cartel_Entre_lo_sagrado_y_lo_profano«Acercarnos a la ciudad a través de un discurso sonoro y visual» fue el objetivo que impulsó al mexicano Pablo Márquez Cervantes a realizar durante tres años su película Entre lo sagrado y lo profano (78′ / 2014 / México), el documental que clausura la décima edición de MiradasDoc hoy sábado, a las 20.00 horas, en el auditorio de Guía de Isora tras la entrega de premios.

La ciudad es Guadalajara, especialmente, distintos espacios relacionados con la fe y la entrega a los placeres mundanos. Guadalajara se toma a un tiempo como objeto de un retrato singular y como modelo de ciudad mexicana o latinoamericana, un espacio con una construcción social dual, en la que el apego a la religión convive con la presencia de la violencia como ingrediente clave de la vida cotidiana. Fe y doble moral forman parte indivisible de este mundo en escenarios como el barrio de San Juan de Dios, el ring de las luchas libres, las cantinas, el templo de La Luz del Mundo, el estadio Jalisco o la plaza de toros.

Márquez se sumerge en estos espacios para reflexionar sobre las pasiones colectivas y presenta su trabajo con el objetivo de que la gente «pueda experimentar un cambio en sus patrones de vida», según ha explicado su director. La película ha sido calificada de «sinfonía visual» por la crítica, que ha destacado su impactante y poético retrato de una ciudad de contrastes, en la que conmueve la propuesta estética y la brillante realización.

De los tres años dedicados a la realización de esta ópera prima de Pablo Márquez y su productor Héctor Alonso, que forman dúo creativo desde hace quince años, aproximadamente 300 días estuvieron dedicados a permanecer en las calles, a la espera de que afloraran las situaciones que los creadores identifican como simbólicos de la vida cotidiana en la ciudad mexicana.

La productora califica Entre lo sagrado y lo profano como «una exploración visual y antropológica a través del espíritu del hombre por esa delgada línea que divide la fe excesiva en sus creencias religiosas y la pasión con las que se entrega a los placeres mundanos en una ciudad que convive armoniosamente con su doble moral. Religión, fe, política, violencia y muerte están íntimamente ligados en este retrato social».