Cenizas y diamantes

Filmoteca Canaria, departamento dependiente del área de Cultura del Gobierno autónomo, prosigue esta semana con la programación del ciclo de cine dedicado al director polaco Andrzej Wajda (1926–2016), con la exhibición del filme ‘Cenizas y diamantes’ (1958). Las proyecciones tendrán lugar hoy, martes 14, en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria, y el jueves 16 en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna (Tenerife), ambas sesiones a las 20.30 horas. La película es en blanco y negro y se podrá ver en versión original con subtítulos en español

Este filme narra, a lo largo de 98 minutos, la situación vivida en Polonia tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en la que la realidad política y social era caótica. El idealismo cede el paso a diversas formas de anarquía y extremismo. El protagonista, un joven llamado Maciek (Zbigniew Cybulski) que milita en un grupo ultranacionalista, recibe el encargo de asesinar a un importante comisario comunista local, Szczuka, antiguo combatiente de la guerra civil española. Pero, cuando el joven encuentra el amor, en pocas horas sus certezas comienzan a convertirse en dudas. La acción tiene lugar en una indeterminada ciudad polaca de provincias durante unas escasas 24 horas, comprendidas entre el 8 de mayo 1945 (rendición alemana en Reims) y el de mayo de 1945.

La película obtuvo el Premio FIPRESCI en el Festival de Venecia en 1959, así como la nominación a Mejor Película y Actor Extranjero en los Premios BAFTA del mismo año. ‘Cenizas y diamantes’ es la obra con la que Wajda finaliza su ‘Trilogía de Guerra’, que comenzó con Pokolenie (Generación, 1955), y prosiguió con Kanal (1957). Tras la proyección de esta obra, las películas que restan por proyectarse y que completan este ciclo son: ‘La tierra de la gran promesa’ (1975), ‘El hombre de hierro’ (1981) y ‘Danton’ (1982), hasta el 20 de abril.

Andrzej Wajda

Wajda, ganador del Oscar honorífico en el año 2000 y candidato en otras cuatro ocasiones a la estatuilla de Hollywood, fue un cineasta comprometido con la libertad política, tras padecer en su adolescencia las penurias de la Segunda Guerra Mundial, donde combatió como miembro de la Resistencia. Tras la guerra, estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Cracovia antes de entrar en la Escuela Nacional de Cine en Łódź.

Recorrer su vida es asistir desde primera fila a la transformación de Polonia en un estado comunista, primero, y posteriormente a su conversión en una democracia parlamentaria. Pero hasta llegar ahí tuvo que aguantar la censura del régimen pro-soviético, algo que le llevó a ingresar en el sindicato católico ‘Solidaridad’ y a hacer suyos sus postulados.

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