131229 Grabación disco Big Band de Canarias © Aarón S. Ramos

131229 Grabación disco Big Band de Canarias © Aarón S. Ramos

Hemos recibido ‘Elmer Bernstein. The Wild Side’ (Varèse Sarabande, 2014), nuevo disco de la Big Band de Canarias y nos ha parecido una buena excusa para contactar con el saxofonista Kike Perdomo, director de la formación. El disco supone el encuentro con la música de uno de los creadores de música para películas más prestigiosos, Elmer Bernstein que nació en 1922 en New York y falleció en California en el año 2004. El concierto fue grabado en el Teatro Guimerá de S/C de Tenerife, el pasado 10 de julio de 2003 en el marco del festival dedicado a música de películas, Filmucité. La Big Band se nutre de una buena serie de músicos canarios entre los que se encuentran nombres como Francis Hernández (piano), Yul Ballesteros (guitarra), Emilio Martín (bajo), Julián Díaz (trompeta) o Natanael Ramos (trompeta). En este trabajo también brillan con luz propia dos colaboradoras de lujo; Esther Ovejero (voz) y Sara Andón (flauta).

‘Elmer Bernstein. The Wild Side’ supone la publicación de un disco de la Big Band de Canarias por una compañía discográfica de ámbito internacional, así como una nueva incursión a las bandas sonoras originales de las películas. Entre las recogidas en esta CD están ‘Saints and sinner’ o ‘Ghostbuster’, pero hay que recordar a Bernstein como el conductor de soundtracks como los de ‘Los diez mandamientos, ‘Los siete magníficos’ o ‘Matar a un ruiseñor’. En este álbum, canciones como ‘The Silencers’, con la mágica voz de Esther Ovejero, pueden cautivar a cualquier fan. El repertorio es bastante amplio, abarcando y adaptando muchos de los trabajos de Bernstein desde el año 1955 hasta 1993. Una vida de cine, no cabe duda. A todas estas, nuestra charla con Perdomo tendrá su continuidad ya que acaba de publicar su último disco ‘Roots’ que será presentado en Tenerife el próximo mes de marzo. Seguiremos informando.

– Kike Perdomo, nos ha llegado este último trabajo de la Big Band de Canarias ¿Cuál fue el génesis de la misma?

– Kike Perdomo: La Big Band es un proyecto que comienza en 2008 y tuvo su primera gira en el 2009. Pretende conectar a todos esos músicos canarios que están estudiando fuera y que viven en diferentes países, diferentes escuelas y que muchos de ellos ni se conocen. Era una forma de hacer una pequeña orquesta moderna de jazz y poner en contacto a todos éstos. A partir de ahí, hemos trabajado muchos repertorio pero hemos intentado ser los más originales posibles y además tener una identidad clara y definida desde el primer momento. Nuestra primera gira la hicimos en el 2009 con Dick Oatts (director artístico de la Vanguard Jazz Orquesta, VJO). Hicimos repertorio nuevo para nosotros. Fusionamos temas canarios en formato de big band, encargando algunos arreglos genuinos para nosotros. Hicimos una gira de presentación con repertorio inédito por ejemplo del mismo Dick. Hemos trabajado de forma puntual, a partir de entonces ya que es muy difícil reunirnos todos. Muchos viven fuera de las islas, más del 50 por ciento.

– El último trabajo se llama ‘Elmer Bernstein. The Wild Side’ ¿Por qué no nos presenta a la criatura?

– K.P.: Una de las propuestas que nos llegó como big band y que surgió a raíz del Festival de Música de Cine (Filmucité) fue la música de Henry Mancini. Tanto Mancini como Bernstein tienen una particularidad y es que en los años 50 para el cine se utilizaba el formato de big band. Date cuenta que los mejores momentos para la big band en los States fueron en los años 40 ó 50. Quizás en los 50 ya estaba en declive. Estos autores intentaron acercar la música al público en un formato que el público tenía más o menos claro. A raíz de los éxitos relacionados con la música de Mancini, pudimos hacer el concierto de Elmer Bernstein al año siguiente, con todo su repertorio. Bernstein era menos conocido y más inédito y al sello discográfico le interesaba quizás más por eso. A partir de ahí, la idea surgió.

– ¿Quién fue E. Bernstein?

– K.P.: Es algo difícil y sería muy prolijo referirnos por completo al trabajo de Bernstein. Algo que está claro es que es uno de los grandes compositores de bandas sonoras para el cine. No sólo en los años 50 sino que siguió haciendo soundtracks para películas muy potentes y muy conocidas. En el disco recreamos lo antiguo, que en algunas ocasiones está hasta descatalogado, y algunas de las cosas más actuales.

«Hay algunos temas adaptados para big band que cuando recibimos los arreglos estaban para orquesta sinfónica. Nuestro trabajo fue adaptarlos y fue largo y duro. Faltaban partituras por doquier. Tuvimos que rehacerlas a partir de scores. Partituras básicas o guía del director. Y encargamos partituras, hay dos temas como ‘Devil in blue dress’ y ‘The age of innocence’ que desde el arreglo original está hecho de nuevo ¡Realmente no había material! ¡No existía!»

– El repertorio es curioso, hay muchos músicos de banda sonora que cambian de registro dependiendo de la película que se trate ¿Sucede con Bernstein?

– K.P.: Por supuesto, además en el disco también hay muchas bandas sonoras de series de televisión, es el caso de ‘The Silencers’. Son series policiacas, en el caso moderno podría ser como ‘CSI New York’. Cualquiera de estas series tienen compositores interesantísimos. Incluso, hay algunos temas adaptados para big band que cuando recibimos los arreglos estaban para orquesta sinfónica. Nuestro trabajo fue adaptarlos y fue largo y duro. Faltaban partituras por doquier. Tuvimos que rehacerlas a partir de scores. Partituras básicas o guía del director. Y encargamos partituras, hay dos temas como ‘Devil in blue dress’ y ‘The age of innocence’ que desde el arreglo original está hecho de nuevo ¡Realmente no había material! ¡No existía! El productor y alma mater del sello Vàrese Sarabande se reunió con la viuda de Bernstein para conseguir todos los papeles posibles. Faltaban muchos aún así.

– También llama la atención de la Big Band de Canarias el hecho de tener que hacer un combinado de tantos músicos ¿Se siente uno como un entrenador de fútbol? ¿Tiene que contentar a todo el mundo?

– K.P.: (risas) Cuando uno dirige una big band lo que tiene que conseguir es un buen resultado final. Hay diferentes formas de conseguirlo, una es a base de látigo –que no es el caso- y otra a base de buen rollo, creo que es el caso. Trabajamos mucho más con la buena colaboración de la gente y con la actitud proactiva de los miembros de la big band que lo contrario. Todos estos músicos están muy implicados con la música y son tan honestos que están implicados en ella. Entonces no hace falta utilizar técnicas muy extrañas más que la gente tenga el material a tiempo, un planning de ensayos adecuado para repasar, comentar, mejorar. A partir de ahí, todos tienen su brillo individual porque tenemos músicos nuevos.

– Siguiendo con el símil futbolístico, también ha habido algunos fichajes nuevos… sin ir más lejos, hay cambios en las teclas como es el caso de José Alberto Medina y Francis Hernández.

– K.P.: Realmente no es que haya habido «fichajes nuevos». Proponer un trabajo así, de 17 personas o una veintena y hacerlo cerrado se presta a muchas malas interpretaciones. El que se queda fuera piensa que puede estar fuera siempre y viceversa, es decir, el que está dentro puede pensar que estará dentro siempre. Yo creo que las personas que han estado y no están ha sido por decisión propia. Porque han tenido otros trabajos, porque no han podido etcétera. Les ha coincidido a lo mejor con otros conciertos o giras. En este caso, en el concierto de Bernstein, coincidió con que José Alberto se iba a vivir a Brasil o estaba en Francia. José hizo el último concierto de la Big Band en el Teatro Guimerá con Luis Morera en el pasado diciembre. Sin embargo, el 1 de enero en Garachico a las teclas estuvo Eduardo Rojo que es un pianista tinerfeño que vive en Rotterdam. No somos un grupo cerrado, somos flexibles. El proyecto puede cambiar con algunas personas pero se trata de hacer buena música.

– Las colaboraciones, invitaciones como las de Sara Andón y, una de las nuestras, Esther Ovejero ¿Cómo surgieron?

– K.P.: Ya habíamos hecho algún concierto con Esther. No hace falta decir que ella es una buena, muy buena cantante. No hace falta descubrir su profesionalidad y estamos encantados con su participación primero con la Orquesta Sinfónica de Tenerife y después también con este tema cantado con la big band que es ‘The Silencers’. Desde el primer momento que se planteó una cantante surgió el nombre de Esther. Sara lleva trabajando mucho tiempo con el repertorio de Varèse Sarabande Records y nosotros no teníamos un flautista definido. Algunos temas llevaban una participación importante de flauta. Conociendo su profesionalidad y bagaje dijimos que sí. Algunos temas que se han reelaborado se hicieron pensando en las posibilidades de Sara que tiene mucho nivel.

– ¿Cuál fue la fecha de grabación en directo?

– K.P.: Nosotros lo hicimos en el Teatro Guimerá de hace dos años, en el Filmucité. Más concretamente el 10 de julio de 2013.

– Hubo, por lo tanto, un periodo de producción bastante amplio…

– K.P.: En medio hicimos un proyecto que se llamaba ‘Film noir’, que ampliaba el repertorio y no era exclusivo de Mancini o Bernstein, también con algunos compositores como Alex North, Vangelis. Goldsmith o Yoko Kano. De Vangelis hicimos ‘Blade Runner’ y del nipón ‘Cowboy Bebop’. Es un tema muy cañero (risas). Existe la posibilidad de hacer un monográfico de Mancini o el ‘Film Noir’ y llevarlo al CD.

– El jazz no se hubiera reconocido sin la historia y la participación del cine…

– K.P.: Todo tiene una razón de ser. Igual que ocurrió con ese formato de big band en banda sonora en los años 40 ó 50, también ha ocurrido con el formato de orquesta sinfónica a partir de los 90. Creo que la mayor popularidad que se ha conseguido de las orquestas ha sido por las composiciones de bandas sonoras y no por la música clásica. Tiene que ver con el acercamiento del público a través del cine. Las orquestas de John Williams, con sus películas épicas. La música está orquestada de manera y formación clásica. Le ha dado un resurgir al tema sinfónico. Por desgracia el cine le ha dado un resurgir a este tipo de proyectos, porque no debería de ser así. He grabado todos los conciertos de «Filmucité» de todos estos años, con multipista, con todos los medios musicales sinfónicos y he grabado muchísimas bandas sonoras … la verdad es que me he quedado alucinado. Por ejemplo, la película ‘Matrix’ (1999) en la que los compositores sacan muchos recursos. Es súper contemporáneo.

– Por ejemplo en ‘Matrix’ hay motivos incidentales y música disco…

– K.P.: Esto es beneficioso para todos los formatos, desde luego. En nuestro caso, es muy bueno que Bernstein haya escrito para big band y John Williams para orquesta.

– FIlmucité está ahí año tras año trabajando a favor de la música de cine…

– K.P.: Es el caldo de cultivo y el terreno en donde ha crecido esta semilla. Sin Filmucité, esto nunca hubiese existido. Ellos y Varèse Sarabande fueron los que pensaron en el repertorio de Mancini y de Bernstein. El festival nos brindó la oportunidad de realizar el concierto. Hemos hecho 3 conciertos con ellos y de cara a un proyecto tan costoso como la big band es un balón de oxígeno. Son proyectos que nos dan la posibilidad de continuar. Si con una big band tu no tienes x conciertos al año, es muy posible que desaparezca. Es muy caro. Yo tengo que agradecer a Diego Navarro, Pedro Mérida y Robert «Bob» Townson el trabajo realizado.

– Es un proyecto que merece la pena y se publica fuera, ¿Se nos pone en el mercado internacional con esta edición?

– K.P.: Desde luego que sí, esa era la idea. Para nosotros lo más valioso es llevar el nombre de Canarias con orgullo y la distribución es internacional. Hemos tenido críticas y reviews en prestigiosas publicaciones como en ‘London Jazz News’, www.londonjazznews.com Prensa inglesa, alemana, americana y hasta polaca. Que se distribuya y nada más (risas). Muchas gracias.