cb_Escrito_en_Piedra_03La Fundación CajaCanarias ha decidido ampliar el calendario de exposición de la muestra denominada «Escrito en Piedra», abierta al público desde el pasado 21 de septiembre en el Espacio Cultural ubicado en Santa Cruz de La Palma. Debido a su excelente acogida entre el público de la Isla Bonita el montaje, que ofrece un recorrido por los yacimientos rupestres más emblemáticos de Canarias, al acercar a la sociedad el patrimonio arqueológico y en particular, el mundo de los grabados, una de las manifestaciones culturales más distintivas de los antiguos pobladores de las islas, permanecerá hasta el próximo 31 de diciembre.

El horario de visitas, asimismo, mantendrá su estructura original, esto es, de lunes a viernes (11 a 14 horas, y 17 a 20 horas), así como los sábados (10 a 14 horas).

En otro orden de cosas, la colección de «Marinas» del pintor tinerfeño Esteban Arriaga, expuesta en el Espacio Cultural Fundación CajaCanarias Los Llanos de Aridane, entra en su recta final, teniendo prevista su clausura el próximo sábado 21 de noviembre. El horario de apertura durante esta última semana de exposición, igualmente, se extenderá hasta el viernes (11-14 y 17-20 horas), así como el sábado de 10 a 14 horas.

Un legado milenario

Los motivos rupestres son representaciones abstractas, geométricas, figurativas y alfabéticas, grabadas o pintadas eminentemente en superficies rocosas por los antiguos pobladores de Canarias, quienes están relacionados genética y culturalmente con el mundo amazigh o bereber norteafricano, del que proceden. Esta realidad cultural abarca en Canarias un periodo comprendido entre mediados del Primer Milenio antes de la Era cristiana, momento a partir del cual se inicia el poblamiento de las islas, y el siglo XIV, centuria a partir de la cual comienza a desmoronarse el mundo guanche, como consecuencia de la conquista y colonización del archipiélago.

Este patrimonio rupestre se define, en la mayoría de los casos, por su emplazamiento en entornos de importante valor medioambiental, paisajístico y de difícil acceso. La muestra, en este sentido, acerca a la sociedad un patrimonio que se encuentra disperso por la geografía canaria y en zonas de compleja accesibilidad. «Escrito en piedra», en este sentido, pone al alcance del espectador unas manifestaciones culturales milenarias, que además son únicas a escala planetaria, pues el mundo guanche es el único ejemplo de cultura prehistórica, amazigh e insular, si bien es cierto que hay una clara relación arqueológica con el vecino continente africano, del que proceden los primeros pobladores de las islas.

Con este proyecto, la Fundación CajaCanarias sigue apoyando decididamente la difusión del patrimonio histórico canario, en su sentido más amplio. Paralelamente, persigue sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de conservar los entornos naturales y los yacimientos arqueológicos, pues el mundo rupestre se encuentra siempre en sintonía con un paisaje, con un entorno biogeográfico que debe preservarse en las mejores condiciones.

«Marinas», de Esteban Arriaga

El Espacio Cultural Fundación CajaCanarias Los Llanos, por su parte, acogerá hasta el próximo 21 de noviembre una nueva cita con la Colección de Arte CajaCanarias, en esta ocasión integrada por una selección de marinas del tinerfeño Esteban Arriaga (1922-2009), el pintor del mar, uno de los principales exponentes canarios de este género.

La pintura de marinas tuvo un especial desarrollo en Europa entre los siglos XVII y XIX, debido a la explosión y «popularización» de la pintura de paisaje en el mercado burgués y a las propuestas vanguardistas de pintar del natural al aire libre. Arriaga se inició en el género en 1948, a raíz de su formación en la Armada y de sus viajes por los mares del mundo a bordo del Juan Sebastián de ElCano. La calidad de su labor plástica le llevó a ser miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y uno de los pocos pintores españoles admitidos en la Real Sociedad de Artistas Marinistas de Londres, entre otras distinciones y reconocimientos.

En sus óleos Arriaga plasmó escenas marinas de distinta índole: imágenes costumbristas de pesca, distintos tipos de embarcaciones, paisajes de playa, acontecimientos históricos como la erupción del Teneguía, o vistas desde el mar de rincones isleños (El Teide, en Tenerife; El Dedo de Dios, en Gran Canaria; El Golfo, en El Hierro; El Castillo de San Gabriel, en Lanzarote, etc.). Es decir, Arriaga cultivó las marinas de alta mar, de costa, portuarias y de embarcadero, panorámicas, de barcos e históricas. En esta exposición todas tienen como hilo conductor el océano Atlántico.