ViniciusHoy jueves, 30 de julio, a las 20.00 horas, en la Casa de Colón (c/ Colón, 1, Las Palmas de Gran Canaria), se proyecta ‘Vinicius‘, última película de la temporada de la iniciativa ‘Colón Cinema‘ que impulsa el citado museo americanista en colaboración con la Asociación de Cine Vértigo.

 ‘Vinicius’, el filme documental de dos horas de duración de Miguel Faria Jr. sobre el poeta carioca Vinicius de Morães, evoca la figura del que se autoproclamaba «el blanco más negro de Brasil».

El 9 de julio de 1980 fallecía en su casa de Río de Janeiro, a los 67 años de edad, Vinicius de Morães, autor de la obra de teatro ‘Orfeu da Conceição’, que daría lugar a la premiada película ‘Orfeo negro’, y el letrista junto a Antonio Carlos Jobim, Carlos Lyra, Baden Powell o Toquinho de canciones como ‘La chica de Ipanema’ y ‘A felicidade’.

Miguel Faria Jr, que ganó el Premio de la Crítica del Festival de Venecia de 1970 con ‘Pecado mortal’ y es autor de largometrajes como ‘República dos assassinos’ (1979) o ‘O Xangô de Baker Street’ (2001), ya había rodado en 1984 ‘Para viver um grande amor’, adaptación del musical de Vinicius de Morães y Carlos Lyra, ‘Pobre menina rica’. Faria Jr, que estuvo casado con la hija mayor del poeta, Susana, admite que nunca le gustó ‘Para viver um grande amor’ y que se sentía en deuda con Vinicius de Morães.

Precisamente, Susana de Morães, que en 1978 había filmado un mediometraje sobre su padre en la intimidad, coproduce esta película, en la que participó la SGAE y cuyo estreno en Brasil, en 2005, constituyó todo un éxito de público.

Miguel Faria recurre a la ficción como hilo conductor, basándose en un montaje de un pequeño recital de homenaje al poeta por parte de dos actores. Se le recuerda a través de poemas y canciones, vídeos caseros e imágenes de archivo, entrevistas con el poeta Ferreira Gullar -que asegura que Vinicius de Morães enseñó a Brasil a ser feliz-, la actriz Tônia Carreiro -que afirma que era capaz de cualquier bajeza con tal de conquistar a una mujer- o Chico Buarque -para quien el poeta no tendría un lugar en el Brasil actual-, y confidencias de sus hijas: Georgiana, Luciana, María y la propia Susana.

‘Vinicius’ muestra al poeta cantando, rodeado de amigos en una fiesta o desvariando con Antonio Carlos Jobim bajo los efectos del alcohol. Otras imágenes dibujan los cambios profundos de una ciudad, Río de Janeiro, que sólo tenía un millón de habitantes cuando nació el poeta en 1913.

La banda sonora reúne a sus queridos parceiros o colaboradores: Carlos Lyra, Francis Hime, Chico Buarque, Edu Lobo y Toquinho. Faltan los fallecidos Jobim y Baden Powell, pero cantan Caetano Veloso, Gilberto Gil, María Bethânia, Adriana Calcanhotto, Mônica Salmaso o su nieta Mariana de Morães.

Marcus Vinicius da Cruz de Melo Morães -le debía su nombre a la devoción materna por la novela ‘Quo Vadis’- fue poeta, diplomático, crítico de cine, compositor y cantante. También censor -aseguraba no haber cortado ni una escena- y hasta se ocupó del consultorio sentimental de un diario en el que firmaba como Helenice. Llevó la poesía de los libros a las canciones. «Su obra ha permanecido porque veo el interés de los niños con las canciones del Arca de Noé y de los adolescentes por sus sonetos de amor», dice Gilda Mattoso, que fue su última compañera.

PROGRAMACIÓN DE COLÓN CINEMA. Un año más, la programación del ciclo que ha impulsado la Casa de Colón en colaboración con la Asociación de Cine Vértigo ha contemplado la proyección de numerosos títulos de las filmografías mexicana, colombiana, argentina, cubana, brasileña, portuguesa y alemana.

Colón Cinema propone desde hace años un programa de difusión y promoción de las cinematografías de América Latina mediante la exhibición –en un marco estrictamente cultural- de diversas obras, de todos los géneros, en un rico recorrido por el cine hecho a ambos lados del Atlántico.

En este recorrido, la Casa de Colón y la Asociación de Cine Vértigo ha contado con la complicidad del público a la hora de recuperar la figura de cineastas de capital importancia en el devenir del cine iberoamericano, con proyecciones que han sido una ventana abierta a la actualidad y la historia, al riesgo incomprendido y al clasicismo incuestionable, pero, sobre todo, al buen cine.