Cubierta del libro Néstor. Crítica y contexto

El próximo martes, día 19 de diciembre, será presentado en la Biblioteca Insular (calle Remedios, 7), a las 20.00 horas, el libro del historiador del arte Aitor Quiney Urbieta, ‘Néstor. Crítica y contexto’, una obra fundamental para entender y contextualizar en su época la obra del genial artista canario, en la que se aporta una exhaustiva documentación que incluye todas las críticas, referencias y reseñas que so­bre la obra de Néstor y su persona se publicaron en revistas, diarios y libros de Barcelona, Madrid, París, Londres, Argentina y Cuba durante el período comprendido entre 1900 y 1944.

El nuevo libro publicado por el Departamento de Ediciones de la Consejería de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo, se señala como una aportación de vital importancia a la historiografía del arte en Canarias, justificando no sólo el arte de Néstor por sí mismo, sino su dimensión frente a los elementos de juicio que sobre él recayeron situándolo, de esta manera, junto a los linajes remotos a los cuales sucumbió. Como señala el autor de este volumen, Aitor Quiney, gran conocedor de la estética de fin de siglo y de las vanguardias históricas, con solo las críticas que se transcriben en su obra podríamos hacernos una idea, sin escribir una línea de su biografía personal, de lo que fue la singular biografía artística de Néstor.

Durante el proceso de trabajo empleado en este libro Quiney señala haber descubierto obras desconocidas e inéditas de Néstor, así como tres fotografías del artista en su estudio de Madrid, las únicas que se conocen hechas en color.

Quiney se ha detenido en explorar ámbitos del pintor que a menudo no han sido muy estudiados, mostrándonos sus vínculos y numerosas conexiones. Como advierte en la breve presentación del libro Emmanuel Guigon, museólogo, doctor en historia del arte y actual director del Museo Picasso de Barcelona, “se cuentan muchas historias, curiosas, tanto terrestres como submarinas, mitológicas o eróticas, musicales y teatrales, que sorprenden y deleitan, y que a menudo se reflejan las unas en las otras”. Para Guigon, esta publicación “es aún más oportuna si tenemos en cuenta que permite plantearse preguntas sobre una época olvidada con demasiada frecuencia o bastante caricaturizada”.

Toda la crítica transcrita en este libro sigue un orden cronológico y natural. El primer apartado que comprende el periodo 1900-1913, se vincula con la marcha de Néstor, aún adolescente, a Madrid, sus viajes por Europa y su asentamiento en Barcelona. El segundo apartado (1914-1915) tiene que ver con la llegada de Néstor a Madrid para instalarse durante un largo período de tiempo. Son los meses previos a la Primera Guerra Mundial. El tercer gran apartado en la obra de Néstor lo situamos diez años después de su primera exposición en Madrid de 1914, y es cuando de nuevo de forma individual expone en Madrid, en la Sociedad Española de Amigos del Arte, en 1924. El cuarto apartado lo situamos con respecto a las escenografías y vestuarios de Néstor para los Ballets de Antonia Mercé, La Argentina, a partir de 1927 cuando se representa en Alemania, por primera vez, ‘El fandango de candil’.

El último apartado hace referencia a su presentación oficial como pintor en París, en 1930, después del reconocimiento que tuvieron sus escenografías y vestuarios para los Ballets Espagnols de La Argentina, frente al nulo que obtuvo en España, ya que los Ballets de Antonia Mercé no se representaron en la península hasta años después.

La lectura atenta de todas las críticas reflejadas en este libro nos permite hacernos una idea del desarrollo y de la evolución de la obra de Néstor, desde sus inicios hasta que regresó a Las Palmas definitivamente en 1934, en donde su obra fue básicamente escondida y menospreciada en Canarias, hasta que se instaló en ella, una vez acabados el ‘Poema del Mar’ y el ‘Poema de la Tierra’, según señala Quiney.

La biografía de Néstor ya fue escrita por Rafael Santos Torroella (su época en Barcelona hasta 1914) y por Pedro Almeida a partir de su tesis doctoral, publicada en 1987. Desde entonces hasta ahora, muchos han sido los historiadores que se han acercado a su obra para profundizar más –como pintor, como escenógrafo o como decorador–, pero la bibliografía a la cual se han acercado y publicado es básicamente la misma realizada por Santos y Almeida. Es una bibliografía escasa que con este libro publicado por el Cabildo ahora se ha evidenciado y subsanado con creces.

Las críticas a Néstor y su obra que se publicaron fuera del ámbito insular, han sido referenciadas estrictamente siguiendo un orden cronológico, permitiéndonos visualizar las tendencias artísticas, los servilismos y las ideologías de los críticos, así como la misma evolución del arte de la crítica o de la artigrafía. Hay que aclarar que Aitor Quiney ha obviado voluntariamente todas aquellas referencias críticas que se publicaron sobre Néstor en el Archipiélago canario si bien, por motivos de contextualización, decide incorporar algunos textos aparecidos en Las Palmas de Gran Canaria y en Santa Cruz de Tenerife.

Uno de ellos es el publicado por Adolfo Luján posteriormente a la muerte de Néstor en 1940, que permite comprender cómo a partir de entonces se quiso vincular la obra de Néstor con el alma insular, otorgándole una revalorización y acallando otras voces tan o más importantes del indigenismo canario. El otro es la transcripción de una conferencia de José Francés, uno de los críticos madrileños más influyentes del arte español en el período de entreguerras, gran amigo de Néstor y defensor de su obra, que pronunció en el Museo de Arte Moderno de Madrid con motivo de la Exposición de Artistas Canarios de la Provincia de Las Palmas. La conferencia, publicada en la revista El Museo Canario, en 1944, es importante porque sitúa a Néstor, de manera muy coherente y con unos conocimientos de primera mano, como uno de los artistas más importantes dentro del arte español decorativista del momento, evocando toda su obra y poniéndola en contexto.

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