para menores de 18 años), es una denuncia a viva voz del peligro que corren las relaciones humanas en este mundo que se agota a sí mismo en una espiral de deshumanización, es una secuencia vital cargada de automatismos que nos roban lo más caro a la naturaleza humana: su propia esencia. La obra, a través de sus fuertes sacudidas, busca remover las entrañas del espectador y no dejarlo indiferente.
TONY BÁEZ. Empieza su andadura teatral de manera amateur en el instituto de FP de Tamaraceite con la obra ‘¿Chicas?, ¡no, gracias!’ de creación propia. Dos años más tarde empezaría a trabajar con la compañía de teatro canaria Praxis. Con ellos participó en diferentes producciones infantiles y de teatro contemporáneo, destacando ‘Un sueño de amor’ y ‘Pasión y dinero’. Después de un paréntesis de cinco años, que aprovecha para seguir formándose en diferentes seminarios y cursos, decide trasladarse a Madrid a estudiar arte dramático en la escuela de Jorge Eines, donde termina su formación cinco años más tarde. Durante estos cinco años trabaja y se especializa en diferentes escenas de Naturalismo, Realismo y Estilo, destacando ‘La música’, de Marguerite Duras, ‘Palabras encadenadas’, de Jordi Galcerán, ‘Veintisiete vagones de algodón’, de Tenessee Williams, ‘El beso de la mujer araña»‘, de Manuel Puig, ‘Romeo y Julieta’ y ‘Ricardo III’, ambas de William Shakespeare.
Paralelamente a su formación académica, trabaja en diferentes proyectos con diversos directores de reconocido prestigio y con otras compañías teatrales de Madrid y Murcia. Entre sus trabajos en ambas comunidades autónomas destacan: ‘Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny’, de Bertold Bretch en las Naves del Español y dirigido por Mario Gas; ‘A golpes de tango’, de Blas Martínez-Usero en el Auditorio y Centro de Congresos de Murcia y dirigido por Esther Ruíz; ‘Stock Exchange’, de Mercedes Delgado en el colegio mayor Antonio Caro y dirigido por Mercedes Delgado; ‘Belgrado’, de Angélica Liddell en el Teatro Español y dirigido por Carlos Bolívar y ‘Mi querida rata’, de Tony Báez en la escuela de interpretación Jorge Eines y dirigido por Tony Báez y Bea Melgares.
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