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La escritora onubense Elvira Navarro inaugurará la programación prevista para el nuevo año del ciclo denominado ‘Escritoras en la Casa Museo Pérez Galdós’, refiriéndose a su trayectoria y producción literaria en un encuentro con el público que tendrá lugar el próximo día 19 de enero, a las 19.00 horas, en el mencionado centro (Calle Cano, 6) dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario.

Por este programa en el que un autor o autora reflexiona en voz alta sobre los intereses que modulan su discurso e intereses literarios, ya han pasado Guillermo Busutil, Armas Marcelo, Lorenzo Silva, Felipe Benítez Reyes, Ángeles Jurado, Cecilia Domíguez, Marina Mayoral, Marta Rivera, Pepa Merlo, Yolanda Delgado, Melacio Castro, Víctor Ramírez o Víctor Álamo de la Rosa, entre otros tantos.

Elvira Navarro (Huelva, 1978) se ha reafirmado en relativamente poco tiempo en una de las voces más singulares de su generación, traduciéndose su obra parcialmente al inglés, francés, sueco, italiano, turco y árabe. La periferia, lo olvidado, es lo que la seduce, aunque otro extrarradio, el de aquellos escritores excelentes que tras breves etapas de merecido reconocimiento mueren como si nunca hubieran llegado a las librerías, ha motivado su última y polémica novela en la que aborda desde la ficción la figura de Adelaida García Morales, la autora de ‘El silencio de las sirenas’ (Premio Herralde, 1985), que a mediados de los años ochenta vivió un momento de esplendor con la publicación de ‘El Sur’, la novela corta que su por entonces pareja, Víctor Erice llevó al cine.

La escritora de 39 años señala que la literatura, en la medida en que es un acto comunicativo, “nunca puede ser intransitiva. Se destruiría. Lo que ya no creo es que una novela o un poema deban servir de manera directa para afiliar a nadie a un partido. Sí sirve para movilizarnos en un sentido amplio, no necesariamente político, o no de manera explícita. Mi escritura parte de la distorsión, de una mirada que privilegia aspectos que no son los habituales. Puede hacernos más cronopios, por poner un ejemplo alejado de lo que ortodoxamente llamamos la cosa pública”.

Navarro, que está terminando un libro de cuentos y tiene a medias otro formado por novelitas cortas, opina que no apoyar a la cultura desde los gobiernos “es limitar la manera sobre cómo podemos pensar, vivir o sencillamente divertirnos. La marginación de la cultura ha de leerse en un marco más amplio: hay un desprecio por el saber, que siempre tiene una potencialidad emancipadora. A las élites de nuestro país jamás les ha interesado tener un pueblo instruido. La ignorancia es más fácil de manejar, y eso es lo que se ha fomentado. La cuestión de la educación sigue pendiente, tenemos un sistema educativo deplorable, y los políticos no hacen más que oportunismo y demagogia”, agrega la autora.

La escritora, al referirse a la posible reivindicación del papel de una literatura femenina en el contexto de las letras española, advierte que dicha pretensión “implicaría echarse piedras sobre el propio tejado. Desde cierto tipo de reivindicaciones, parece ser que el hecho de ser escritora sea de por sí un mérito, y no lo es. No se le hace ningún favor a la causa enarbolando ese argumento, puesto que no es más que una actitud condescendiente. No me parece, en fin, nada feminista esta actitud”, dice. “Desde luego, se puede elegir escribir desde esa idea de lo femenino, pero lo que no es de recibo es que no se visibilice el resto de lugares de emisión y que a cualquier libro escrito por una mujer cuyas protagonistas sean mujeres se le categorice como «literatura femenina».

A Elvira Navarro le interesan las metáforas que tienen lugar en las periferias. “El desprecio sobre la periferia es consecuencia de un complejo cultural muy arraigado en España, es consecuencia ya no sólo de todos los años de dictadura donde el país no recibía lo que se hacía fuera y siempre se llegaba tarde al progreso, sino también de un atraso anterior, que viene de la Ilustración y que deriva en un sentimiento de vergüenza: todo esto desemboca en la baja estima que la sociedad española tiene hacia su propia cultura”.

Tras estudiar Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, Elvira Navarro obtiene en 2004 el Certamen de Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid, para más tarde, entre 2005 y 2008, disfrutar de una beca de creación en la Residencia de Estudiantes. Navarro ha publicado dos libros complementarios: ‘La ciudad en invierno’ (Caballo de Troya, 2007) y ‘La ciudad feliz’ (Mondadori, 2009), así como la novela ‘La trabajadora’ (Random House, 2014) y ‘Los últimos días de Adelaida García Morales’ (Literatura Random House, 2016).

Su obra ha sido merecedora del XXV Premio Jaén de Novela y del IV Premio Tormenta al mejor nuevo autor, y recibió la distinción de Nuevo Talento Fnac. Elvira Navarro es también autora del blog Periferia (www.madridesperiferia.blogspot.com), un work in progress sobre los barrios de Madrid que explora los espacios limítrofes e indefinidos. En 2010 fue incluida en la lista de los 22 mejores narradores en lengua española menores de 35 años de la revista Granta. En 2013 fue elegida una de las voces españolas con mayor futuro por la revista El Cultural.

Navarro ha colaborado con revistas como El Cultural de El Mundo, Ínsula, Letra Libres, Quimera, Turia o Calle 20, y con los diarios Público, eldiario.es y El País. La escritora ejerce la crítica literaria en Qué Leer, Revista de Libros y en el blog La tormenta en un vaso, e imparte talleres de escritura.

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