lluccasares_foto_sense_nom‘Red’ (Temps Record, 2015), rojo, es el título del nuevo disco de Lluc Casares. En este primer álbum el saxofonista catalán se ha exprimido, ha dejado gran parte de su sapiencia para contentar al público. Además del tema título, que inicia el disco, hay grandes toques que pueden acaparar todos los focos como por ejemplo, ‘Old folks’, así como disfrutar de una rebelde versión del clásico de Bob Marley, ‘I Shot The Sheriff’. Además del hacer de Casares, se puede escuchar a músicos sobradamente preparados como Xavi Torres, al piano, Bruno Calvo, a la trompeta, Giuseppe Romagnoli, bajista, Joan Terol, a la batería, Pablo Martínez, al trombón, Jack Saint Clair, a la flauta y la dulce voz de Sanne Huijbregts. Música de kilates para un disco redondo.

El timbre del saxo tenor y el clarinete de Casares se ha ido forjando poco a poco en entidades de enseñanza de lugares tan dispares como en ESMUC (Barcelona), el Conservatorium Van Amsterdam (Holanda), en donde reside desde hace 3 años, y en la Temple University de Philadelphia (USA). En Holanda, precisamente, ha compartido experiencia musical con músicos canarios como por ejemplo con el orotavense Natanael Ramos y en los States llegó a recibir clases del gran saxo Dick Oatts, director de la Vanguard Jazz Orchestra, que marcó de manera positiva al joven catalán. No se pierdan este nuevo álbum, ‘Red’. Rojo, color que implica, según el músico, proximidad, pasión y actitud.

– ¿Cómo empieza Lluc Casares en la música? ¿Tuvo siempre constancia de la misma desde el comienzo? ¿Fue el saxo siempre una opción inamovible?

– Lluc Casares: La verdad es que solo puedo suponerlo, pero no creo que nunca tuviera constancia de ella, simplemente por que ella formaba parte de la naturaleza de mi día a día desde que nací. Mi padre es músico y a diferencia de las típicas historias de padres e hijos músicos él nunca nos la inculcó voluntariamente sino que fuimos nosotros, mi hermano Joan y yo, que en algún momento le preguntamos por ella y manifestamos nuestra voluntad de participar en ella desde muy temprana edad. De hecho, Joan, antes de tener 2 años ya picaba con palos todo lo que se le ponía delante y manifestaba explícitamente el deseo de tocar la batería. Yo tardé un poco más pero tuvo que ser mi madre quien convenció a mi padre que realmente su hijo quería tocar el clarinete ya que él no se lo creía…

– Este disco desde luego tiene el rojo hasta en su título, ‘Red’ e incluso en la chaqueta de su chándal ¿A qué viene tanto «rojo»? ¿Cuál es la idea?

– Ll.C.: El rojo es un color con el cuál siempre me he sentido identificado pero sin una razón explícita concreta. Para mi implica proximidad, pasión y actitud, atributos los cuales intento que estén siempre presentes en mi música. El Rojo es un color antagónico al frío y creo que también se refleja en el material que hay en el disco: poco especulativo o esotérico y más bien claro, de cara y directo. Hablando con el gurú barcelonés, Sergi Vergés, me explicó que en vasco, el color rojo también se utiliza como adjetivo para intensificar expresiones y la verdad es que es una uso que me gusta ya que también es aplicable al mismo concepto de intensidad del que vengo hablando.

Y bueno, la última cosa respecto al tema: cuando me preguntan si el nombre del disco tiene connotaciones político-sociales no soy nunca capaz de mentir y de decir que no…

– ¿Cómo ensambló a la banda? ¿Cómo llegó a la conclusión de un octeto de esta calidad?

– Ll.C.: La banda base es el quinteto que conforman Bruno Calvo a la trompeta, Xavi Torres al piano, Giuseppe Romagnoli al contrabajo, Joan Terol a la batería y yo. Este quinteto también tiene el nombre de Trempera! y quedamos 2os el año pasado en el Keep an Eye Jazz Competition que organiza el Conservatorium de Amsterdam (CvA), el curso pasado. Bruno, Xavi y Joan somos amigos muy íntimos, nos conocemos de cuando estudiábamos juntos en el Esmuc en Barcelona y después todos progresivamente hemos terminado estudiando el máster en el CvA. A Giuseppe lo conocimos ahí, al igual que los otros componentes de la banda. En mi primer año de máster hice experimentos con un quinteto con voz ya que conocí a esta chica holandesa llamada Sanne Huijbregts que básicamente hace cosas absolutamente imposibles para cualquier otra cantante del mundo. Decidí que fuera como fuera ella tenía que estar en mi banda y consecuentemente mi disco. Los últimos elementos a añadir fueron de fácil elección, dos músicos que admiro y que son casi como familia (de hecho, toda la banda es familia). Pablo Martínez al trombón y Jack Saint Clair a la flauta. A Jack lo conozco de un intercambio de medio año que hice en Philadelphia y tuve la suerte que el año siguiente fue él que vino a estudiar a Amsterdam. No podía dejar pasar la oportunidad de meterlo.

«Me temo que a los amantes del reggae no les dirá gran cosa ya que no conserva el beat original, pero me alegraría equivocarme. De hecho, en otro proyecto que estoy metido, The Gramophone Allstars Big Band, hemos pasado grandes canciones de la música negra a formato de Big Band pero con el reggae de base y está teniendo una aceptación muchísima mayor a la esperada.»

– En el disco, la voz de Sanne Huijbregts ¿Es usada como un instrumento más? ¿Cómo la conoció? ¿Qué más nos puede decir de ella?

– Ll.C.: A Sanne la conocí dentro del día a día del Conservatorio de Amsterdam. En el disco, su voz es usada como un instrumento más. De hecho, la mayoría de sus aportaciones al disco son en contra melodías o backgrounds más que en melodías. Ella es la única persona que conozco capaz de hacer esto, es espectacular la facilidad que tiene para cantar notas sin ninguna referencia. A parte, el registro que tiene es anormalmente extenso y su faceta como improvisadora directamente asusta.

– ¿Conoce el disco a trío de Xavi Torres, ‘Skyline’? ¿Qué opina de ese trabajo?

– Ll.C.: Xavi es como mi hermano, no sólo vivimos en la misma ciudad sino que nos vemos cada día, participamos en múltiples proyectos juntos, aprendemos mucho el uno del otro y hace muchos años que somos muy amigos. Su disco tendría que ser obligatorio para cualquier persona interesada en escuchar música de extrema calidad hecha en la península (aun él no radicando en ella). Xavi es un incansable del aprender y un absoluto referente a nivel de actitud delante los retos. Su disco me gusta mucho, he tocado algunos de los temas que hay en él. Me gustaría destacar sus composiciones ‘Breakpoint’, ‘Tarragona Line’, ‘Athos’ y ‘Portal del Roser’ (de hecho, de ésta última hice un arreglo para el octeto y es uno de los únicos temas que no son de mi autoría en RED) y me gustaría destacar también no solo su vertiente en el piano, que es excelente, sino los otros dos músicos de su trío, Joan Terol y Vic Moliner que son tótems en materia de solidez y groove pero a la vez creativos, espontáneos y brillantes de natural.

– Nos ha sorprendido la versión de ‘I shot the sheriff’ ¿Cómo cree que la entenderá un amante del reggae? ¿Cree que sería una buena idea pasar clásicos de ese estilo al jazz?

– Ll.C.: ¡Me alegro que les haya sorprendido! La verdad es que es el track del disco con más trabajo a nivel de arreglo. Soy un fan incansable de la música jamaicana. Es uno de mis amores de toda la vida y no podía hacer un primer disco sin hacerle ninguna referencia. Lo que pasa es que si adaptaba un tema tan popular tenía que pasarlo por mi filtro. En este caso le he dado la vuelta completamente y solo he conservado la melodía y algunos momentos de la línea de bajo original; todo lo otro está re-armonizado y cambiado, tanto rítmicamente como a nivel instrumental. Me temo que a los amantes del reggae no les dirá gran cosa ya que no conserva el beat original, pero me alegraría equivocarme. De hecho, en otro proyecto que estoy metido, The Gramophone Allstars Big Band, hemos pasado grandes canciones de la música negra a formato de big band pero con el reggae de base y está teniendo una aceptación muchísima mayor a la esperada.

– Nos gusta acercarnos a proyectos grabados por Temps Record ¿Qué les ofrece la discográfica catalana que nos llegan tan buenos proyectos?

– L.C.: Escogí Temps Record porque hace años que conozco a Josep Roig, su productor jefe y me parece una persona muy implicada con conocimiento del mundillo y de la música que me gusta. También sabía que confiaría suficientemente en mi como para no poner en duda nada de lo musical y la verdad que me ha ido muy bien sacarlo con ellos, ha sido muy fácil y muy cómodo. Y si que es verdad que hay muy buenos discos en esta discográfica, por ejemplo el de mi amiga Judit Neddermann, que si no lo habéis escuchado es una delicia.

– A un disco como éste le debe corresponder una gira a la altura ¿Piensa rodar esta primavera y verano con la misma formación que luce en el disco? ¿Es usted de cambiar mucho el directo con relación al disco?

– Ll.C.: De hecho ahora el 2 de junio lo presentaremos en la sala de conciertos de Jazz más importante de Amsterdam, el Bimhuis, a quinteto. Un doble concierto en el que presentaremos los discos Skyline de Xavi Torres y el mío en dos pases diferentes. Esto será dentro del marco de unas sesiones que organiza el Conservatorio de Amsterdam dando la oportunidad de tocar en este lugar tan increíble a sus alumnos mas aventajados (como Natanael Ramos, un conocido vuestro que tocó ahí la semana pasada).

En julio, estaremos a quinteto en el Jamboree de Barcelona (dentro del festival Grec), el día 4, con Miguel Rodríguez al piano, para mi uno de los mejores pianistas de Jazz con J mayúscula de la península. Es de Madrid pero vive en La Haya. Y el 19 de Agosto estaremos también en el Jamboree pero con el octeto completo.

Me gustaría cambiar la banda lo menos posible ya que por ejemplo no se encuentran cada día elementos como Joan Terol a la batería así que cuando vayan saliendo más conciertos intentaré mantener lo máximo que la logística de tener gente en diferentes países me permita.

– Le manda un saludo muy especial al saxo Dick Oatts, conocido director de la Vanguard Jazz Orchestra ¿Le dio algún consejo sabio?

– Ll.C.: Dick Oatts fue mi profesor de agosto a diciembre de 2013. Tuve clases con él cada semana en Temple University, Philadelphia, dónde estuve de intercambio. Puedo aseguraros que cada clase fue mágica. Daba igual si había venido sin dormir o si tenia música que escribir y 10 alumnos que enseñar después de mi. Siempre sabía como dar en el clavo y hacerme mejorar. Un momento muy revelador para mi fue cuando un día en clase estábamos tocando ‘Body And Soul’ y yo estaba intentando dibujar todos los acordes perfectos para que se entendiera ya que no había sección rítmica en la clase. Me paró y me preguntó que si realmente tenía que tocarlos todos, si era realmente necesario. Tuve la sensación que había tardado menos de 2 segundos en meterse en mi cabeza y entender mi lógica, que como me hizo ver sólo con 2 preguntas, era errónea.

– ¿Recuerda alguna actuación en directo en el que se lo haya pasado especialmente bien? Suya o no.

– Ll.C.: ¡Uh! ¡Millones! (risas) Soy completamente adicto a ver conciertos, no miento cuando aseguro que conozco a poca gente más enferma a la hora de asistir a conciertos que yo mismo. Son innumerables los conciertos que he visto, sobretodo en las salas Jamboree de Barcelona y el Bimhuis de Amsterdam. Y recuerdo flipar con Maceo Parker cuando era un adolescente, con Ambrose Akinmusire Quintet en la Jazz Cava de Terrassa, Gerald Clayton Trio en el Village Vanguard de NY, un pianista llamado Farid Barron con Justin Faulkner en Philadelphia, Joris Roelofs Trio, Miguel Zenón Quartet, Manolito y su Trabuco en el Luz de Gas de Barcelona con mi padre, mi ídolo, Jesse Davis en Jamboree cada vez que ha tocado. Es que no tiene ningún sentido, son demasiados y demasiado diferentes. Y cuando recuerdo conciertos que yo me lo haya pasado especialmente bien tocando puedo hacer una lista de muchos muy dispares. Desde tocar a trío con mi hermano Joan Casares y el bajista Pau Lligadas en un pequeño bar de Cornellà hasta en el escenario más grande del North Sea Jazz Festival con la banda de Dr. John con Nicholas Payton, de solista invitado o en el Dizzy’s Club Coca Cola de NY con la Barcelona Jazz Orquestra con Frank Wess, Phil Woods y Jon Faddis.

– Si estuviera leyendo esta entrevista una persona no iniciada en el jazz y en el saxo dedicado al estilo ¿Qué disco le recomendaría que escuchase?

– Ll.C.: Soy muy malo escogiendo sólo uno. Ahora puedo decir uno y mañana otro completamente diferente. Pero mira va, uno que se me de memoria y considero que es perfecto para alguien que necesite enamorarse de esto es Oscar Peterson Trio + 1 (Clark Terry). Aunque sin saxo, este disco tiene este efecto de la «no-vuelta» atrás completamente asegurado.

– ¿Cree que el jazz nunca debió salir del «club» o algunos teatros tampoco están mal? En definitiva, ¿Prefiere tocar en clubs o en teatros?

– Ll.C.: No te engañaré cuando te digo que prefiero tocar en clubs o en bares. Estás mucho más cerca de la gente y la relación es mucho mas cruda, intensa y real. También tengo que decir que me encanta tocar en grandes formaciones como la Big Band y estas normalmente no caben en espacios pequeños así que también me gusta tocar en espacies grandes. La música no tiene porque quedarse en espacios reducidos siempre que el hecho de llevarla a espacios grandes haga que llegue a mas gente. Lo que no me parece bien es cuando se lleva a salas de conciertos muy grandes pero muy caras y elitistas, negando la asistencia a gran parte del público potencial. Creo que todo el mundo tendría que tener acceso fácil a la música, esto nos beneficiaria a todos a todos los niveles.

– Ya que antes hablábamos de Dick Oatts ¿Ha visitado la escena de New York? ¿O por lo menos conoce a algunos de los saxofonistas que ahí viven y trabajan?

– Ll.C.: Viviendo en Philadelphia, conocí un montón de gente de la escena de la costa este de los EEUU. Antes de eso había visitado New York un par de veces y tengo muchos conocidos que viven ahí, entre ellos mi buen amigo Gianni Gagliardi.

– ‘Red’ es su primer disco ¿Va a acabar haciendo todos los colores del arco iris o es una idea singularizada? ¿Se quedó con ganas de grabar más?

– Ll.C.: Es una idea singularizada. No creo que si hago más discos les ponga más nombres de colores la verdad. No se quedó nada por grabar en este disco pero mi cabeza siempre sueña con diferentes proyectos de diversos estilos. Es probable que en el futuro inmediato empiece otras movidas de estilos diferentes.

– ¿Conoce a algunos músicos canarios? ¿Quizás a algunos compañeros saxos? ¿O algunos de los que viven en Catalunya?

– L.C.: ¡Conozco a muchos músicos canarios! En Barcelona, he tenido muy buena relación con algunos de ellos como Octavio Hernández, un guitarrista brutal con el que estudié en el Esmuc; Claudio Marrero, saxofonista espectacular también residente en Barcelona o Natanael Ramos, al que he conocido en Amsterdam ya que hemos estudiado el mismo máster, ¡Qué sonido tiene!

– ¿Por qué de la variedad de estándares que podían escoger han seleccionado ‘Old Folks? ¿Lo decidió usted o opinaron todos los del grupo?

– Ll.C.: ‘Old Folks’ va dedicado a un par de personas muy especiales en mi vida que por motivos diversos ya no están en este mundo. Lo decidí yo y la verdad es que es un tema que me gusta mucho (tenéis que ver un vídeo en youtube de Ben Webster con Teddy Wilson dónde el primero se pone a llorar en medio de la melodía) y disfruto mucho los acordes.

– Gracias por su tiempo ¿Quiere añadir algo que haya quedado en el tintero?

– Ll.C.: Agradecer el interés en el disco y la oportunidad de explicarme con esta entrevista. Muchas gracias también por el trabajo de difusión, que es muy necesario. Animo a todo el mundo a salir de casa y consumir música en directo; y ya puestos, ¡A escuchar ‘Red’! (risas).